Joe Biden atado

Domingo, 10/09/2023 05:46 AM

Cada paso que dio Donald Trump fue para que posterior a su mandato todo funcionara a su favor. Como en efecto no ganó su reelección entonces los demócratas tendrían que atravesar por una política invivible como en efecto la están padeciendo.

Pero los demócratas tienen varias cartas que jugar, como las recientes medidas de protección tomadas en contra del desarrollo de las vastas franjas en la Reserva Nacional de Petróleo ubicadas en Alaska. Las han cancelado y esto ha enfurecido a los republicanos quienes la consideran una medida agresiva la cual paraliza siete arrendamientos de hidrocarburos —petróleo y gas— anulando las últimas ventas de Donald Trump.

Un fallo viene impuesto sobre otro. Al no existir arrendamientos por parte del Departamento del Interior, Joe Biden toma otras disposiciones al respecto al activar el proyecto petrolero de Willow lo cual puso en alerta y decepcionó a grupos ambientalistas quienes rechazan tal intención.

Willow forma parte de una reserva petrolera otorgada masivamente a inicios del 2023 a la Conocophillips por la disputada en la región de Alaska. De esta —Willow— aspiran producir ciento ochenta mil barriles diarios, mientras se imponen protecciones sobre 51.800 kilómetros cuadrados en la reserva del Ártico Occidental.

Biden ha señalado que la región del Ártico se calienta más del doble y rápidamente afecta al resto de todo el planeta. Allí se albergan muchas maravillas naturales, todas compartidas en importantes áreas culturales e impresionantes por su valor de reserva histórica en convivencia con antiguos pobladores.

Ahora Jon Biden es ambientalista, y en un claro oportunismo ha señalado que lo hecho corresponde "a la urgencia de la crisis climática". Después de leer la decisión sobre el fin de la explotación sobre Alaska, el gobernador republicano estalló en furia condenando y amenazando con demandar. Una voz disidente de un legislador demócrata advirtió que la decisión perjudicará a las comunidades indígenas pues esta es una región aislada donde el desarrollo petrolero es un importante motor financiero.

Con esta disposición Biden también arremete contra los llamados de Antonio Guterres quien propone una transición de energías renovables como única clave que garantice la supervivencia de la humanidad, ya que sin estas no podrá haber un futuro seguro a las tecnologías renovables como la energía eólica y solar.

Han sacrificado este llamado por sus revanchas con los seguidores de Trump los cuales ahora no están en los grupos de republicanos pues todo indica que una tercera fuerza mucho más radical tendrá interlocución sobre Estados Unidos.

Con esto, mientras pelean contra Trump la Casa Blanca se aísla de nuevo de las Naciones Unidas quienes han propuesto la Cumbre sobre la Ambición Climática prevista para el 20 de septiembre del 2023. No habrá pacto con el ambiente mientras intentan detener a su contendor.

Esta cumbre desea cambiar los subsidios energéticos que debieran destinarse a los combustibles fósiles los cuales han quedado en nada pues estos son una barrera financiera que mide el cambio mundial hacia las energías renovables.

Pero es delirante opacar el ambiente tras los enfrentamientos entre los dos bandos de siempre de la política norteamericana. Todo se da en medio de revelaciones impresionantes del FMI quien ha afirmado que al inicio de la pandemia —2020— se gastaron casi seis billones de dólares en subsidios hacia la industria de los combustibles fósiles lo cual equivale a once mil millones de dólares diarios.

Mientras ambos bandos se agitan, la batalla contra los combustibles fósiles gana y las energías renovables pierden al reducirse su proyección de uso. Las consecuencias ya se escuchan; trescientos cuarenta millones de mujeres vivirán en pobreza extrema. Por tanto, habrá limitaciones en un crecimiento económico sostenible, creación de empleos, desmejora en salud pública y las posibilidades de igualdad desaparecerán para los más pobres y los más vulnerables de todo el planeta. Las peleas entre los del Norte repercuten a nivel global.

Las inversiones para las energías renovables se esfumaron. Sólo esta área necesitará hasta 2030 de cuatro billones por año. La meta de lograr al 2050 cero emisiones también acaban de desaparecer. Como Cero Neto será lo que describa la anulación emitida por el carbono a la atmósfera y su eliminación será nula.

Aun cuando lo requerido por las energías renovables sea inferior que subsidiar la campaña electoral de ambos combustibles fósiles y su reducción de contaminación impactan el cambio climático. Si esto se hiciera se ahorrarían más de cuatro billones de dólares desde ahora al 2030, pero la misma no está en la agenda de los dos grupos. Las peleas de ambos —Biden vs Trump— destruyen al planeta.

Estas contiendas son causantes de que el mundo adolezca de energías renovables como un bien público o que al menos tengamos un tratamiento más puro y necesario en los combustibles fósiles. Los únicos que se desplazarán para estos beneficios serán los pocos ricos que queden.

Por tanto, una nivelación política atada a los principales contendores presidenciales antes de las elecciones del 2024 es imposible. La nula cooperación y coordinación harán de EE.UU. una región más peligrosa. Ya veremos a las cancillerías de muchos países pedirles a sus nacionales que descarten visitar el territorio norteamericano y pedirle a sus nacionales que abandonen ese estremecido país.

Hasta más pronto…

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