Afrodescendientes 20 años después

Sábado, 05/12/2020 07:26 PM

"Entramos negros y salimos afrodescendientes"

Romero Rodríguez (2000)

Hace ya, veinte (20) años de la construcción social del reconocimiento político a la identidad cultural, conceptuada como Afrodescendientes, determinación a la cual se llegó en los días 4, 5, 6 y 7 de diciembre del año 2000 en Santiago de Chile, donde se dio la Pre-conferencia Regional de Ciudadanía y los Derechos Humanos de las Américas, organizada por Las Naciones Unidas, La OEA y los diferentes organismos multilaterales de región en el Centro de Convenciones Diego Portales.

Construcción social, que no nació de ningún laboratorio, ni mucho menos de algún sesudo intelectual u otro grupo de poder hegemónico. Nace de las profundidades de los movimientos sociales Afrobrasileños, heroicos herederos de las luchas antiimperialistas y anticolonialistas del Zumbi de Dos Palmares, concepto que nos otorgó una identidad política propia, como sujetos políticos de hechos y de derechos, haciendo una ruptura con el invento colonial y usurpador de identidad, llamando negros a quienes consideraba de su propiedad.

Esta, construcción social y política, recoge y reconoce las distintas corrientes históricas de nuestras luchas. No excluía, ni excluye, propuestas históricas como el Garveysismo o el Rastafarismo, Afroamericanismo, Poder Negro, Negritudes, entre otros. Por el contrario, es el acumulado histórico, de todas esas corrientes históricas de ascendencia africana, que en su contexto reivindicaron y reivindican todas nuestras luchas sociales, políticas, morales, culturales y espirituales.

En tal sentido, tuvimos la conciencia y la estatura política para debatir, discutir y aportar desde nuestras perspectivas, la importancia de encontrar un término, un concepto, que nos unificara; dándose un gran debate, entre los movimientos sociales afros de la región, toda vez que el concepto Afroamericano, muy a pesar de que todos estábamos en el mismo continente, en ese momento, se entendía exclusivamente para reconocer a los afroestadunidenses.

Fue así, que se colocó en la mesa del debate el concepto Afrodescendientes, que todos afirmamos unánimemente, ya que el termino era más amplio y unificador, a la vez que nos reconocía en cualquier lugar de este continente americano y caribeño.

De esa manera, construimos la propuesta político social, sobre el respeto, reivindicación y reconocimiento de nuestros derechos humanos, la que elevamos, ante esa importante conferencia preparatoria de ciudadanía y derechos humanos organizada por las Naciones Unidas, la OEA y los organismos multilaterales de la región, en la cual participaban diferentes movimientos sociales, en su diversidad, de la región americana y caribeña. La Agenda de la Pre Conferencia de Santiago de Ciudadanía y Derechos Humanos, estuvo centrada en temas como las luchas contra el racismo, la discriminación racial, xenofobia, la intolerancia y sus formas conexas. La misma tenía como objetivo, elaborar los documentos de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil de la región, sobre los derechos humanos; con el fin de presentarlos en la Tercera conferencia mundial, que se realizó en Durban-Sudáfrica, en el año 2001.

Fue allí, donde por primera vez de manera oficial en el marco de los derechos humanos y el multilateralismo, comenzó el reconocimiento de la construcción social y política del concepto Afrodescendientes, en la región de las Américas y el Caribe, ratificada en la Tercera conferencia mundial contra el racismo, la discriminación racial, y las formas conexas de intolerancia.

Por el movimiento social Afrovenezolano, la delegación estuvo encabezada por Jesús Chucho García, Reina Arratia, Luis Perdomo y mi persona. Recuerdo, cuando se aprobó el documento del plan de acción, considerado como triunfo político para las y los afros.

Cabe destacar el rol que jugó La Alianza Estratégica Afrolatinoamericana y Caribeña, organización que agrupaba los movimientos sociales afroprogresistas de la región.

Veinte (20) años después, de aquellas conquistas políticas y sociales, en el marco del multilateralismo, nos toca hacer un balance de los avances y retrocesos sobre las políticas públicas que deberían implementar los estados y sus gobiernos, que se comprometieron y firmaron ese plan de acción, para las y los afrodescendientes en las distintas áreas. Políticas comprometidas para la eliminación y combate al racismo, la discriminación racial, el reconocimiento en las constituciones nacionales de los estados, el reconocimiento como actores sociales y políticos, los derechos sobre lo territorios donde históricamente habitan y han habitado las comunidades afros, el reconocimiento a la historia, el derecho a una educación que reconozca los aportes sociales, políticos y morales, en la construcción de los estados nación, el respeto a las manifestaciones culturales y espirituales de origen africano, entre otros.

A manera de reflexión, veinte (20) años después, los estados y sus distintos gobiernos, a pesar de que ratificaron estos compromisos en la Tercera Conferencia Mundial de Durban Sudáfrica en el año 2001 y posteriormente en el año 2015 con la firma del Decenio Internacional para las y los Afrodescendientes, 2015-2024 decretado por las Naciones Unidas; las estadísticas nos dicen, que poco o nada se ha hecho para las y los Afrodescendientes en materia de políticas públicas. Por el contrario, ha aumentado el racismo y la discriminación racial.

En los últimos años, los asesinatos de las y los Afrodescendientes van en ascenso. La exclusión, marginación y judicialización no se detiene; la brutalidad racial- policial, hacia las y los afrodescendientes, está de moda. Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos para las y los afrodescendientes, son cada vez más frecuentes, sin que la alta comisionada que legisla sobre los mismos, se pronuncie, ni dé garantías. La demagogia racial en términos político-partidistas, es un instrumento utilizado de manera oportunista, para ganar centimetraje mediático.

En fin, veinte (20) años después, seguimos esperando respuestas políticas a esos compromisos asumidos por los estados y los gobiernos.

Por el respeto, reconocimiento y justicia, como lo establece el propio Decenio Internacional para las y los Afrodescendientes decretado por la Organización de las Naciones Unidas, nos negamos a pensar, que suceda -como dice una vieja canción de Tango- "20 años no son nada". Esto es, un breve recorrido histórico sobre hechos que sacudieron, desde las perspectivas sociales y políticas, la conciencia de las y los afrodescendientes, en las Américas y el Caribe; hechos que además dieron como resultado el posicionamiento de ese concepto, en la agenda pública de los países con presencia cultural africana y el reconocimiento de un nuevo actor social, con rango de sujeto político y con derechos políticos por conquistar.

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