Metaplasmo de una sociedad que de debate entre viejos esquemas e iniciativas a cambios radicales en 22 años de encuentros; bien dice el dicho, a mal tiempo buena cara, y no porque le halla como mal rato, en lo socio-político 20 años es nada, pero advierte de una metamorfosis cultural que desarraiga y arraiga a viejos y nuevos emprendimientos propios para los cambios estructurales y contextuales de nuevos y menesteres sociológicos en los que el Pueblo se niega a dimitir por sus alcances.
Sólidos grupos empáticos y ávidos de consciencia organizan reclamar mediante la política; rompen esquemas que por siglos enajenó el libertario convivir de injusticia compelida por los tres poderes: Religión, Economía Capitalista y Políticas Imperiales en basto desacorde social, el mundo anda en revueltas, anda en revolución; el planeta tierra apela a sus recursos, su naturaleza reclama renovación. Exabruptos de una sociedad elite que amezquindaron justicia y derechos humanos. Hoy se ven entre la espada y la pared; la Pandemia les termina de poner bien al descubierto, lo irrito de su mentira da al traste con la realidad social que amerita del hecho humanitario, imposibilitado éste desde el mismo punto de vista Merco-Mercenario y lo inaplicable del sistema en cuanto a la Solidaridad Humanitaria; vale decir, sin cobrar una locha.
El último mandatario del imperio cristalizó resumen concreto de su no analogía política. Barullos internacionales denigran de los cambios que exige reencuentro en sociedad humanitaria; apóstoles del Capitalismo Neoliberal ven agotada la maniobra de su trilogía inquisitoria y apuestan mal al todo destructivo; la meta se fija en la Revolución Bolivariana por su adecuación al ideal de Bolívar que despierta a pueblos enteros e incluyendo a pueblos de su contexto que atreven a confrontar abusos de los derechos y manifiestan rebeldía e irreverencia total, y no es menos cierto lo que ocurre en este el hemisferio Sur, los pueblos del Norte aspiran redimensionar sus políticas e ideales y dar un vuelco al Sistema Imperante que agotó todo experimento.
Y por lo que se hace fuente para la Revolución Bolivariana acentuar el nuevo motus vivendum social expedido en la Carta Magna adecuada al Socialismo que construye; y el Aféresis Comunal no tributa seguridad y continuidad para evitar el rompimiento del Hilo Constitucional que sostiene al Pueblo, y sólo será arma indestructible toda vez que establezca la Constitucionalidad del Pueblo vertido en los Magnos Poderes Colectivos zafados de la viscosa enemiga institucionalidad y de su funesta coerción.
El obsoleto Colonialismo que aún predomina en figura de Alcaldías y Gobernaciones perjudica y retrasa el ascenso del Pueblo al Poder Comunal; años después, y sigue siendo una consigna: "Comuna o Nada", sólo el Pueblo es filántropo por naturaleza, los poderes constituidos retrogradan el ideal y corrompen el intento neo estructural, ensayos y errores ha de ser todos con el Pueblo y ha de deslastrarse toda vigencia del esbozo colonial, de lo contrario, correría riesgos el proceso y pasaría a ser página inconclusa en la historia de una fallida revolución, legendario cuento tal y como pasó con muchas otras revoluciones que se consumieron en la tradición impero colonialista.