Era la Cabimas rica y pobre de los 80, veníamos del largo tránsito del pueblo semi rural hacia lo que sería una ciudad pujante caracterizada por la gran brecha entre ricos y pobres, todavía existía el comisariato donde podían comprar los alimentos las familias de los trabajadores petroleros y aunque parezca mentira, ser trabajador petrolero era sinónimo de status social ya que era excluyente para las mayorías y sobre todo para la minoría pensante que opinaba distinto a los activistas de los gobiernos de ese momento histórico.
Del largo periodo que derivó de la ruptura histórica que produjo la explotación petrolera hasta la fecha, podemos especular cuanto petróleo fue extraído de las entrañas de nuestra tierra para satisfacer el estómago insaciable de los barcos, aviones y vehículos de los países en desarrollo sin que esto fuese recíproco para el cabimero de a pie.
Nunca existió planificación para las nacientes comunidades edificadas de manera improvisada por nuestro pueblo pero en los urbanismos de los privilegiados gerentes, técnicos y alguno que otro obrero si funcionaban los servicios básicos, incluso el servicio eléctrico, el agua y el gas era exclusivo.
Políticamente Cabimas fue gobernada por oportunistas que priorizan el pan y circo, las cuestiones de forma y no las soluciones de fondo a tantos problemas acumulados por falta de planificación y voluntad política.
Pero eran los últimos años de los gobiernos que firmaron el pacto de Punto Fijo, de los herederos de aquel célebre personaje que ordenó "disparar primero y averiguar después", era considerado un crimen militar en una ideología política distinta a la clase dominante.
Mientras tanto nuestra población iba en crecimiento ameritando la construcción de urbanismos que también eran excluyente, por esa razón el pueblo se convirtió en el gran constructor superando al Estado en todos sus niveles cuestión que era insuficiente.
Así fue como surgieron nuevas comunidades, la mayoría luego de la ocupación de tierras reclamadas por algún diseño quien nunca las ocupo, eran tierras occiosas en su mayoría pertenecientes a las corporaciones petroleras que iniciaron el saqueo de nuestro oro negro y se fueron bajo el engaño de la nacionalización.
En las circunstancias antes descritas sale al tapete un espacio usado en la época de los gringos como campo de Golf y posteriormente abandonado, convertido en vertedero de basura y centro de torturas de los cuerpos represivos del gobierno.
Desconozco cómo se pusieron de acuerdo, yo era casi un niño pero si recuerdo que el intento heroico de tomar el cielo por asalto muy pronto se convirtió en una acción revolucionaria que generó controversia ya que un grupo de hombres y mujeres fueron capaces de construir una dirección colectiva que se enfrentó a la más criminal y sanguinaria operación cívico militar contra un pueblo armado de valor, razón y fuerza.
De nada les sirvió toda la campaña de guerra sucia contra nuestra dirigencia perseguidos solo bajo sospecha de ser comunistas, de nada les sirvió mover toda la artillería pesada de la GN, la policía y la extinta Disip porque un enjambre de abejas los volvió verga.
De nada les sirvió perseguir a Douglas, Teo, Nilo y el pura pinta porque nuestras mujeres eran las guerreras que asumían la vanguardia.
De nada les sirvió todo lo que pensaron, dijeron e hicieron porque la solidaridad de los pueblos fue Nacional y porque este pueblo noble, pobre y subestimado por ellos les asaltó las tierras que ellos tenían en engorde para construir centros comerciales y urbanismo para la clase pudiente.
El próximo 8 de junio el Golfito cumple 38 años de lucha, resistencia y ofensiva popular por preservar nuestra memoria histórica y nuestra identidad.
Muchos compañeros fallecieron en este largo camino transitado, otros se tuvieron que ausentar por razones obvias pero las nuevas generaciones y los habitantes que llegaron después de la batalla heroica de nuestro pueblo bajo la dirección colectiva, vamos a recordar y reafirmar nuestra vocación combativa.
La represión policial sincronizada con la campaña de guerra sucia no pudo frenar el avance de nuestro pueblo en el pasado y los problemas que dificultan nuestra cotidianidad tampoco lo hará.
Esperamos que en este aniversario podamos recibir del Ministerio de Comunas los certificados de los Consejos Comunales actualizados el año pasado para conformar nuestra Comuna y reunificar el barrio para planificar, ejecutar y controlar la gestión desde una perspectiva Comunal y una dirección colectiva.
Esperamos en este aniversario que el alcalde de Cabimas y gobernador del Zulia se aboquen a cumplir con sus funciones en beneficio de nuestra colectividad y esperamos reencontrarnos con la vieja y nueva militancia para recuperar nuestra memoria histórica y nuestra identidad.
¡Hasta la victoria siempre!