En una democracia, la transparencia es clave para garantizar la confianza ciudadana en los procesos electorales. Los resultados de las elecciones deben ser públicos y accesibles para todos los ciudadanos, permitiendo que se pueda verificar cada fase del proceso. Sin embargo, una pregunta recurrente y necesaria es: ¿Por qué no se presentan los resultados discriminados de las mesas electorales de manera clara y accesible?
Contar con resultados discriminados por mesa electoral permite que la ciudadanía, los partidos políticos y los observadores independientes puedan verificar la autenticidad y exactitud de los votos. Esto no solo refuerza la credibilidad del proceso, sino que además previene cualquier sospecha de manipulación, fraude o errores.
Cuando los resultados no se presentan discriminados o se entregan de manera tardía o incompleta, se generan incertidumbres y dudas en torno a la legitimidad del proceso electoral. ¿Qué se está ocultando? ¿Por qué la demora o la falta de detalle en la información?
Los ciudadanos deben poder acceder libremente a los resultados de cada mesa electoral. Este acceso permite que cada votante compruebe cómo se registró su voto en su mesa. Esto es crucial para que los partidos, periodistas y ciudadanos puedan realizar auditorías independientes.
No obstante, en nuestro caso, este nivel de detalle no está disponible de manera clara o inmediata. ¿Por qué? ¿Existen impedimentos técnicos, logísticos o de voluntad política para hacer públicos estos datos? Y, si no es así, ¿por qué no se implementa un sistema más transparente y accesible para todos?
Cuando no se desglosan los resultados por mesa electoral, el proceso se vuelve opaco.
¿Por qué no utilizar los mecanismos que tenemos y se entregue un resultado detallado de los resultados por mesa? Tenemos, como lo ha anunciado reiteradamente el CNE, tecnologías y procedimientos que pueden asegurar que tanto la privacidad de los ciudadanos como la transparencia del proceso electoral se mantengan intactas.
Es imperativo que las autoridades electorales respondan a estas preguntas. La ciudadanía tiene el derecho de saber con exactitud cómo se cuentan sus votos, en cada mesa y en cada rincón del país. Si la democracia es un pacto de confianza entre los ciudadanos y sus instituciones, ¿qué razones justifican no proveer estos detalles con la claridad y prontitud necesarias?
Veo que hay muchos artículos sobre la inconveniencia para el país de que gane o haya ganado la oposición. ¿Quién decide eso? Seguramente los adecos y copeyanos creían que el pueblo "se equivocó" cuando ganó el Presidente Chávez en 1998 y ¿Quiénes eran ellos para decidir eso? Sencillamente, el pueblo votó al Presidente Chávez y ganó y punto, Ahora, ¿Tenemos iluminados que SÍ saben lo que le conviene al pueblo? Creo que, respetando la democracia y la ética y nuestras leyes y derechos, deben publicarse de una vez los resultados discriminados de las mesas electorales en la elección del 28 de julio de 2024.
Otras discusiones, como que si la derecha es así o no, que si el imperialismo, que si Guaidó, MCM o EGU, son válidas; pero no resuelven el asunto de la debida transparencia del proceso electoral pasado.
Es momento de exigir respuestas claras. Es una necesidad democrática.
Carlos González
cj6p@hotmail.com