De cara al Congreso del Bloque Histórico (Cuarta Reflexión)

La Comuna, base social del Estado Bolivariano

Sábado, 02/11/2024 05:28 AM

La Constitución Bolivariana constituye un "rompe aguas" en la historia republicana de nuestra Patria. Es el futuro enfrentado al pasado. A un pasado no solo como tiempo histórico, sino a un pasado como forma de gobernar, a un pasado como forma de estructurar el funcionamiento de la formación social venezolana. Visión de futuro expuesta en el Plan de la Patria y en el Programa de las Siete Transformaciones (7T) que, el Presidente Nicolás Maduro, le ha propuesto al país como programa estratégico para la transición hacia el Socialismo Bolivariano.

Propuesta que tiene presente las distintas variables que le otorgan rasgos particulares a las distintas regiones del país, los cuales estamos obligados a tener presente. Ya que, la construcción del Socialismo Bolivariano, significa trazar el rumbo que nos permita avanzar en su edificación; comprender lo que ha sido nuestro proceso sociohistórico; lograr que las instituciones del Estado sean eficaces y eficientes; dejar de ser un Estado económicamente dependiente, casi de manera exclusiva, de la renta petrolera; descubrir la manera de convertir las potencialidades económicas, políticas, ambientales, sociales y culturales que tenemos, a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional, en riqueza del pueblo y para el pueblo, explotadas de manera racional, respetando y salvaguardando la naturaleza como espacio humano; avanzar en la consolidación del poder popular, el pueblo sujeto del poder, como garantía para la construcción de la democracia participativa y protagónica.

De allí, el carácter integral que le asignamos al Plan de la Patria y el Programa de las Siete Transformaciones (7T). Propuesta imaginada y construida teniendo presente el ideario antiimperialista del Padre Libertador Simón Bolívar; y, el pensamiento y la acción socialista que nos legó el Comandante Supremo y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez; y conscientes, pues, que estos principios habrán de guiarnos por la ruta de la transición al Socialismo Bolivariano, y que el pueblo venezolano es el actor fundamental en la construcción de la Venezuela Potencia, de la Venezuela Socialista; es por lo que, consideramos un deber ineludible redimensionar y readecuar el ordenamiento jurídico-político que rige al Estado venezolano.

Por lo que, la redefinición y reorientación del marco jurídico para el ordenamiento del territorio, constituye un pilar fundamental en la construcción de la Venezuela Potencia y Socialista. Es por ello que, en correspondencia con la voluntad democrática del pueblo venezolano y, teniendo presente que es un compromiso el cumplimiento de los principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; así como también, los principios establecidos en la Ley del Plan de la Patria y el Programa de las Siete Transformaciones (7T), propuestas en sus líneas programáticas fundamentales para alcanzar la mayor suma de felicidad social y estabilidad política del pueblo venezolano, avanzar en la conformación de las comunas, como base social de la organización del pueblo, constituye una tarea prioritaria De hoy, para hoy.

Ello es posible, porque el territorio lo concebimos desde una perspectiva que va más allá de la concepción que lo define solo como espacio físico; que entiende que el territorio no puede ser separado del ser humano. Por lo tanto, el territorio no puede ser percibido solo en función del crecimiento económico. Por lo que, para alcanzar el desarrollo integral de la formación social venezolana es necesario concebir a las comunas y el Poder Comunal como parte de un proceso amplio, incluyente e integral, que trasciende el carácter geo-institucional con que se les ha definido. Es necesario entender que, el origen de la comuna es multidimensional; por lo que, sus potencialidades de actuación son, igualmente, multidimensionales.

El siglo XXI, es un siglo de grandes retos para la humanidad. Derrotar la pobreza y demás injusticias sociales, edificar democracias verdaderamente democráticas, construir un mundo en donde prevalezca la paz, detener la destrucción del medio ambiente son, entre otras, acciones que no tienen mañana, por tanto, hay que asumirlas ahora. Por eso, invertimos lo mejor de nosotros en imaginar la edificación de una Venezuela, en la cual las necesidades materiales y espirituales de nuestros coterráneos y coterráneas sean plenamente satisfechas, que nos permitan alcanzar el Buen Vivir.

Armonía, equilibrio, complementariedad, fraternidad, solidaridad y corresponsabilidad son principios básicos en el establecimiento de un nuevo relacionamiento entre ciudadanos y con la naturaleza; relacionamiento armónico que nos devuelve la condición de seres humanos, que la modernización capitalista nos arrebató. Lograrlo no es una tarea fácil. Para ello hay que acelerar el proceso de otorgarle el poder al pueblo y consolidar las estructuras organizativas del poder popular. Ese es, precisamente, el gran objetivo que queremos alcanzar, con la propuesta de estructuración del Poder Popular a partir de las comunas.

¿Cómo imaginamos las Comunas?

La República Bolivariana de Venezuela vive un interesante proceso de transformación sociopolítica. Asimismo, el Estado venezolano experimenta el surgimiento de novedosas formas de organización. Lo cual nos permite afirmar que, con el inicio del siglo XXI, se han ido conformando nuevos modelos de organización social, con el propósito de conformar el Estado Comunal. Es por ello que, introducirse en el estudio de tan interesante tema, con el fin de dar explicación a la manera como se está construyendo esa nueva realidad, en la cual, el pueblo emerge como el sujeto fundamental del mismo, constituye un interesante reto en el cual queremos participar. Necesario es, entonces, abordar el análisis y comprensión del poder local, desde una nueva perspectiva crítica. Objetivo que es posible alcanzar a través de la profundización, ampliación y actualización del estudio de las relaciones en las comunidades vecinales; lo cual, nos permita conocer, de una mejor manera, los retos planteados con el proceso de transformación propuesto.

Para enfrentar –exitosamente- la nueva realidad sociopolítica que viven las comunidades vecinales, con miras a alcanzar el buen vivir, la construcción de sociedades en donde impere la justicia social, es necesario que nuestros pueblos avancen en la redefinición, entre otros, de los siguientes objetivos:

  • Concebir la democracia, no solo como un sistema político, sino como un modo de vivir. En donde, el pueblo con su participación y protagonismo, ocupe el rol de sujeto fundamental de la misma.

  • Hacer de la organización social comunal un sistema que vaya más allá de la simple asociación institucional de vecinos. La comuna debe ser el núcleo originario del nuevo modelo de organización social de la nación.

  • Entender que los principios, que hacen posible la estructuración y consolidación de la comuna, en estricta correspondencia con el marco jurídico-político que rige y regula el funcionamiento del país, debe respetarse el carácter autónomo y de libre determinación que las comunidades vecinales tienen para su mejor organización y funcionamiento.

  • Le otorgamos a los principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el carácter de Carta Magna única para el establecimiento de la comuna.

Es por ello que, para hacer realidad el establecimiento y consolidación de las Comunas, debemos tener presente:

1.- El conocimiento del proceso sociohistórico a partir del cual se conformó el espacio geo-humano en donde habrá de establecerse la Comuna. Ya que, el estudio y análisis de la historia y lo histórico de la localidad, comunidad o vecindario; a través de eso que normalmente es llamado historia local o microhistoria, habrá de permitirnos rescatar el pasado local, no como tiempo pretérito; sino, como presente vivido para establecer las valoraciones y alcances que como espacio humano ellas tienen. Allí, en el contacto directo con las comunidades y vecindarios, es donde encontraremos las herramientas teóricas que permitan adentrarnos en su estudio y conocimiento, desde una perspectiva política, económica, social, cultural y ambiental.

2.- Los Lineamientos Generales establecidos en el Plan de la Patria y el Programa de las Siete Transformaciones (7T), tienen como objetivo presentar, de manera resumida, las principales líneas que lo guían en función de avanzar en la consolidación de la Revolución Socialista Bolivariana de nuestra Patria; Plan de Desarrollo que le asigna a la educación y formación del pueblo un lugar destacado, entendida ésta como educación política, económica, social, cultural y moral; como una acción que va más allá de la escuela, de la educación formal, que se adquiere en la vida diaria: en las fábricas, en los talleres, en los campos, en los núcleos endógenos, etc.

El Plan le confiere a la Nueva Geometría del Poder, un rol fundamental para el reordenamiento de la región, en función de los nuevos criterios establecidos para la geopolítica nacional; en tal sentido, los tres elementos: la distancia, la extensión y el volumen o el contenido, constituyen pilares fundamentales en el rediseño de la nueva geografía nacional, nos permitirán hacer un nuevo análisis sobre el territorio. De tal manera que podremos establecer de forma precisa: ¿Cómo está distribuido el poder político, social, económico, militar y cómo debería estar? En tal sentido, debemos revisar la división político territorial del Estado, con miras a lograr que su administración ejecutiva sea más eficaz y eficiente, para hacerla más funcional y poder lograr que, la implementación de las políticas de carácter socialista, puedan ser implementadas de manera exitosa.

El alma de la revolución está allí. Debemos demoler viejas costumbres. Si no lo hacemos habremos perdido el tiempo. Por más cambios políticos y económicos que nosotros hagamos, si no somos capaces de demoler las viejas costumbres, las odiosas diferencias de clase, los obscenos privilegios, y generar una nueva cultura de la igualdad, de la solidaridad, de la hermandad, de la fraternidad habremos perdido el tiempo. Se requiere que el poder popular ocupe todos los espacios, la contraloría popular; y, se requiere de los representantes del pueblo, mayor dedicación al trabajo, dedicación plena y absoluta.

Pues bien, un proceso de transformación radical del viejo modelo de formación social, de sus viejas estructuras de funcionamiento, requiere que el mismo sea dirigido a través del Poder Comunal: Democracia participativa y protagónica, revolucionaria y socialista. Nada se logrará sino entendemos que el "poder popular es el alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia revolucionaria, de la democracia verdadera". Nuestra democracia tiene que sostenerse en las "ciudades comunales", en las cuales debe concentrarse el esfuerzo político, económico y social para ir fraguando el camino que permita –a su vez- edificar el Estado comunal, en donde el poder comunal sea en verdad el poder del pueblo, como poder popular constituido.

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