Auditórium

El Pdte del colegio de ingenieros seccional sur de Anzoátegui, ‘muere de mengua’ en el Hospital de PDVSA San Tomé

Jueves, 09/05/2019 08:01 PM

"Rara vez os acercáis a un pobre para saber de su misma boca la causa de su miseria... ni para observar qué clase de miseria le aqueja, pues hay algunas tan extraordinarias, que no se alivian con la fácil limosna del ochavo... ni tampoco con el mendrugo de pan...." Benito Pérez Galdós.

¡Cómo es posible que el ingeniero Hugo Bartolini Bravo de 57 años de edad, trabador de pdvsa, y presidente de la seccional sur del colegio de ingenieros de Venezuela, así como un hombre afecto al llamado proceso revolucionario se esté muriendo de mengua, en un rico país petrolero hoy muy menguado, y arruinado!

El "Morir de Mengua" es una expresión que había casi desaparecido del léxico popular venezolano, hasta que vino esta tragedia económica que hoy padecemos todos los venezolanos, porque ‘mengua’ etimológicamente significa: "miseria, ruina, escasez, carencia" y un largo etcétera, sin embargo hoy en el país más rico en reservas petroleras, es incomprensible que "mengua" haya resucitado brutalmente y en forma inusitada, y ya es normal incorporarla a las actas de defunción en Venezuela como causal de muerte, en el país con las más altas reservas petroleras del mundo, por unos socialistas que mal utilizan hasta la saciedad el concepto de patria, cuando altos profesionales de la talla del ingeniero arriba mencionado se muere de mengua, y quien presenta el siguiente problema o cuadro clínico según el informe médico: Tu epidural T4-T6, Linfoma No Hodgkin Células Grandes Paraplejia Nivel Sensitivo T4-/5. Hugo fue operado a finales de noviembre del 2018 en el hospital de pdvsa San Tomé, y en el cual aun se mantiene ahí en cama sin poderse parar según me contó, y desde esa fecha no ha vuelto a caminar después de ser intervenido quirúrgicamente de un tumor canceroso en la columna, y desde esa alta cirugía está esperando por unas secciones de quimioterapia que no aparecen, y ante el desespero de no quererse morir, se comunicó conmigo para que haga esta denuncia pública a ver si alguna autoridad se conmueve ante su llamado de dolor. Espero que mi amigo no fallezca en este ínterin, porque no consigue el tratamiento quimioterapéutico requerido para este cáncer que lo afecta, y no tener los recursos económicos para adquirirlos o para tratarse en un centro médico privado.

Se me espeluscó el cuerpo cuando me localizó porque había perdido mi número telefónico: "Me muero de mengua Edgar como un perro, me dijo" me sentí muy mal cuando me dio esta mala noticia. Pero para muchos altos jerarcas de la revolución: "estas son cosas muy normales, y que le pasan a cualquiera". Pero para sus familiares y amigos, todavía creemos que no es "su hora". Y ojalá cuando salga esta denuncia. Su caso, no sea un caso cerrado, porque falleció. Y la procesión continúa. Como estamos viendo por la situación país, como vemos la población ha ido reduciendo sus condiciones de vida para ajustarlos a la realidad impuesta por el totalitarismo estalinista. Qué vamos a hacer ante esta tragedia. Es bueno cilantro pero no tanto diría la abuela, porque también está muy caro. Hemos regresado a la Venezuela rural donde no había pañales desechables, y había que lavar a diario los de tela, pero con el alto costo de los detergentes quien aguanta esa pela hoy. Yo no sé si Dios quiere a Hugo Bartolini en el cielo, pero cinco meses en cama esperando la quimioterapia, le ha salido escaras. Y las ganas de vivir se estrangulan en sus mandíbulas apretadas por la impotencia. Mientras los de la nomenklatura que detentan el poder gozan una bola y parte de otra en sus lujosas camionetas Toyota 2019. ¿Muchos se reirán de la tragedia de Hugo? ¿Acaso el sufrimiento de mengua de este ingeniero con una enfermedad terminal y trabajador de la otrora poderosa pdvsa, se muera por falta de medicamentos e insumos en un hospital petrolero? A esto hay que sumarle la desesperación de sus familiares condenados a ser espectadores del dolor de sus padres, e hijos que se deterioran impotentes ante sus ojos, por la atroz crueldad de los caribeños sin vínculos genéticos con la venezolanidad, y que, no les interesa para nada el concepto de nación, quienes se apoderaron del poder en este país apoyados por la codicia verde oliva. Y así la miseria alcanza a la mortalidad infantil de los barrios más depauperados por la pobreza propiciada por una desquiciada moral que en mala hora, clavó la bandera de esa isla, en la Patria de Bolívar, cuyo estado hoy, tal vez, es el más pobre de América Latina, que presenta "la más macabra imagen de la pobreza", en el cual las muertes por desnutrición o de mengua, han aumentado en más de un 60%. Y ante este dolor se le suma la indignidad con los muertos a quienes se niega el derecho a un entierro decente porque la familia no tiene con qué enterrarlo con dignidad.

La miseria ha traído de vuelta "la bolsa negra de la bruja", para la cristiana sepultura. Se ha perdido el orgullo de la venezolanidad, cuando nos arrastramos en una cola por una bombona de gas o una bolsa CLAP. Es triste ver a la juventud venezolana en su mejor edad productiva, casi desnuda y arremolinada en horas de la mañana, en la que estuvieran en una universidad educándose, haciendo cola para obtener su ración de migajas. Es doloroso tener que escribir estas cosas pero se ha perdido hasta la hombría frente al gobierno, a cambio de la sumisión, y la manutención de la familia. Hoy como el delicado estado de salud de Hugo Bartolini, también está en mengua la autoridad, el pacto social, la libertad y la democracia. En miseria extrema la decencia y la urbanidad. La sensatez, la coherencia, y la lucidez ruedan juntas a las ratas en el albañal. La población embobada vive sumida por los cantos de sirena detrás de un pensamiento estúpido, dividido entre saqueadores del erario público y cretinos, estos los que apoyan la operación ("leales siempre, traidores nunca") artificial del gobierno ayudándolo a quebrar los hospitales que prestaban los servicios de salud, ambos condenados a pan hoy, y hambre para mañana. Decaído también vemos el respeto internacional por la autoridad nacional. Así como destartalada está la seguridad personal, que una vez fue una república soberana y mejorable, así como la empresa privada está siendo abolida poco a poco. Venezuela es hoy un país menguado por la mengua de sus servicios públicos: Donde nada sirve ni la electricidad, telefonía, acueductos, hospitales etc. Su productividad está por el suelo, su sistema educativo, en el cual el estudio como fuente de crecimiento personal está en franco deterioro, más vale ser un despreciable bachaquero que un honorable ingeniero como Hugo Bartolini. Y es de terror el miedo desatado ante la brutal inflación que en forma implacable acaba con la supervivencia, derivada de la idiotez anti histórica de una maquinaria en el poder para fabricar miseria, que no entiende que lo que hay que preservar es el poder adquisitivo, y no el aumento del salario, que la hiperinflación vuelve sal y agua, ni que el valor de los bienes dependieran en forma acerada de la escasez". Pero ¿quién discute con militares y colectivos armados de fusiles? Lo único que no ha entrado en crisis es la desorbitada corrupción, ni el abuso de poder, ni el asalto a las libertades democráticas. No se ve un cese en la arrogancia de los culpables de esta tragedia venezolana, ni el cese de la idiotez en materia económica.

Pido disculpas por salirme del contexto de esta carta por obtener una ayuda inmediata para la recuperación de la salud del Ingeniero Químico Hugo Bartolini chavista de corazón, y amigo también de Tarek William Saab a quien me dijo que le hiciera saber de su enfermedad, esto tampoco hace merma en la arrechera que el hambre y la injusticia prodigan, y que me causó mucha tristeza cuando el amigo enfermo me dio el numero de su cuenta bancaria para hacer una colecta para comprar los tratamientos de quimioterapia, cosa que no voy a hacer. Porque Hugo Bartolini trabaja en una empresa de prestigio como pdvsa que debe ayudarlo a salir de este trance tan doloroso en su vida.

 

Nota leída aproximadamente 5499 veces.

Las noticias más leídas: