Propuesta de restructuración del mercado Las Pulgas

Martes, 12/11/2019 09:44 AM

El Mercado Las Pulgas es un mercado emblemático, creado en un contexto histórico de la democracia representativa, durante la Cuarta República, en el periodo cuando el expresidente Rafael Caldera, demócrata cristiano, lidero el proyecto de modernización urbana del casco central de la ciudad, perímetro que comprendía, la avenida 100, La Calle Comercio, El Saladillo, Las Playitas, la avenida Libertador, El Malecón, Las Playitas entre otras área. De esa intervención urbana podemos decir quedaron ruinas que se prologaron décadas, aún subsisten por ejemplo El Callejón de los Pobres, por ese pasaje circulaban tranvías, inclusive vehículos de transito de pasajeros, cuya calle Comercio, fue bloqueda por el centro Comercial San Felipe, dejando encerrada la Iglesia en ruinas, " ".

La Creación de las Pulgas data de la época de modernización y el desarrollismo, políticas que concentraba todo el comercio de pequeños comerciantes desplazando a los Piragueros, El Malecón hasta el propio Mercado Popular que mira hacia el Lago de Maracaibo, de frente al Malecón donde atracaban as piraguas que traía productos de la Costa Oriental del Lago, hoy se halla allí el Centro Cultural Lía Bermúdez. Así pues El Mercado Las Pulgas para su tiempo vino a ser una alternativa de comercio popular compuesta por emprendedores formales e informales, algunos de ellos desplazados del comercio informal de La Plaza Baralt que migraron al centro de la ciudad.

El problema de ese mercado emblemático hoy es que concentra cientos de emprendedores, comerciantes informales así como decenas de comerciantes formales, muchos de esos locales están cerrados, otros son depósitos, la mayoría de los comerciantes informales hacen sus actividades al aire libre, las vías de circulación de vehículos han sido privatizadas por particulares, alquilan mesas donde venden pequeñas cantidades mercancías, lo álgido de las ventas se concentran en La Paila Caliente, aparte de que se extiende hasta el mercado Periferico, otro de los creado por Caldera durante su mandato.

El problema del Mercado Las Pulgas es su concentración anárquica de trabajadores informales, sus problemas de higiene, la anárquica distribución de mesas de ventas, de organización de las ventas ocupando espacios vehiculares, aceras, no hay espacio donde no ocupe un vendedor informal, resulta difícil para el compradores desplazarse, comprar con comodidad, no sin tropiezos con otros compradores, con los mismos vendedores. La vida comercial es asfixiante, ruidos, humos productos de cocina ambulante, donde se preparan comida al aire libre, donde pululan moscas, y donde comen comerciantes y compradores.

Ya hemos dicho el Mercado Las Pulgas no se como nació su nombre, pero alude a un animal, a un chupasangre, a una especie de animal que se pega a los animales a modo de parásito, eso es El Pulguero, el mercado del pulguero, de cientos y miles de comerciantes aglomerados, compitiendo a modo de subsistencia muchos, otros viviendo de las ganancias masivas que da el comercio, en mejor posición, del contrabando, de la introducción de mercancía que llegan en la madrugada, alguna legal, otras no, vigilada por fuerzas públicas de quienes dicen controlan la entrada y salida de mercancías, unas nacionales y otras de países vecinos, cobrando por ello, miles de bolívares soberano, inclusive millones a maneras de un impuesto.

Hay que agregar que cada mesero, cada buhonero o trabajador informal paga una especie de impuesto por ocupar un espacio, situación que se disloco con la intervención de la Gobernación del Estado Zulia y La Alcaldía de Maracaibo, proceso inconcluso, suponemos porque no se tiene un Plan Estratégico, pueda que se tenga un Plan, pero no será viable, la metodología de intervención es burocrática, punitiva, sin dialogo popular, sin considerar los interés públicos de manera plena, integral, creemos que tanto el gobernador como el alcalde recularon, saben que ese modo de intervención genera un costo político, mientras tanto se visualiza las ruinas creadas por dicho operativo, ya sea en la adyacencias del mercado, pisos destruidos, instalaciones comerciales construidas de bloques demolidas, etc.

Al acercarnos al perfil oficial de los trabajadores informales podemos apreciar niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, inclusive adultos mayores, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, profesionales y no profesionales, venezolanos, colombianos, asiáticos, goajiros, todos mezclados, aglomerados, conviviendo en los espacios de trabajo, compitiendo, sobreviviendo a la guerra económica, a la hiperinflación, muchos de ellos viven en el Marite, se desplazan de la Curva al Centro, temprano por la mañana.

Dichos trabajadores informales son trabajadores que el capitalismo venezolano no es capaz de absorber, de emplear, son poblaciones desechadas, desempleados, población activa que no encuentran ocupación, que la revolución económica bolivariana ha sido incapaz de contratar sus servicios, ni el Plan Chamba Juvenil, ni la Negra Hipólita, inclusive las Misiones, tales individuos se ven ante la necesidad de trabajar para sobrevivir en el comercio, brindando un servicio de venta al aire libre donde se expende, alimentos tales como quesos, suero, ricota, salsas de guasacaca y picantes caseros, carnes, pescado, pollo, medicamentos de procedencia colombiana sin permiso alguno, prendas de vestir nuevos y usados, zapatos, útiles escolares, materiales ferreteros, herramientas algunas sustraídas, todo se vende, se mercantiliza a precios bajos eso si, de contado.

El mercado Las Pulgas, o el pulguero se caracterizan por ser un mercado popular, ostentando con ello, la fama de un mercado desordenado, anárquico, aglomerado, sin normas higiénicas, razones por las cuales muchas clases no acuden sin embargo en tiempo de guerra económica, las capas media y alta de la población se han visto obligada a rebajar el orgullo, su clase para acudir presta a comprar mediante las remesas del exterior, a precios mas bajo que los supermercados donde la hiperinflación reina y se paga con tarjetas de créditos o débito.

Decíamos que todo se venden en el mercado Las Pulgas, inclusive divisas, pesos y dólares, además bolívares soberanos, no sabemos su procedencia, su tráfico, actúan como casas de cambio los trabajadores informales de las divisas, suponemos que actúan en consonancia con las casas de cambio colombianas, aquellas ubicadas en la fronteras, son cajas de resonancia de la guerra de dólar contra el país. Ellos actúan como mediadores, como factores de anclaje de las divisas del dólar-peso-bolívar, como fijadores de precio del resto de las mercancías.

La crisis económica en el Zulia, específicamente en la cudad de Maracaibo, segunda ciudad de Venezuela, inducida por el imperialismo de los EE.UU. y su plan contrarrevolucionario, y su ofensiva neoliberal en la que el dólar es instrumento de guerra, detonador de la depauperación social, del empobrecimiento de los consumidores por la devaluación del bolívar y causa de la hiperinflación revela la existencia de un poder social de clase, de la alianza de la burguesía y el imperialismo, un plan conspirativo, subterráneo, a los fines de desestabilizar la economía y la sociedad, a tales fines el mercado Las Pulgas como cualquier mercado también es utilizado con propósitos a la par de mercado popular donde solo se aceptan dinero de alta denominación, ya sea de 500, 10.000, 20.000 e inclusive de 50.000 soberano.

Con tales acciones excluyentes, nos preguntamos quienes compran, será el pueblo, la clase media, o una parte rica de la sociedad que logran obtener tales billetes soberanos, por cuanto que los bancos están restringidos, estos dan muchas veces billetes de baja denominación, de 100, 200, ente otros, no aceptados en dicho mercado "popular".

 

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