Estimado Compatriota:
Reciba mi saludo fraterno junto al deseo por su bienestar familiar y éxito institucional.
Una lucha de larga data venimos librando los movimientos emancipatorios del Zulia contra los vestigios del oprobioso coloniaje al que fueron sometidos nuestros ancestros originarios en la cuenca del Lago Maracaibo. Somos los anú, "Hijos de la Madre Agua" o Güíntoin Schoinñi, en nuestra lengua añun nukú.
Esta lucha tuvo importantes hitos en décadas pasadas: el Congreso Cultural Cabimas 70; el Encuentro Cultural Armando Molero, donde se creó el capítulo zuliano del Movimiento de los Poderes Creadores del Pueblo Aquiles Nazoa en 1977; el Primer Encuentro Nacional Indígena de Venezuela que realizamos en 1979; por sólo mencionar tres de los más significativos. Para nosotros el esfuerzo descolonizador no es una moda, ni una reciente creación de intelectuales foráneos, no; ha sido nuestra práctica militante constante, sin financiamientos ni apoyos mediáticos.
Hemos cosechado logros importantes: rescatar el sentido de pertenencia al pueblo añú originario luego de siglos de desarraigo, reivindicar nuestra épica ancestral en la figura egregia del Cacique Nigale, verdadero héroe de la resistencia indígena en el Lago Maracaibo; reinterpretar nuestra historia desarmando la trama colonialista según la cual los invasores nos "descubrieron" y "fundaron" nuestras poblaciones; revalorizando la historia patria y reafirmando nuestra irrenunciable condición bolivariana, ejemplificada por el prócer Rafael Urdaneta, símbolo de lealtad y perseverancia.
Un caso particular nos convoca a cerrar filas: en el municipio Lagunillas, emporio petrolero que enriqueció las arcas de la nación por más de un siglo, se libra en este momento el combate más feroz entre las fuerzas liberadoras de la conciencia y el conservatismo más recalcitrante que haya engendrado el colonialismo decadente y el imperialismo petrolero.
Para resumirlo en términos del periodismo deportivo: este enero se verán las caras en el cuadrilátero el patriota bolivariano General Rafael Urdaneta contra el invasor español Alonso de Ojeda.
Definir a cuál de ellos se apoya, será una metodología precisa para saber si se está con la Patria o con quienes pretender mancillarla.
Un poco de historia esclarecedora
La localidad de Lagunillas, es la población que a finales del siglo XIX y comienzos del XX llamaban "Lagunillas de Agua", para referirse a un terreno anegadizo que en la marea llena se inundaba con las aguas del Lago Maracaibo. Así la venían denominando coloquialmente los españoles desde mucho antes, aunque su nombre original es Paraute.
El pueblo de palafitos, habitado por el pueblo añú maracaibero, tiene su historia y su valoración. En 1607 cuando la invasión europea seguía insistiendo en apoderarse de la pista lacustre del Maracaibo, Paraute fue incendiado por el capitán español Juan Pacheco Maldonado, quien vino desde Trujillo con la misión de derrotar la última guerrilla que resistía en defensa de la patria añú comandada por Nigale.
Pero aún antes, en tiempos de la invasión alemana de Ambrosio Alfinger, Paraute fue un campo de batalla con su cacique Tomaenguola al frente combatiendo reciamente al agresor extranjero. De manera que, Paraute no es cualquier nombre caprichoso, es una referencia de lucha ancestral, con un significado muy especial y muy sentido en el idioma original del Lago: Ser de las Aguas.
Urdaneta, sencillamente heroico
Debería ser obvio el motivo de refundar una ciudad con el nombre del General Rafael Urdaneta, pero no pasemos inadvertido que estamos hablando del hombre que más fielmente acompañó al Libertador en toda su gesta:
- Habiéndose alzado contra la Corona en Bogotá en julio de 1810, por convencimiento propio y espontáneo, se incorporó a la Campaña Admirable desde su gestación.
- Es el oficial con tropa que aporta su fuerza decisiva al Simón Bolívar que pretende ser desconocido por algunos jefes granadinos, quedando para la antología de la lealtad su célebre frase: "Si con dos hombres bastara para libertar la Patria, presto estoy a acompañarlo a Usted". Toda su vida fue un monumento a la honra del aquel compromiso.
- Es el General a quien Bolívar califica de "Brillante", "el más leal", "el eje de sus operaciones militares".
- Es el compañero que se bate con los complotados magnicidas de septiembre de 1828.
- Es el reivindicador en Venezuela de la figura del Libertador que tan injusta y grotescamente había sido execrada, trayendo sus restos inmortales al suelo patrio con los honores merecidos.
Vencer la muerte y el olvido
Las luchas simbólicas han adquirido en el siglo reciente, una importancia determinante para la definición de las contradicciones sistémicas entre el bando oligárquico-imperialista, y los pueblos que aspiran su autodeterminación y redención.
Miremos sólo el ejemplo de la Wiphala boliviana y sabremos que no es desdeñable sostener los iconos de nuestra pertenencia a la causa correcta en la historia.
Modificar las nomenclaturas impuestas por el colonialismo y el imperialismo, es apenas un paso para sacarnos del alma las amarras que nos atan a una cultura de la sumisión. Pero es también rescatar las nombradías de nuestras auténticas raíces como nación soberana. Somos un pueblo con épica, más si a ésta olvidamos, seremos presa fácil de las apetencias foráneas. Los pueblos que pierden la conexión con su ancestralidad se vuelven débiles de espíritu colectivo y poco podrán hacer frente al poderoso invasor.
Con Paraute queda la deuda de hacer justicia para con las víctimas del genocidio provocado el 13 de noviembre de 1939, cuando la petrolera Gulf lo incendió para desplazarlo y tomarse para sí la bahía sembrada de petróleos livianos.
Con Urdaneta sigue pendiente reconocerle su lugar en la historiografía nacional y latinoamericana, toda vez que una concepción colonial-centralista se lo negó mezquinamente.
Petitorio
Señor Presidente
Estimado compatriota:
Pido en nombre del pueblo añú y del Zulia en general, que derogue el decreto de 1937 por el cual el dictador Eleazar López Contreras decidió –ofensivamente- poner el nombre del invasor Alonso de Ojeda a la ancestral población de Paraute, y emita uno nuevo renombrando la actual Ciudad Ojeda como CIUDAD URDANETA.
Respetuosamente recomiendo que dicho Decreto contenga un Plan de Refundación que implique la total modernización de la ciudad, previendo inversiones significativas para la adecuación integral de sus servicios públicos y acometiendo –con criterios ecológicos sustentables- el impulso a sus actividades industriales, comerciales, académicas, científicas, culturales, como metrópoli de nuevo tipo que sirva de referente urbano de la Costa Oriental del Lago y el país. Esto es posible reactivando el aprovechamiento del potencial petrolero de la zona, que aspiramos se lleve a cabo en el corto plazo, con criterio soberanista y patriótico, poniendo el acento en la conquista de niveles de vida dignos para la población local y regional.
Asimismo, pido respaldo para las diligencias que la Alcaldía, la Cámara Municipal, y el Consejo Legislativo del Estado Zulia, deben gestionar en el ámbito de sus competencias específicas.
Por el rescate de Paraute y la refundación de una CIUDAD URDANETA que sea merecedora de honrar al más leal bolivariano,
Yldefonso Finol
Constituyente de 1999
Cronista de Maracaibo
A los 13 días del mes de enero de 2020
C. C. Gobernador del Zulia Omar Prieto/Alcalde de Lagunillas Leonidas González