Para hoy martes 8 de junio del 2021 está citado a la Fiscalía, el ex alcalde de Barcelona, Anzoátegui, Guillermo Martínez. Sus pocos amigos manifiestan que lo inaceptable es que se abra el caso en época electoral. A este señor se le acusa de acuerdo al diario digital El Vistazo de la ciudad de El Tigre, por la presunta venta ilegal de 300 hectáreas de ejidos municipales.
Todavía no ha sido detenido, prometió presentarse hoy en la capital de la republica. Lógicamente lo interrogaran y declarará, pero ya la defensa se basa en el hecho de la fecha de la cita, dejando de un lado si en realidad es culpable o no, pretender lanzar apaga fuegos, con tan frágil argumentación carece de sentido.
Guillermo Martínez, irrumpe en la vida política, tras ser empleado de Pdvsa, se une a un grupo de jóvenes chavistas, en su mayoría universitarios, y siempre andaba exhibiendo un libro rojo, para aparentar ser revolucionario. Se pone a estudiar derecho en horas nocturnas, buscando desde esa posición complementar un liderazgo para futuras aspiraciones políticas.
Su unión con el profesor Aristobulo, fue la clave fundamental pada lograr metas, participó en unas primarias, quedando después de la ambulancia y con todo y eso el profe logro imponerlo en Caracas como el candidato del Psuv.
En esa campaña consigue otro aliado que prácticamente se convirtió en su asesor, incorporando además factores políticos como la Causa R, y Bandera Roja entre otros. En ese proceso, prometió mucho, prácticamente quebró a un señor que vendía hamburguesas y pepitos en un tráiler cercano al Bacazaraza. Lo peor fue que prometiendo ayudarlo convirtiéndolo en proveedor de la arepera municipal, y la deuda contraída lo terminó de llevar al foso.
Este señor siempre fue un autoritario, cuentos e historias de sus encontronazos a todos los niveles se oyen en las calles de Barcelona, cuando alguien escucha que aspira ser candidato. En el sector Palotal, casi se va a las manos con un joven barbero, que le hizo reclamos frente a unos periodistas, porque entre otras cosas él no le había dado permiso para que lo tuteara, y no debió reclamarle en público.
Otro día llegó a un puesto de vigilancia de la Guardia Nacional, ubicado en el sector La chica, dándoles ordenes a los uniformados, los que por poco lo detienen por grosero y falta de respeto, recordándole que ellos recibían ordenes solamente de su comandante.
Solo se preocupaba en proyectar y promocionar obras faraónicas como el terminal de pasajeros que nunca construyó, solamente en la mente de un director general que un día declaró lo estaban haciendo en otra parte con piezas metálicas, y al estar listo lo trasladarían en helicópteros.
Por supuesto la obra turística de Caicara para desplazar a Lechería, para al final paralizarse con todas las consecuencias que ha causado legalmente. El problema de este señor es que tomó a Barcelona como si fuese una finca de su propiedad apoyado por Aristobulo, se sintió con derecho a hacer lo que le viniera en gana, pero en esas decisiones no podía colocar testaferros, y aparentemente le salió el tiro por la culata.
Ahora bien Tarek, simplemente hace su trabajo. Esa defensa con argumentación loca, y la publicación de un video familiar, casi pidiendo clemencia, deja mal parado a Guillermo Martínez, pues demuestra que no tiene seguidores para convertirse en candidato de nada. Ni siquiera cuenta con los que fueron choferes y guarda espaldas, ya que los tenía traumatizados a punta de regaños.
Primero anunció sus aspiraciones a gobernador, buscando negociar para volver a ser candidato a alcalde en Barcelona, Luego a la muerte de Aristobulo, baja sus aspiraciones a la alcaldía barcelonesa, intentando conseguir encabezar la lista a diputados regionales por el chavismo. Es que ya sabía del expediente y al final estaba buscando herramientas para protegerse, y hoy aún más, por la falte del profe.