Guillermo ¿El protegido de Diosdado?

Lunes, 02/08/2021 01:19 PM

Diosdado Cabello pasara a la historia como todo un personaje controversial que usa el verbo para intentar dominar múltiples situaciones. Esa virtud tuvo que aprenderla en el Furrial, porque en Caracas no pudo ser, ya que ha sabido liderar buena parte de las voluntades en esa organización creada por Chávez. Es como entender la astucia de los colombianos de la frontera en contraposición a los nacidos y criados en Bogotá.

Eso de decir que no existe línea política a favor de algún dirigente, hablar de la necesidad de que un candidato a gobernador ande rodeado de todos los aspirantes a alcaldes, se cae de plano al convertirse en el protector de un precandidato. En Barcelona en donde se han se han desatado los demonios de la revolución, su cercanía al precandidato Guillermo Martínez se comenta en calles y barrios de la capital del estado Anzoátegui. Él mismo sin nombrarlo, en aquel recordado programa en donde habló de La mafia Oriental, dijo que no explicaba que se llamase a declarar después de varios meses a personas participantes, precisamente en los días cercanos a los comicios internos.

Siendo Guillermo Martínez el único precandidato llamado a declarar en calidad de testigo al Ministerio Publico. Regresó supuestamente victorioso, lo que dicen sintiéndose guapo y apoyado. Pues fue temeroso, días antes de acudir dio declaraciones, lo tomó como una acción para detener sus aspiraciones, hasta se llevó un equipo de comunicadores para transmitir por radio el día de la audiencia. Regresó pero el fantasma de los terrenos de Caicara no lo deja trabajar tranquilo. No se sabe cuando pueden volverlo a citar de la Fisccalía y no se sabe en calidad de qué.

Martínez se inicia en la actividad política después de ser empleado petrolera, graduándose posteriormente de abogado en la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho, se casa con una educada y prestigiosa dama barcelonesa, hija de un exsindico procurador de la ciudad de Barcelona. De tal manera que su vinculación con el mundo de los terrenos viene desde antes de ser alcalde del Municipio Simón Bolívar.

Llega al chavismo después de hacer vida política con el grupo de las manitos blancos, llámese oposición, y viendo que allí no podía tener liderazgo, pues en esa organización al igual que Primero Justicia sobran los sifrinos, se marchó al chavismo, al menos en Anzoátegui el único negro era Richard Arteaga que como abogado se coleó, pero no aguantó la mecha también se fue, pero con los alacranes de David De Lima, personaje que también asesoró a Guillermo Martínez en la campaña electoral.

El exalcalde Martínez entra al chavismo y se convierte en el anfitrión obligado del desaparecido profesor Aristobulo Istúriz. Organizaba fiestas y paseos recreacionales, esa actitud le hizo ganar la confianza del profe, aunque al final de sus días ya le había empezado a perder la confianza, aparentemente no lo defendió plenamente en los problemas de Martínez, al menos eso supuestamente lo manifestaba Guillermo en algunas ocasiones.

Aristobulo en principio lo nombró secretario de gobierno, actuaba casi como el propio gobernador, por los constantes viajes del profe a Caracas. De allí le dio el apoyo para la alcaldía de Barcelona. Y como protector era en la práctica la mano derecha de Aristobulo. La suerte siguió ayudando a Guillermo, porque de político así haga todos los post grados del mundo nunca podrá aprender, esa personalidad autoritaria y regañona, que esconde en tiempo de campaña, lo perjudica e irrespeta a la persona humana. Dársela de valiente en circunstancias bastante favorables para él porque ahora se cree el ahijado de Diosdado, es otra mentira. No puede ser valiente el que humilla a los demás.

Estos últimos días ha bajado la actividad, inclusive no asistió a un programa de radio. Será que se dio cuenta que los números no le dan, entendió quizás, que andar regalando dadivas en tiempo de campañas y perderse por cuatro años le quitan la máscara de carismático.

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