El 100% de la población de Cagua, estado Aragua, no recibe agua potable por tuberías

Miércoles, 04/08/2021 02:58 PM

Los conceptos cotidianos no solo suelen ser limitados, sino que también conducen a interpretar erróneamente la realidad. La limitación y consecuencias del uso de estos conceptos, debe ser contrarrestada con conceptos científicos. Se ha postulado tradicionalmente que la escuela es el lugar más apropiado para la formación de los conceptos científicos. Pero, lamentablemente en nuestras escuelas no se suela fomentar la formación de estos conceptos, pero aún, hay grupos importantes e influyentes de educadores que sostienen que no se debe estudiar ciencias en la escuela, sobre todo en la escuela primaria. Un aspecto de la formación de los conceptos científicos es la apropiación de la definición de dichos conceptos. En nuestras escuelas, por lo general, se promueve la formación de conceptos sobre la base de generalizaciones empíricas, de manera similar al proceso de formación de los conceptos cotidianos. Estas definiciones son elaboradas atendiendo a características comunes empíricas de una familia de objetos o fenómenos. En el caso del agua potable, la mayoría de las personas está convencida que el agua que viene por una tubería y es distribuida en asentamientos urbanos es agua potable. Este concepto cotidiano es limitado, en él se toma en cuenta solo un aspecto no esencial del agua potable. Incluso políticos y funcionarios públicos son portadores de esta concepción errónea. Hemos oído a altos funcionarios del gobierno afirmar que en Venezuela la mayoría de la población urbana tiene acceso a agua potable, afirmación que no es del todo cierta y que se sustenta en una concepción errónea del agua potable. El objetivo de este artículo es contribuir a la formación del concepto científico de agua potable y, por tanto, contribuir a una mejor comprensión de la realidad. Esa mejor comprensión de la realidad es fundamental para entender cuándo el Estado o cualquier otro responsable estaría cumpliendo con sus compromisos. Es vital poder reconocer cuando se estaría realmente cumpliendo con los derechos humanos fundamentales, tales como el acceso al agua potable.

¿Qué es el agua potable?

Una primera aclaratoria, el agua potable no necesariamente es el agua que llega por tubería a cada casa. El agua potable puede ser distribuida de diversas maneras. Una de estas es envasada en botellones de vidrio o plástico, de uso muy común en sitios de trabajo. Otra manera es en recipientes y recogida por los mismos usuarios. En efecto, para la Organización Mundial de la Salud (OMS) una población tiene acceso a agua potable cuando la fuente más cercana de dicha agua se encuentra ubicada a menos de un kilómetro de distancia de sus residencias.

Podemos definir el agua potable como agua dulce apta para el consumo humano, que está libre de microorganismos y sustancias tóxicas. No toda agua dulce es agua potable. El agua potable no se consigue en la naturaleza. El agua potable es el producto de una actividad humana: el proceso de potabilización.

¿En qué consiste el proceso de potabilización del agua?

El proceso de potabilización del agua es una actividad humana que consiste de:

  • Captación del agua desde fuentes de aguas naturales como ríos, lagos o embalses. A través de un conjunto de electrobombas se colecta el agua y durante su transporte se va filtrando por una serie de rejas de distintos tamaños que van reteniendo los sólidos.
  • Coagulación/floculación. Con este tratamiento se eliminan las algas, el plancton y otros tipos de sustancias. Los productos que se usan en esta fase son los que pueden producir, después, olor y sabor al agua.
  • Sedimentación. Elimina los flóculos mediante la acción de la gravedad.
  • Filtración. El agua pasa a través de un filtro o un medio poroso con el objetivo de reducir la turbidez del agua y quistes de organismos parásitos.
  • Desinfección. Consiste en la eliminación de los microorganismos patógenos del agua. (Fuente: https://www.fundacionaquae.org/caracteristicas-agua-potable/)

Una vez sometida el agua dulce al proceso de potabilización obtenemos agua potable. Este tipo de agua producto del trabajo humano tiene una serie de características particulares que la diferencian de otros tipos de agua.

¿Cuáles son las características del agua potable?

Como ya dijimos, el agua potable no se consigue como tal en la naturaleza. Contamos con una lista de características del agua potable que nos permiten distinguirla de otros tipos de agua, estas características son:

 

  1. Debe ser limpia y segura. Para su consumo y su uso en la producción de otros alimentos no puede presentar ningún riesgo de contraer cualquier enfermedad.
  2. Debe ser incolora. El agua potable ha de ser transparente, aunque a veces, por el cloro, pueda parecer blanquecina.
  3. Debe ser inodora. No puede incluir nada en su composición que pueda generar olor en ella.
  4. Debe ser insípida. No puede tener sabor. Si lo tiene, existe algún elemento en la composición que lo está generando.
  5. Carecer de elementos en suspensión. El agua potable no puede presentar turbiedad alguna, salvo aquella que provoque la presión de las tuberías. En este caso, deberá desaparecer en un breve lapso de tiempo.
  6. Libre de contaminantes orgánicos, inorgánicos o radiactivos.
  7. Mantener una proporción determinada de gases y sales inorgánicas disueltas.
  8. No debe contener microorganismos patógenos que puedan poner en peligro la salud. Para ello se deben realizar análisis exhaustivos sobre la concentración de bacterias coliformes y otras de origen fecal. (Fuente: https://www.fundacionaquae.org/caracteristicas-agua-potable/)

El agua que recibimos directamente por las tuberías en nuestras casas en Cagua no es agua potable, definida tal como lo hemos hecho anteriormente. Recibimos agua dulce proveniente de diversas fuentes. El agua que suministra Hidrocentro a algunos sectores del Municipio Sucre del estado Aragua viene de pozos ubicados en el pueblo o del acueducto centralizado. Otros sectores del pueblo reciben agua proveniente de pozos administrados por entes privados. En ninguno de esos casos se trata de suministro de aguas sometidas a un proceso de potabilización. Una manera de mejorar la situación en cada casa es recurrir uno mismo a uno de los procesos más sencillos de tratamiento del agua dulce para convertirla en agua razonablemente potable: primero filtrarla y luego hervirla.

 

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