Dante Rivas y el abordaje del problema de agua en Margarita

Jueves, 26/08/2021 07:52 AM

Dante Rivas, por momentos escribe sobre "sus planes", que supongo no existen como tales, pero él aprovecha los artículos que publica en Aporrea y va tejiendo situaciones sobre acciones ejecutadas, que previamente no la hemos leído como parte de un plan.

Dante Rivas escribió sobre su plan Nueva Esparta. Antes había escrito sobre la reforma de la ley de puerto libre y zona franca y a esta reforma le asignaba la función de plan. https://www.aporrea.org/regionales/a304360.html

En algunos de estos "planes"; Dante Rivas ha tratado (a su manera) el grave y difícil problema del agua en Margarita y en estos escritos, el tema del agua ha sido observado bajo una perspectiva muy técnica y sin una referencia sobre los usuarios del servicio, como valorando, que una vez el agua bombeadas por el sistema de acueductos que cubre los circuitos; todos se benefician de igual manera. Un plan es la suma de muchos proyectos, que responde a la lectura que el equipo político realiza de una realidad y hay varias. Un plan siempre lleva como parte de su contenido una apuesta política y social. Un plan son problemas que se juzgan desde esa perspectiva y los proyectos se ordenan desde esa valoración política y social. Por supuesto, todo ese orden de prioridades debe evaluarse también financieramente.

El problema según lo leído en sus escritos, se ataca con el control de las fugas, la disminución de los ciclos y precisa de otros detalles (puntos de bombeos) que pueden incluirse en lo estrictamente técnico. Se han corregido fugas según las informaciones aportadas, recuperados miles de litros pero el ciclo largo se mantiene y hay sectores donde la falta del líquido es muy evidente. Cuando toca el ciclo por donde vivo; el agua no llega como debería llegar. Se requiere de una bomba para jalarla.

El ciclo dura más de dos días y casi nadie tiene medios suficientes para almacenarla. En esto está un asunto problemático, que unos consejos comunales (casi inexistentes) deben abordar.

En uno de estos artículos Dante precisa lo siguiente: "Aprovechamos una parada programada del sistema y nos fuimos para Hato Orinoco, en Tubores y para El Espinal Sur, en Díaz. Llegamos a acuerdos con nuestros agricultores, buscamos alternativas y logramos adecuar 76 tomas irregulares que nos permitieron ganar unos 100 litros de agua por segundo. Además, recuperamos 170 litros en tierra firme reparando diferentes fugas en el ramal oeste y transpeninsular (Araya). Gracias a estas labores logramos sumar para la Isla 270 litros de agua en total. https://www.aporrea.org/regionales/a302488.html.

Los sectores pobres apenas tienen capacidad para almacenar agua para unos 10 días y los camiones que reparten agua de manera gratuita no se ven con la frecuencia requerida. No es esta una aproximación caprichosa. Muy cerca de donde vivo, hay como 15 familias y a partir del día 10, después de cerrado el ciclo, comienzan a llegar a mi casa personas pidiendo un botellón de agua. A partir de ese momento, la situación se vuelve recurrente.

Una política de distribución del agua con una visión social y de igualdad o más o menos igualdad, debe recoger esta situación y presentar una alternativa viable que le permita a los sectores pobres un servicio más regular. En los tiempos de antes, los pueblos en jornadas comunitarias tenían una política de agua. Los antiguos pozos construidos con el concurso de la comunidad, fueron parte de esa política comunitaria. Los tinajones que abundaban en las casas, se colocaban en sitios precisos para recoger el agua de las lluvias. Todo esto servía como reserva de agua.

Hoy la idea de los pozos (lagunas) no parece viable, aunque a diferencia de ayer, hoy se cuenta con Consejos Comunales. Ayer los pozos fueron parte de una solución.

Hoy con el concurso de estos consejos, que casi no se siente comunitariamente, es posible levantar mapas de escasez de agua por municipio e iniciar una política que permita atenuar la situación difícil que viven estos sectores. Puede ser una política articulada entre las alcaldías y la gobernación, bajo el supuesto cierto, que las comunidades y su bienestar son la razón de su existencia. Esta idea puede dar motivo para promover ventas económicas de tanques, construir tanques (alcantarillas) públicas en estos sectores y asegurarnos, que estas comunidades pueden tener y contar con una mayor capacidad de reserva de agua.

Es importante entonces, tener capacidad para incidir en los aspectos técnicos y desarrollar una política social, que le garantice a los sectores menos favorecidos un servicio más efectivo. Esto reclama algo más que tirar el agua por las tuberías. Hay familias que no disponen de una pequeña bomba hidroneumática, que es la que garantiza disponer de un poco de agua.

Esta posibilidad exige un cierto aprendizaje, que pasa por la organización, la contraloría y la capacidad y fuerza para reclamar.

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