Se supone que la revolución debe buscar resolver los problemas de la comunidad, aparte de elevar el desarrollo personal del ser humano. En Barcelona (Venezuela) no repitieron como postulados muchos concejales y diputados regionales. No brindaron resultados satisfactorios para los habitantes. Igualmente a nivel nacional no se les aprobó la reelección a un 70 % de la dirigencia.
Se entiende que es una forma de reconocer el chavismo sus errores, pero nadie entiende las verdaderas razones por las que algunas personas son ascendidas en la aspiración de cargos al tener un saldo completamente negativo en sus funciones administrativas de cara a la población barcelonesa, ese es el caso de la candidata a alcaldesa licenciada Sugei Herrera.
Y precisamente este pasado lunes en el programa radial del exgobernador y periodista Alexis Rosas, un entrevistado directivo de una compañía encuestadora, afirmó que la peor candidata del chavismo en el estado Anzoátegui era Sugey Herrera. El conductor preguntó por dos veces el por qué de ese calificativo y el señor no contestó, se hizo el loco cambiando el tema.
Realmente la aspirante llega a la capital del estado así como aparecida o caída de la estratosfera. Nadie sabe de dónde viene, a la fecha no ha enseñado su currículo. Solo se dice que trabajó con Luis José Marcano, protector del estado en los tiempos que fue ministro de información. Inclusive se desconoce si por el nombre tiene raíces asiáticas, lo que no es pecado alguno. Eso no importa.
Como tampoco importa que no sea nativa del municipio ni del estado, lo que en honor a la verdad no se sabe. Venezolana si debe ser, porque para inscribirse como candidata a alcaldesa tuvo que presentar cedula nacional. Malo es que nunca tuvo actividad política o social en la ciudad, su espacio de trabajo eran las cuatro paredes de la oficina del cargo que le asignó Marcano.
Cae en el error que ser político es entregar dadivas, sobre todo si no son de su bolsillo. La historia dice que al dejar de regalar dinero se acaba el falso liderazgo. Ella olvida y piensa que la gente tiene mala memoria, al no recordar que fue directora general de la alcaldía, manejando inmensos recursos financieros, pues era ella la encargada de gerenciar los impuestos y ventas de ejidos.
Su poder fue y es tan grande que hasta ocasionó el enfrentamiento con una alcaldesa la cual fue destituida, por la dirección nacional del Psuv, debido a las exigencias de Luis José Marcano. Ella decidía si había disponibilidad financiera para realizar alguna obra. Desafortunadamente para la comunidad saboteo el trabajo, colaborando en el destrozo de Barcelona.
No se le puede premiar postulándola como alcaldesa a menos que busquen perder, o sea simple y llanamente un capricho del protector en esa errada idea de creer que un partido es una parcela personal donde se quiere manejar las decisiones de una manera autoritaria, ya que ante la escasez de liderazgo, no van a los barrios evitando contactos con las personas, pretendiendo ser jefes a través de caporales leales a sus mandatos.
Sugey también se aleja de la gente, hace visitas acompañada de escoltas uniformados de policías municipales. Tiene una señorita que dice ser periodista, la que le maneja la agenda como una guardia de prisión, teniéndola secuestrada, ni por teléfono se puede hablar con ella. Los barceloneses se preguntan si eso es ahora que será cuando sea electa Alcaldesa. Barcelona necesita de gerentes municipales que les duelan la ciudad y las parroquias rurales.