Me traslade a la urbanización Boyacá Quinto, en la capital del estado Anzoátegui, quería revisar personalmente la capacidad de convocatoria del candidato a gobernador José Brito. Cuestión de comprobar la verdadera asistencia a esas asambleas. Tuve la precaución de irme desde horas del mediodía a uno reunión convocada para las 6 de la tarde. Resulta que desde las 12 comenzaron a repartir tickets donde se rifaban artefactos eléctricos a los asistentes.
No se sabe si en el fondo ya el dinero se les está acabando, porque comprar víveres para 300 personas es bastante costoso. O entendió Brito que la repartidera de bolsas de comida lo identificaba más con sus socios maduristas. Este método populista lo intentó implementar el candidato que se hacía llamar el "Papa" Oriental, Antonio Cedeño, pero su jefe de campaña lo saboteo, ya que a él le convenía más la compra de víveres para realizar los arepazos.
El equipo de Brito repartió gratuitamente alrededor de 500 tickets, invitando para la asamblea en la cancha, nada de mensaje, un pragmatismo total. Asistieron la mitad de los invitados. Rifándose únicamente 8 artefactos eléctricos, entre licuadoras, hornos eléctricos, exprimidor de jugos, etc. Las ganadoras eran las que aparecían abrazándolo en el video. El saldo fue de 200 descontentos.
Pero José Brito ya había practicado esta forma de hacer política con su misma persona, en Caracas cuando fingía de diputado de la Asamblea Nacional integrante de la fracción de oposición, pues era un infiltrado, rifó su voto y junto con el su dignidad. El encargado de vender todos los talonarios enumerados fue el exgobernador David De Lima, llevándose la mayor tajada.
Desde la extradición de Alex Saab, Brito eliminó de su pírrico discurro, el argumento que ahora le tenían que dar la razón, él decía que con lo del caso Monómeros se demostraba que tuvo razón. Y no fue así a él lo llamaron miembro fundador de la fracción Clap, en el momento que manipuló a Luis Parra y Richard Arteaga, también diputados para la época.
Convenciéndolos a viajar por el mundo llevando una carta de buena conducta defendiendo a Saab. Su traición fue pública, luego se ganan el calificativo de alacranes al intentar comprar la dignidad de otros diputados con el cuento de la revolución de la provincia. Con la firme idea de destituir a Guaidó, con el apoyo de los votos de la fracción chavista.
Brito sabe que va a perder, pagando la presencia de los votantes en las asambleas y marchas no gana, no va a tener suficientes dólares para comprar tantos votos. Esta haciendo el trabajo para el cual vendió su dignidad, quitarle votos a la oposición a favor Luis José Marcano, para asegurarle la gobernación de Anzoátegui. Craso error, son más los chavistas decepcionados los que se le acercan a su lado.
Brito no tiene un pelo de gafo, el concepto del juego de azar lo aplica en todas partes. Basa sus votos en la promoción personal. Sus candidatos alcaldes son una aventura, nadie serio y honesto se va aprestar para ese circo montado por el madurismo. Hay nombres como el de Jacinto Romero Luna en Anaco y Dennys Balza en Barcelona, que ya dieron lo que tenían de algún liderazgo del pasado. Sus nombres solo sirven para llenar una nomina de apariencias.
Con ellos más que una rifa, practica el juego de dados, lanzándolos a ver qué pasa. En El Tigre con Paraqueima y en Puerto La Cruz con Marcos Figueroa, sabe que son liderazgos degastados y derrotados, fichas por lo demás con antecedentes chavistas. Porque para este pacto con el madurismo tenía que colocar candidatos controlables para el oficialismo y con pocas posibilidades de ganar