Mucha gente evade la evaluación de resultados y unos pocos se dedican a usar el mismo para buscar culpables de situaciones que en muchos casos fue estimulada por ellos.
Como prometí, hoy me tomo la libertad de opinar sin ánimos de ofender aunque muchas veces, "la verdad ofende".
Primero los invito a comparar las cifras de la página oficial del CNE de las elecciones de 2017.
Después de la actitud irracional de Juan Pablo Guanipa, quien abandonó el cargo luego de derrotar a Francisco Arias, fueron convocadas nuevas elecciones en las que Omar Prieto venció a Manuel Rosales con el resultado siguiente:
Omar Prieto 710029 57,51%
Manuel Rosales 515269 41,73%
Ahora comparemos la diferencia con el resultado del pasado 21N del presente año; Manuel Rosales le gana a Omar Prieto con menos votos de los que obtuvo cuando perdió, 505059 56,90% y Omar Prieto pierde con una amplia reducción de la votación anterior, 319864 36,03%.
Ya los visionarios miopes de la política están buscando culpables para evadir las causas y responsables, he leído varias opiniones y coincido en las razones expuestas por Magdely Valbuena e Idelfonso Finol, quienes analizan desde una perspectiva política e ideológica muy cercana a mis ideas sobre el particular.
Si Manuel Rosales derrotó a Omar Prieto obteniendo menos votos que en 2017, quiere decir que no existe la posibilidad de que se le puedan sumar "votos chavistas" pero si es reflejo claro de que las viejas pasiones y el antagonismo entre grupos internos del PSUV se expresaron en la desmovilización y en la votación hacia la derecha, por línea política y por el manejo de cuantiosos recursos provenientes del robo de Monómeros, en Maracaibo, el equipo de Rosales, pago 30 dolares y un combo de alimentos por voto.
Ahora vamos a Cabimas, aquí en nuestro espacio natural ocurrió algo peor, porque "algunos camaradas", cuyo discurso los delata, hicieron el juego macabro de facilitar la victoria de la derecha en la alcaldía y esto que les voy a decir no es un cuento de camino.
A nivel de la región existe la pugna histórica de dos grupos, la dirigencia no estuvo a la altura de convocar la unidad en la gestión de gobierno y lo peor es que estos enfrentamos vieron su peor momento durante la postulación y elecciones primarias.
En Cabimas, el alcalde Pedro Duarte estuvo a la vanguardia de la convocatoria a la unidad del movimiento revolucionario y más allá de nuestra base política de apoyo, a otros sectores como la empresa privada y la iglesia con el fin de hacer gestión para bienestar de todos en este momento histórico tan complejo y contradictorio por las consecuencias de la injerencia imperial y la pandemia del covid 19.
La dirigencia fue permeada desde el principio por las aspiraciones irracionales de algunos "camaradas", que creen tener el derecho Divino a gobernar nuestra ciudad al costo que sea, de ahí toda la locura desatada durante las postulaciones y elecciones primarias, la activación de laboratorios de guerra sucia, el sabotaje desde Corpoelec con el racionamiento y bajones, además de la ambigüedad del equipo del gobernador al tener durante más de tres años "un gobierno municipal paralelo" que produjeron las condiciones para que, uno de los pocos alcaldes del país con gestión de gobierno y postulado a reelección fuera derrotado por un verdadero desconocido que además no hizo campaña, ellos tenían el juego macabro montado.
Algunos de los ex precandidatos folklóricos hicieron el cálculo político de que, la única manera de ellos llegar al gobierno era evitando la victoria de Pedro Duarte y así lo hicieron.
Sin prejuicios y con todo el descaro direccionaron todo el apoyo hacia el candidato de la derecha, en la revisión de la estructura de la organización social de base se hará visible quien participó, quien no lo hizo y quién lo hizo en contra pero la motivación y jefatura es exclusiva de algunos ex aspirantes que no midieron consecuencias en general para el pueblo y en específico para las mujeres y hombres que nos acompañaron desde las distintas dependencias del gobierno municipal.
Con antelación le comenté al alcalde y otros compañeros que veía como una amenaza, la situación regional por las contradicciones internas, la indolencia frente a las necesidades existenciales de nuestro pueblo, la imposición del control de la gasolina en nuestra ciudad y el inminente rechazo del gobernador Omar Prieto, como expresión de la situación antagónica, pensé y dije que solo con perder dos o tres alcaldías en la Costa Oriental y ganar por "nariz" en Maracaibo, perderíamos la gobernación, pero hubo múltiples factores que influyeron para que la paliza fuera peor, entre ellos la dificultad para cruzar votos, la forma como fueron seleccionados algunos candidatos, por ejemplo, el candidato a concejal de GPP Cabimas es un militante del PSUV, hicieron que Omar Prieto nos arrastrará, "por efecto dominó", a todos por las razones antes expuestas.
Omar fue víctima de su propio error al subestimar a la dirigencia en los municipios y al enfrentar a la dirigencia de otras corrientes internas pero si vamos más allá, la responsabilidad es de los dirigentes nacionales del PSUV porque otro gallo estaría cantando si se hubiese atendido al Zulia y si se desteta al funcionariado que están en cargos importantes por lazos consanguíneos, amiguismo y compadrazgo, porque no son cuadros de la revolución sino comerciantes de sus propios intereses particulares y grupales.
Frente a la realidad que todavía no creo aunque tengo el resultado en mis manos y estoy trabajando en la preparación de la transición no nos queda más remedio que, "recoger los vidrios" y asumir la hermosa tarea de reagrupar el movimiento revolucionario para evaluar, revisar, corregir y prepararnos para la ofensiva política con el objetivo de recuperar el gobierno porque aquí se dieron varios fenómenos: nadie celebra una victoria que no es popular, claro, ellos ganaron el gobierno pero nosotros tenemos el poder, tenemos tres concejales y bajo el liderazgo de nuestro hermano y camarada Pedro Duarte, vamos al encuentro con nuestro pueblo.
La mayoría de la militancia de izquierda y derecha saben que, un gobierno de la derecha en Cabimas es "peor el remedio que la enfermedad", ya que ahora les toca ser víctimas de su propio error, gobernar a un municipio víctima de una guerra económica que ellos clamaron al imperio con una dolarización que se traga el presupuesto municipal porque es en Bolívares.
Ojalá asuman la atención del pueblo y no se les convierta en una papa caliente con el agravante de que el único perjudicado sea nuestro pueblo vulnerable de toda la calamidad provocada por la ultraderecha facsistoide y reincidente.
Mi llamado a todas las mujeres y hombres de bien, a las jefas y jefes de calle que asumieron la tarea de luchar en defensa de las conquistas del pueblo es para que hagamos la revisión, todo aquel que se tragó la luz será tragado por la cloaca de la historia.
Dios es grande y aunque parezca mentira, llegó un momento histórico muy importante y pertinente para el sacudón interno, considerando que aunque ganamos en el resto del país, las cifras no son favorables para la revolución.
Hasta la victoria siempre!