Las elecciones a gobernador en Barinas constituyen una campanada que nos alerta del rumbo nefasto que sigue el madurismo. En pleno corazón espiritual del chavismo, la derecha de oposición y la derecha del gobierno, infligen una derrota al Comandante Chávez. Cayó Barinas. Quienes la debían defender, sus albaceas, se dejaron llevar por la conducta madurista, se durmieron en laureles ajenos, abandonaron las enseñanzas del Comandante y cosecharon una derrota que duele.
Barinas anuncia el futuro que nos espera si seguimos por el camino planteado por el madurismo. La caída de Barinas simboliza, refleja, la caída del Plan de la Patria, de la Constitución de Chávez, del camino al Socialismo, de la lucha contra la lógica del capital, contra el reformismo. El proceso de desmontaje, material y espiritual, del chavismo será culminado cuando saquen al Comandante del Cuartel de la Montaña. Ya lo excluyeron de la actividad política, sólo usurpan su nombre, su figura, su recuerdo, como engaño para obtener apoyos, pronto lo condenarán al olvido total. En realidad, lo odian, sólo lo utilizan como escalera.
Es así, el pueblo chavista, engañado, sin percibirlo, apoya al antichavismo. Hay que darse cuenta, hacerle entender a la gente, que el madurismo es la expresión más peligrosa del antichavismo, porque es taimada. De entender esta verdad depende el futuro, sólo comprendiendo cuáles son sus enemigos podremos defender al Comandante, sin esa comprensión Chávez está solo, y abandonado de su pueblo que, desconcertado, no entiende la realidad del fraude y creen que apoyando al madurismo apoyan a Chávez, cuando en realidad lo entregan en manos de sus verdugos.
En Barinas, la cuna del Chavismo, los dirigentes se dejaron engañar con los vapores del madurismo y fracasaron. Más allá de los números definitivos de un perplejo cne, lo que pasa en Barinas es una deshonra, allí había que arrasar, no era suficiente ganar; y hacerlo apretado y con un empujoncito del cne, es una derrota. En Barinas no pierde Chávez, pierde Maduro.
Ahora debemos convertir esa derrota en victoria, aprender de los fracasos, corregir el rumbo errado, tomar las medidas del caso. Se impone una fuerte autocrítica de los más conspicuos chavistas, de aquellos que estuvieron con el Comandante día y noche. Esos tienen el deber de no dejarlo solo en manos de la canalla, deben constituirse paladines del rescate del pensamiento y la acción de Chávez. De su testamento político.
Que importante sería que comenzaran a aparecer las señales de una reacción dentro del chavismo, que se cuestione, se pida la renuncia a la dirección nacional del psuv, que siguiendo la política de "lo que diga nicolás" conduce al partido y al proceso chavista a la extinción, a convertirse en un mal recuerdo, en un anatema. Hoy el glorioso partido de Chávez obtiene su peor número en unas elecciones. Qué importante sería que apareciera un sentimiento de rescate del espíritu chavista hoy secuestrado por el madurismo.
Que importante sería que los ministros de Chávez, los oficiales militares, de aquellos que lo acompañaron cumplieran con su deber y se reunieran, formaran una dirección para el desagravio del recuerdo del Comandante, para retomar el camino por él señalado.
Este es el momento, estamos seguros que aún hay tiempo para corregir entuertos, aún la masa chavista lo recuerda y lo espera, después Chávez será un olvido. Y su Patria se habrá perdido.
¡CHÁVEZ!...