He visto, no sin un poco de asombro, cómo algunos articulistas de Aporrea.org, han tratado de explicar, usando argumentos que tienden a confundir y por demás enredados, lo que sucedió en el marco de las elecciones del pasado domingo en el Estado Zulia y, en Maracaibo en particular.
No hace falta escribir páginas y páginas acerca del tema; ciertamente no hay mucho que explicar. En resumidas cuentas, lo que ocurrió en El Zulia y en Maracaibo, es decir, la enorme paliza recibida por los representantes del gobierno, fue que, en vista de las paupérrimas gestiones del ex gobernador Omar Prieto y del ex alcalde Willy Casanova, el zuliano se decantó por no votar por ellos (con sobradas razones), por aplicarles el llamado "voto castigo", y por votar por cualquier otro candidato que no fueran ellos. Es tan inmensa la torta, por ejemplo, que puso Prieto, que, como ya alguien ha escrito, en cuatro años perdió casi 350 mil votos. Por su parte, es tan olímpica la torta puesta por el ex alcalde Casanova, que la gente se inclinó por votar por un absoluto desconocido, el abanderado de la MUD, Rafael Ramírez (a quien por cierto conozco, pues estudié Derecho con él en la Universidad del Zulia).
Ahora bien, no solo fueron esas horribles gestiones lo que determinaron la brutal paliza recibida (merecida), sino que, y agrandando las miras, es necesario también señalar, que el Zulia, en la quinta república, al igual que en la cuarta e incluso en tiempos de dictadura, ha sido dejado de lado por completo. No contamos para el gobierno central, no existimos, nos han dejado, a los zulianos, solos, desamparados y a la buena de Dios. Por ende, gran parte de la responsabilidad, la tiene también el ejecutivo nacional en la persona del presidente de la República.
Tres responsables: Maduro, Prieto y Casanova. Por ellos, ahora nuestro estado y lo que queda de nuestra ciudad, han caído en manos de un ladrón, de un criminal de alta factura, que incluso apoyó el decreto Carmona, conspiró contra la nación y desbarató Monómeros junto a Juan Guaidó. Quien conozca un poco acerca de los zulianos, sabe que nuestro segundo himno, es la Grey Zuliana, cantada por el inolvidable Ricardo Aguirre y cuya letra refleja lo que TODOS los gobiernos, sin distingo alguno, han hecho con el Zulia: explotar sus recursos y abandonar al estado. Para todo hemos sido últimos y lo seguimos siendo.
A pesar de que ya debería saberse, le escribo a todos aquellos que viven tanto en la capital como en el resto de las provincias que, si existen problemas graves en venezuela, en el Zulia son muchísimo peores. Un factor, que influyó grandemente en lo que pasó el domingo, es que el zuliano está harto de la crisis del agua. Se recibieron promesas una y otra vez, miles de excusas, pero, al final, el problema es gravísimo. Simplemnte, en el Zulia no hay agua. Otros factores, los constantes apagones y bajones, el tener la ciudad más cara para vivir (Maracaibo), los abusos constantes y públicos de las autoridades policiales y militares, la exacerbada corrupción en todos los niveles de la dministración pública y la complacencia con ésta, la anarquía, la falta de presencia del Estado, las inmensas colas de gasolina, etc.
Imagine el lector, que las gestiones de las ex autoridades prenombradas, solo están por encima en "calidad" de las dos "desgestiones" realizadas por la ex alcaldeza Eveling Trejo de Rosales, y no por mucho.
Notas:
- Prieto prometió terminar con el problema de la luz eléctrica en el estado, no cumplió
- Casanova le faltó el respeto a los maracaiberos al disponer, a última hora, de contenedores de basura en pocas partes de la ciudad, e instalar algunas luminarias en avenidas y calles que, en menos de lo que cant aun gallo, y por su mala calidad, se dañaron.
- Casanova incumplió su promesa (hecha televisivamente) de retirar los portones que, anárquicamente dispuestos por los propios ciudadanos, bloquean ya las mayorías de las vías intra urbanas.
- Los camiones de agua, cobrando en dólares, se han enriquecido
- Las calles maracaiberas JAMÁS habían estado así como están, en total destrucción.
- Nimia mejora del transporte público.
- Hospitales y ambulatorios qu eno tienen ni una jeringa.
- Si usted vino antes a Maracaibo, venga ahora y observe que es, prácticamente, una ciudad fantasma.
Echarle toda la culpa a las sanciones, sería, qué duda cabe, no solo un ejercicio de fanatismo político, sino una gravísima irresponsabilidad. Lo terrible de todo esto es que el zuliano y el maracaibero, impulsados por la repulsa a las ex autoridaes, se han pegado un tiro en el pie, y el futuro se vislumbra muy oscuro, o mejor dicho, seguirá siendo muy oscuro. No más excusas y análisis, eso fue lo que pasó, yo lo vivo a diario, todos los zulianos y los maracaiberos lo hacemos. Podríamos, todos los habitantes del estado, apostar a que van a venir cuatro años más de olvido por parte del ejecutivo nacional, a la vez de cuatro años más de desastre y corrupción opositora (si no algo peor, porque sabemos que estamos en frontera con Colombia, y, realmente, todos sabemos quién es Rosales.