"Influencer". Persona que destaca en una red social u otro canal de comunicación, y expresa opiniones sobre un tema concreto que ejercen una gran influencia sobre muchas personas que la conocen. Fin de la cita.
A partir del 21 de noviembre de 2021, después de su victoria electoral, ha iniciado una veloz carrera política el joven gobernador recién electo (37 años) del Estado venezolano de Anzoátegui. Se ha impulsado por los cortos mensajes aspiracionales de la información de las redes, y el apoyo del poder regional recién conquistado, para la creación, y desarrollo de las grandes riquezas naturales venezolanas como Puerto del Caribe Mar.
En las apenas dos semanas que lleva en el cargo, el nuevo gobernador de Anzoátegui, ya le ha dado tiempo a anunciar importantes proyectos millonarios, en la recuperación de la vialidad, infraestructuras de salud, educacionales y de la seguridad ciudadana, así como la de Puertos, y Aeropuertos para pagar la deuda social, con el pueblo anzoatiguense, y reabrir después de más de un año de pandemia, los colegios, y las estancias infantiles, y de paso, cambiar el carnet de identificación de los empleados de la gobernación.
Todos estos proyectos lo sabemos porque él mismo gobernador lo ha ido publicado al momento en sus redes sociales.
El gobernador está demostrando una hiperactividad retransmitida en directo, y en primera persona en su programa todos los lunes por radio, y televisión. Una ficción de cercanía entre el líder político, y los ciudadanos, ahora transformados en seguidores, y miles de likes, que le aupado a ganar uno de los estados más ricos de Venezuela convirtiéndose además en el segundo gobernador más joven, después de Tarek William Saab y fenómeno político emergente en tiempos de naufragio de la oposición ante la apisonadora de Marcano. Está acompañado por una hornada de políticos jóvenes que aspiran a liderar una renovación generacional, como el caso de Ernesto "Chacho" Rodríguez, alcalde de Guanipa, y Alexander Nasser, alcalde de Boca de Uchire.
El joven gobernador de Anzoátegui, uno de los más jóvenes de Venezuela, utiliza compulsivamente la tecnología en su manera de entender el gobierno del estado como la gestión de una start-up. Comparte también una condición de outsider respecto a las élites políticas tradicionales, y una premeditada proyección como modelo aspiracional. Una gestión que ha empezado a calar en el Oriente venezolano, el estado venezolano más influido por la cultura estadounidense por la cultura petrolera del éxito a través del ascenso social, y una cierta alergia a las dadivas del Estado.
Ahí encaja la figura de este joven periodista que, sin pertenecer a la aristocracia mas rancia, hace un buen trabajo en el despacho, y salta a la política con gestos, y un carácter impetuoso, y directo que contrasta con la marcada hipocresía del resto de los políticos venezolanos.
Entre Luis José Marcano, y la figura del gobernador, muchas veces es difícil saber quién es político, y quién influencer.
Los asesores del gobernador deben tener una estrategia en integrar en la comunicación política los códigos de la cultura juvenil de las redes, pero también deben dejar muy claro que ambos tienen mucha autonomía. Dejando muchos espacios para hacer sus mensajes. Hasta ahora ha dejado, en el ambiente el sabor de conocer muy bien los resortes de la comunicación porque son así. El gobernador que se ve en los redes, debe ser auténtico, al que se presenta ante la multitud. Ese será su súper poder.
Un apoyo que debe mantener Marcano es la inclusión en su gabinete, y como asesores, a pesos pesados de la Economía, y la política.
La candidatura de Marcano contó también desde el inicio con el apoyo del principal partido el psuv. Aunque ya han arreciado las críticas desde algunas columnas, y programas de opinión apuntando los riesgos de tanta sobreexposición mediática. "En tiempos de fake news, y aceleración digital, convertir el ejercicio de gobierno en un reality oxigena el medio ambiente político, pero tiene sus peligros, de empezar a cometer errores. Lo bueno es que todas las acciones se transparentan, y es una invitación, sobre todo para los millenial, a mirar por el ojo de la cerradura la puerta de la política". Los riesgos son que el impulso es más rápido que el pensamiento. Si todo el rato estás actuando, ¿cuándo no piensas, lo que vas a decir?
Sus asesores deben analizar muy bien la "chismocracia" para referirse a la corriente de opinión anzoatiguense que, puedan, atizar las polémicas contra el gobernador. Anzoátegui siempre ha sido un espacio de experimentación política y social. Nuestra cultura dual por la comparación de Lechería con Miami, y el desarrollo industrial, y comercial, lo tiene que llevar probar nuevos modelos ante el desgaste del sistema de partidos, y la pérdida de legitimidad de estos en tiempos de hiperinflación. Tuvimos el primer gobernador revolucionario, y ahora tenemos al primero político influencer de Anzoátegui.
Como analista político tengo que reconocer que "Marcano logró parecer diferente a los demás. Además de proyectar una imagen aspiracional: y ser joven con aspiraciones de éxito".
Entre los análisis que la oposición sobre su derrota, también aparece la figura del "Alacrán corrupto, y cínico". Desde su entorno hablan de "sinergias" entre una personalidad corrompida, y ambiciosa que tienen una relación con "corruptos de bajo pelaje". Por eso desaparecerá del radar político del estado.
Luis José Marcano conquistó el poder en Anzoátegui agitando la bandera de la nueva política ante las élites tradicionales. Unos asuntos por los que, de momento, ha pasado por el perfil del nuevo gobernador, es su programa centrado más bien en la modernización de infraestructuras urbanas, y un discurso anticorrupción, será uno de los mayores obstáculos a los que enfrentará Marcano a la hora de sacar adelante sus proyectos.
Debe mantener una hiperpresencia en los medios, y un estilo directo alejado de los códigos convencionales de la política. El reto del nuevo gobernador influencer será cumplir con las promesas vendidas tanto en la pasada campaña electoral, como en las redes sociales.