El actual proceso de irregularidades en Barinas ha servido para reconocer a quienes les importa el presente y futuro del estado llanero. Haberlo convertido en el ring de boxeo por el título del campeonato en defensa de la sobrevivencia del chavismo como pensamiento guía del destino que guiara el desarrollo de Venezuela en manos de la revolución, es una completa ilusión.
Porque ya está demostrado para que ha servido el legado del comandante fallecido. Querer ahora, el capitán Diosdado tomar a Barinas como punto de honor con la intención de demostrar que Chávez sigue siendo el líder verdadero, y él su máximo representante y defensor, es estar fuera de lugar, completamente desubicado en el tiempo.
Diosdado le hace daño a Barinas, a la revolución y a él mismo, con esta actitud revanchista. Uno se atreve a comparar esa situación, por supuesto guardando las distancias porque aún viven. Con el caso del presidente interino, así lo reconozca el imperio y decenas de naciones. Maduro es formalmente el presidente de Venezuela. Por más que quieran a Chávez, Maduro es el líder de la revolución. Eso no va a cambiar gane o pierda Arreaza.
Los alacranes intentaron entrar en el juego, en el papel de salvadores, buscando en principio lavarse las caras. Quien va a creer en ellos, si igualito van aplicar la estrategia utilizada en La Asamblea Nacional, en principio allá eran infiltrados, hasta que recibieron las ordenes de abrirse contra Guaido. No aceptarlos aparte de la cuestión moral, existen otros factores.
Cual van aplicar, arrepentimiento, o van a seguir con el cuento de que tenían razón por lo de Monómeros, y la defensa a Saab donde la esconden, perfecto, perdonémoslos, pero serán ellos capaces de entregar las propiedades que supuestamente compraron con las comisiones de los favores realizados. Carros blindados, casas lujosas, apartamentos, y emisoras de radios.
Ahora bien, en la práctica solamente buscaban entrar para crear el caos intentando manejar el padrón electoral, comprando testigos y representantes de mesas. Impidiendo que llegase el apoyo logístico a tiempo, desaparición de actas y quien sabe que más inventarían para lograr la derrota de Garrido. Imposible aceptarlos del lado de la democracia verdadera, la raya con la cual se marcaron es demasiado grande.
Lo de Claudio Fermín definitivamente es de novela, esa pieza que coloca el gobierno aparte de desgastada, no se respeta él ni los a barineses. Tratar de justificar su candidatura con argumentos tan poco sólidos, lo dibujan como un dinosaurio de la política. Manifestar que está allí para impedir que Guaidó tome Barinas como bandera, por favor, si son los chavistas que se antojaron de Barinas.
La decisión en la población de Barinas ya está tomada, de nada valdrán las amenazas a los testigos de mesas electorales, mucho menos la presencia de Iris Valera, ni tomar la entidad federal con las fuerzas militares y policiales. Segura estamos que Barinas después del 9 de enero volverá a ser linda como sus mujeres y sus llanuras.
El 9 los barineses le darán una lección a tos los que creyeron que eran controlables, a todos los que intentaron meterles miedo. Haciéndose respetar con el voto libre y democratico.