No me agrada tener que hablar del asunto, menos en estos días previos a la celebración de la Navidad pero cuando le coloque el título, recordaba muchas cosas, por eso hoy me refiero a nuestra situación para los próximos cuatro años porque estaremos "cosechando lo que sembramos".
Fueron muchas las personas que históricamente han acudido a este servidor en busca de orientación y ayuda, sobre todo, durante los últimos años que compartí la gestión de gobierno con mi amigo, el Dr. Pedro Duarte desde la alcaldía.
De buena y mala intención fue juzgada una obra de gobierno que se ejecutó en un contexto inusual cuyas consecuencias impactan en la cotidianidad de las familias hasta la propia estructura de gobierno.
En su momento, mucha gente no comprendió la importancia de tener el gobierno, otros optaron por conspirar desde la traición de una minoría representada por algunos miembros de la clase dirigente y otros por su desmovilización en nuestra base política de apoyo.
La ironía más grande es que la clase dirigente que se involucró en la traición, vivieron como sanguijuelas del gobierno de Pedro Duarte y la base política de apoyo que no se movilizó, tenía beneficios directos e indirectos que más nunca nadie les dará en el gobierno actual porque lo que traen es hambre de poder y un archipiélago de contradicciones ideológicas que en menos de seis meses comenzará a visibilizar ya que, los ingresos del municipio no alcanzan para llenar las apetencias de grupos e individualidades.
Hasta en nuestro entorno se escuchaba la crítica destructiva de cualquier naturaleza, sin fundamentación lógica contra Pedro Duarte.
Por eso hoy me permito mencionar sólo algunos detalles que fueron tangibles para muchos que desde el 21 de noviembre lamentarán conscientes de que la culpa no es de la vaca, la gente que traicionó yo las divido en dos categorías: quienes de manera abierta y encubierta pactaron con la derecha y los peores: quienes se desmovilizaron por alguna actitud infantil o algún problema personal con algun miembro del equipo de gobierno.
Pero el asunto va mucho más allá del tiempo y espacio, recientemente hemos recibido llamadas y comentarios favorables por un show realizado por un grupo de artistas en algunos espacios de nuestra ciudad, desde mi corazón, quiero felicitar a todas las personas que participaron en este importante evento pero lo que nadie dice es que esos espacios como la catedral de Cabimas, la plaza ecológica, la plaza José Bauza, el terminal lacustre Narciso Perozo y otras que no puedo mencionar por razones obvias, fueron obras cuya autoría intelectual y material es de Pedro Duarte, quien no escatimó esfuerzo en su intento por rescatar nuestra memoria histórica y nuestra identidad, le dio especial énfasis al rescate de estos espacios y el reconocimiento en vida y post morten de los personajes vinculados a nuestro gentilicio.
Pero también está lo que no se ve, mucha gente, sobre todo de nuestra base política de apoyo que ya habían sido "mordidas" por el vampiro de la traición se quejaban de manera sistemática por el tiempo que tardaba la entrega de los alimentos CLAP, unos por desconocimiento y otros de mala fe pero la situación país en medio de la pandemia, bloqueo y sabotaje hacían del trabajo de la distribución de alimentos, una tarea titánica, entre otras cosas porque desde la alcaldía, el compañero Pedro Duarte sostenía al personal del IMAC, la infraestructura del centro de acopio y PAGABA el flete de las gandolas y camiones que trasladaban los alimentos desde el puerto hasta el acopio, por el costo del equivalente a 600 dólares, me imagino que todos están claros que por culpa de traidores y desmovilizados no tenemos la alcaldía desde donde Pedro Duarte cubría todo para evitar el incremento de costos y que por no tener la alcaldía, tardará más que antes, además de que el reloj fue "reiniciado" al momento del CNE anunciar el resultado electoral.
Otros aspectos tienen que ver con las familias que perdieron algún ser querido, cuando me desempeñe como director del cementerio municipal bajo la jefatura del alcalde Pedro Duarte, sepultados más de 1500 difuntos por donación y perdí la cuenta de la cantidad de donaciones de cofres y servicios funerarios cuyos precios están dolarizados, mientras por otro lado están las personas que luchan por la salud y la vida.
Pedro Duarte les prestaba apoyo a cerca de 300 pacientes con cáncer para que se hicieran las quimioterapias en Maracaibo, tenía una cifra igual de pacientes que recibían medicamentos de alto costo, todos los viernes la sede del PSUV Cabimas era el punto de encuentro para que Pedro Duarte hiciera entrega de medicamentos, ayudas técnicas y órdenes para exámenes médicos que podía hacer porque teníamos la alcaldía y los pocos recursos que ingresaban eran administrados de tal manera que se pudiera impactar en favor de las personas en situación de vulnerabilidad.
Lo anterior no es cuento de camino, fueron muchos los testigos presenciales que lo certifican y fue una batalla titánica entre satisfacer las aspiraciones bastardas de una dirigencia mercenaria que, basta con escuchar la opinión que tienen de Pedro Duarte y su gobierno como sino hubieran formado parte de el mismo, otra característica muy visible fue la desesperación con la que muchos cobraron los carros, carros que nadie vio y que no movilizaron a nadie, por lo menos para nosotros no, pero que se acusan sólos porque de la noche a la mañana compraron algo de ropa, viajaron y otros descarados, celebraron la victoria de la oposición como si a ellos les fueran a brindar espacio, se les olvida que los traidores en la historia terminan odiados por todos los bandos y terminan como Judas, el que vendió a Jesucristo por treinta monedas.
Ojalá la plata que les pudo dar la oposición y la que le pudieron escamotear a la revolución con la venta de gasolina y el cobro de carros fantasmas les alcance para que sean felices los próximos cuatro años que serán de resistencia para los verdaderos guerreros de esta revolución.
Uno siempre cosecha lo que siembra, quienes sembraron vientos cosecharán tempestades pero quienes sembraron amor, lealtad y disciplina más temprano que tarde cosecharan la victoria.
Hasta la victoria siempre