Después de permanecer por más de dos meses sin poder presentar mis acostumbradas entregas de opinión, por problemas técnicos con mis equipos de computación, hoy pasamos a retomar de nuevo estos intentos de fijar posición ante lo que pasa en el país y más allá de nuestras fronteras.
Comenzaremos hablando del resultado electoral de Barinas, que cierra, por ahora, el capítulo de las elecciones en nuestro país, al menos por cuatro años, si no se convoca, antes algún referéndun revocatorio, como pareciera ser que vienen en camino.
Como ya es conocido por todos, el ganador de las elecciones del pasado domingo, del mes en curso, en Barinas, fue el candidato de la oposición, Sergio Garrido, tal como se presagiaba, ante el descontento de ese pueblo llanero por las gestiones de los Chávez en esa entidad.
Cumplido el proceso electoral se despeja claramente la duda que había si Jorge Arreaza, el candidato por unanimidad del Psuv y del Gpp, podía o no vencer al candidato de la oposición que se veía, desde un principio, muy sólido, como en efecto así lo demostró, a pesar de todo lo ocurrido inmediatamente después de las elecciones del veintiuno de noviembre, que dejó por fuera, inhabilitado, al candidato Freddy Superlano, el mismo personaje de quien se dijo se emborrachó y se drogó, acompañado de prostitutas, en Cúcuta, con el dinero de la ayuda humanitaria para los venezolanos imigrantes que nunca se entregó.
Recordemos que en este bochornoso caso murió un primo de Superlano que le acompañaba, supuestamente por sobredosis de droga, tal como fue reseñado por la prensa.
Es innegable que arreaza, a pesar de tener un perfil incuestionable, más cuando se ha considerado que ha sido el mejor funcionario público que tiene el chavismo, no la tenía consigo, pues debía enfrentarse -más que a un candidato opositor de poca monta- si con un pueblo totalmente descontento, molesto, e incluso, enojado y dispuesto a todo, ante el sufrimiento que viene padeciendo desde varios años atrás, por las malas políticas que se impusieron desde la gobernación con Argenis Chávez a la cabeza.
La lectura que podemos darle a este resultado electoral, en el caso de la oposición, es que se demuestra de manera clara que en la unidad está la fuerza, y que para llegar al poder necesariamente no hay que buscar a Dios por los callejones.
Debemos acotar, sin embargo, que los candidatos de la oposición que resultaron antes electos como gobernadores y de lógicca adversan al gobierno revolucionario, no es que tengan un gran liderazgo, sino que se impuso la voluntad de los electores cansados ya de tanto sufrimiento, bien porque el gobierno no cumple a cabalidad con sus responsabilidades ante la crisis económica que afecta al país, aunado también a la inflación y a las sanciones unilaterales y coercitivas que le viene imponiendo el imperio a nuestra nación
Con el triunfo de los gobernadores de la oposición en Nueva Esparta, Zulia, Cojedes y ahora en Barinas, quienes desean que el presidente Nicolás Maduro ¨abandone el barco¨ antes de tiempo, comienzan a darse cuenta que si pueden llegar de nuevo al poder por la vía democrática, utilizando el recurso del voto popular, sin que tengan la necesidad de apelar, como lo han venido haciendo durante estos veinte años, a los intentos de golpe de Estado, promoviendo la insurección, e incluso el magnicidio.
Así pues que con este nuevo resultado, que favorece indudablemente a quienes están en contra del proceso revolucionario, se demuestra también que el Consejo Supremo Electoral -CNE- ha venido actuando apegado a las leyes, además con pulcritud, eficiencia y presición, aunque sectores extremistas de la ultraderecha sigan diciendo lo contrario.
Debemos recordar, una vez más, que la oposición cuando pierde, dice de inmediato, para descalificar al CNE, que el máximo organismo electoral del país está en ¨conchupancia¨con el gobierno, pero cuando ganan reconocen, de mala gana, que viene actuando apegado a los preceptos legales, o en última instancia ¨mueren en silencio¨.
¿Que va a pasar de ahora en adelante?, no solo en Barinas, sino en todo el país, una vez que la derecha ha logrado un cuarto gobernador, sin necesidad de apelar a las vías violentas e insureccionales, como lo venían haciendo, de manera fallida, frecuentemente?
Logrará en defintiva ese noble pueblo llanero, no precisamente tierra del procer José Antonio Páez, como erradamente se atrevió a decirlo Juan Guaidó, con su nuevo gobernador superar el estado de calamidad en que viven la mayoría de las familias de esa entidad, o tendrá el pueblo de nuevo que salir a la calle a buscar otra opción?
No cabe duda que el nuevo gobernador de Barinas tiene en sus manos, como se dice de manera jocosa, ¨una papa caliente¨, pues no es descabellado pensar que una vez que hayan transcurrido los primeros dos años de su gestión, sin presentar resultados favorables, se le convoque a un referéndum recovocatorio, tal como se le quiere hacer al presidente Nicolás Maduro.
Y eso de convocar un referéndum revocatorio en los próximos dos años no es solo en contra del gobernador de Barinas, sino que es una opción, por demás válida, de acuerdo a nuestra Constitución, en desmedro de cualquier gobernante que haya sido electo por el voto popular, incluyendo al presidente de la República, y a los propios alcaldes.
Así pues que no es de extrañar que la figura del referéndum se dezate en diversas regiones del país, dentro de dos años, solo si la mayoría de los electores así lo deciden en procura de sustituir a los malos mandatarios que no le han cumplido al pueblo.
Estimamos que el nuevo gobernador de Barinas deberá enfrentar situaciones muy difíciles. No solo tiene el reto de mejorar los servicos públicos, incluyendo el sistema regional de salud que nos hacen ver que está en el suelo, sino enfrentarse también, y es su deber hacerlo, a los grupos de poder, integrados en muchos casos por células armadas que se disputan la frontera para controlar el contrabando, en especial, el de la gasolina, incluyendo las rutas de la droga y la extracción de minerales preciosos, entre Colombia y nuestro país.
¿Tendrá el suficiente ¨guáramo¨el gobernador Garrido para tomar acciones también que eviten el chantaje, el ¨cobro de vacunas¨, el robo de ganado, el despojo de tierras bajo amenazas de muerte, en perjuicio de los ganaderos que han visto sus predios como se les escapan de las manos?
Esa repuesta solo la podremos saber una vez que haya transcurrido el tiempo, pero no cabe duda que todas esas calamidades que se mencionan están ocurriendo según la prensa en los estados fronterizos de nuestro país.
Ahora falta ver, tal como lo hizo el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, si el nuevo mandatario de Barinas reconoce y tendrá la disposición de visitar también al presidente Nicolás Maduro, con la idea de enfrentar, junto al gobierno nacional, los múltiples problemas que afectan a esa región llanera.
De no hacerlo quedaría demostrado que Garrido antepone el sentido de la rivalidad y el propio odio de por medio, antes que el sentido de la sensatez y la inteligencia, y si esto es así tendrá que enfrentar al ¨monstruo¨de manera solitaria, por lo cual presagiamos que no le podrá ir muy bien.
Así pues que mis queridos lctores, ¨las cartas están echadas¨, porque todo hace indicar que si continuan las luchas intestinas, entre partidos de la oposición y la derecha por querer llegar al poder antes de tiempo, el referéndum revocatorio de seguro será el protagonista en los próximos dos años en el país, incluyendo el primero, prontamente, en contra del presidente Nicolás Maduro.
Por cierto, sería bueno saber, cuáles son los bienes con los cuales cuenta, no solo Garrido, sino también cada uno de los demás gobernadores y alcaldes que fueron electos recientemente, para que el pueblo en general venezolano esté debidamente informado y se ponga ¨mosca¨, por si acaso.