A esta hora del 7 de junio ya estaba dada la orden de "buscarlos hasta por debajo de las piedras", el propio ministro del interior giro la instruccion a los aparatos represivos del Estado para quebrar la vanguardia y demás líneas de defensa popular que reivindicaban un pedazo de tierra.
Era como una operación policial militar nunca antes vista en Cabimas.
Douglas, Teo, Nilo, Faneite, pura pinta y otros compañeros lucían cansados de la persecución y tortura que venían resistiendo los últimos días, pero la sabiduría popular descubrió una fuerza representada en la mujer que las convirtió en vanguardia, eran temidas por su determinación y heroísmo, de ahí surgió el concepto de "inmunidad pantaleraria" porque se atrevieron por primera vez a enfrentar cara a cara a la fuerza pública y gritarles sus cuatro verdades.
Desde bien pasada la medianoche comenzó el despliegue policial militar que parecía una retirada y al mismo tiempo generaba incertidumbre en la comunidad naciente.
Ya no serían suficientes las piedras, las bombas molotov y los cauchos para hacer barricadas porque el personal policial y militar cubriría toda la avenida Andrés Bello en las inmediaciones del hospital de Cabimas.
La vanguardia y toda la estructura popular había creado diversos mecanismos de comunicación y movilización, tenían planeado hacer acto de presencia ante los cuerpos de seguridad en espera de respeto a la primera línea de vanguardia conformada por mujeres y niños, pero la orden del alto gobierno fue la de aplastar al pueblo y este pueblo humilde, desarmado, en un choque desproporcionado contra un gran contingente de hombres portando armas de guerra, fue capaz de hacerles frente y resistir entonando las gloriosas notas de nuestro himno Nacional.
Todos encapuchados con prendas humedecidas de vinagre para atenuar los efectos de las bombas lacrimógenas.
Pero llegó el momento decisivo, los cuerpos represivos del Estado recibieron la orden final de avanzar y aplastar al pueblo mientras nuestras mujeres y sus niños entonaban el himno llorando por las bombas y con una piedra en la mano por si algún desgraciado se atrevía a tocar a su madre, comienza el avance y el ataque de ambos bandos, desde la fuerza pública tiros al aire, bayonetas y bombas lacrimógenas, del lado de nuestro pueblo, hambre, coraje y valentía, ¡De pronto! Ocurrió un acto sobrenatural que marcaría el 8 de junio como fecha fundacional del barrio.
En un árbol ubicado en la avenida Andrés Bello había un panal de abejas y como acto de solidaridad hacia nuestro pueblo, las abejas salieron en enjambre y se inmolaron dando el golpe inesperado a los cuerpos de seguridad quiénes no tuvieron más alternativa que huir desesperados y derrotados.
Cuando digo que las abejas se inmolaron es porque luego descubrí que las abejas mueren luego de clavar su aguijón.
Después de la última batalla hablo el gobernador Ángel Zambrano y dijo: 'no se los puedo dar pero tampoco soy quien para quitárselos". Esas palabras fueron la admisión pública de la victoria de nuestro pueblo y le costaron su destitución al gobernador porque en aquella época los gobernadores eran empleados subalternos del Presidente de la República.
De este suceso he escrito varias notas, algunos compañeros se alegran y otros no tanto porque cuesta tener memoria para nombrarlos a todos y hacerlo, reduciría la posibilidad de explicar el suceso.
Es importante destacar que luego de la victoria popular comenzó el proceso de organización y planificación comunal pionero en el país, si observamos el ámbito espacial del barrio, encontramos que cada zona fue muy bien pensada, la división en sectores, el área destinada para la construcción de la escuela que comenzó con la participación de la maestra María Álvarez con la creación del proyecto educativo La Escuela Es El Barrio, una experiencia inédita sobre la construcción autogestionaria de la educación integral que se antecedió a lo que luego conocimos como Escuelas Bolivarianas, las áreas deportivas hoy conocidas como estadio Nido de los Pájaros, dos canchas de usos múltiples, las áreas destinadas para la salud donde funcionan dos consultorios populares de barrio adentro y la dotación de servicios públicos hoy deteriorados por ausencia de gobierno.
La lucha por la tierra visibilizo algo mas que una consigna con aquello de que, El Golfito es zona humana, pero la derecha no perdió tiempo al tener la certeza de la fuerza pública que constituyó el ejemplo de lucha y trazaron la estrategia de dividirlo primero con la activación de sus operadores políticos para crear las extintas asociaciones de vecinos y fragmentar el barrio, así lograron penetrar con el partidismo y su militancia, de ahí surgió un largo periodo de estancamiento porque se generalizó el hábito de que todo tenía que hacerlo el gobierno y está dependencia del paternalismo del Estado produjo una desmovilización que trajo como consecuencia el deterioro y mala calidad de los servicios públicos.
En este 38 aniversario es pertinente recordar que cada aula de la escuela y sala de lectura fueron bautizadas con los nombres de personas que contribuyeron con nuestra lucha como fuente de inspiración o directamente con su participación directa.
Como no recordar que la plaza ubicada en el sector 0 lleva el nombre del inmortal Luis Hómez quien en vida estuvo presente en solidaridad con nuestra lucha, Gastón Guisandez quien desde su tribuna siempre acompaño nuestra batalla, el viejo Armando Cañizales conocido como el popular "macho criollo" con sus muchachos jugando béisbol y nuestros artistas, Mercedes Rey, Marcelo Bermúdez, Alexis Ochoa, Giovanni Faneite y es que son tantos que es injusto nombrar algunos pero les ofrezco disculpas a los que no están en esta nota, siempre están y estarán en nuestro corazón, asumo la responsabilidad por la omisión de nombres y acepto que se acuerden de mí progenitora si eso los hace muy felices pero solamente por el día de hoy.
¡Hasta la victoria siempre!