Cabimas merece un Gobierno responsable

Jueves, 23/06/2022 07:35 AM

No pienso gastar pólvora en zamuro describiendo el pecado y pecador de la tragedia que vive nuestro pueblo, más bien trataré de enfocar hacia donde tenemos el deber histórico de transitar para reivindicar nuestro gentilicio y bienestar colectivo.

Ya hemos vivido la experiencia de gobiernos que en teoría son de izquierda y derecha pero todos han concluido señalados por sus sucesores de un desastre que nadie resuelve y del que nadie asume la responsabilidad, así se viene repitiendo el ciclo histórico de nuestra ciudad y ha llegado la hora de darles un parao.

Quién conoce nuestra tierra natal sabe el origen de cada comunidad y el porque nuestros antepasados no construyeron en algunas zonas.

Lógicamente eran áreas inhóspitas por su condición geológica, la mayoría humedales, ciénagas o causes naturales de antiguos ríos.

Sumado a lo anterior está el crecimiento demográfico que se aceleró con la explotación petrolera que al aumentar la población también se incrementaron las necesidades de bienes y servicios públicos, fundamentalmente viviendas pero el pueblo superó a todos los niveles de gobierno en cantidad y calidad que fueron llenando esos espacios vacíos en otrora inhóspitos ahora convertidos en barrios y urbanismos sin la planificación y acompañamiento de los organismos competentes.

De ahí se origina el problema de distribución de agua, gas y la red de aguas servidas y residuales, principal vector que atenta contra la salud pública.

Todo el que quiere llegar al gobierno promete resolver estos problemas que solo requieren voluntad política y ganas de trabajar, pero hay más.

De niño recuerdo que cerca de la escuela Víctor Lino Gómez vivía un señor al que le falleció su mamá y entorno a este señor se creó una leyenda urbana de que se había ahorcado, luego decían que estaba loco y con el tiempo lo vimos vendiendo pollitos de casa en casa por varias zonas de Cabimas.

También la historia de Mallito, un indigente que llegaba todos los días al liceo Víctor Capó porque los estudiantes le brindaban el desayuno a cambio de que él les resolviera algún problema de matemática, física o química porque según la historia que nadie sabe quién la inventó, Mallito proviene de una tragedia familiar luego de haber sido un buen estudiante termino en la calle viviendo en la mendicidad.

Me refiero a estos dos casos porque recientemente difundí un mensaje en las redes sociales sobre una señora que abandonó por razones económicas el tratamiento médico y termino en situación de calle. ( https://www.instagram.com/p/Ce7eTmVtsFx/?igshid=YmMyMTA2M2Y= )

En asunto es que por ausencia de un gobierno responsable en Cabimas no le prestan apoyo a los centros de salud público y privado especializados en pacientes renales y con cáncer, mucho menos lo harán por un paciente psiquiátrico, como notarán la ausencia de gobierno también atenta contra la salud física y mental.

Cualquier defensor mecánico del ludópata alcalde dirá que para eso está el 5to piso del hospital pero no es la solución y tampoco la respuesta de un gobierno responsable.

Comenzamos por el origen de los problemas de servicios públicos que se traducen en un problema de salud público, luego en la conjunción de los pacientes renales y con otras patologías nos encontramos con un problema muy sensible como lo es la salud mental.

Me comentó una amiga que las pastillas cuestan 60 bolívares, si sumamos a esto la alimentación y otros gastos para el higiene personal estamos hablando de una cifra impagable para una persona con un salario mínimo.

Ya se que también dirán los opinadores de oficio que para eso está el gobierno Nacional y el ministerio de salud, claro que tienen parte de responsabilidad pero en el ámbito que nos ocupa hay un alcalde que debería estar dedicado en cuerpo y alma en resolver problemas del pueblo pero como esto no les genera capital económico, con sentir y actuar de manera indiferente e indolente ante las tragedias humanas es suficiente para él.

¿Porque ocurre lo anterior de manera sistemática? Porque aunque nuestro pueblo está politizado también está partidizado y esto último impide crear conciencia colectiva de que los recursos de la alcaldía son recursos del pueblo administrados como un conuco particular del alcalde.

Está falta de conciencia sobre el origen de los recursos es caldo de cultivo para que una minoría que aspira el control del gobierno municipal "compre" desde la organización, estructura y equipos desde el ámbito del barrio convirtiendo la política en un negocio y reduciendo al activista a la condición de mendicidad.

Pero lo grave no es que compren una parte de la población para que hagan las actividades procelitistas sino que esto se convierte en una espiral que permea todo el territorio nacional con el agravante de que desde la eliminación del financiamiento del Estado del hecho político en la Ley de Procesos Electorales quedó un vacío que estimula el financiamiento ilegal de partidos y candidatos sean de la corriente que sea y un caso patético fue la captura de una alcaldesa y unos diputados por estar vinculados a mafias del narcotráfico.

Bajo estas condiciones nos toca pensar, hablar y actuar con el objetivo de construir una nueva forma de gobernar de manera responsable que marque la diferencia.

Cuando hablamos sobre la refundación de nuestra ciudad estamos pensando en la quimera de llegar a la alcaldía para destruir está estructura política neocolonial y crear una nueva en sintonía con el Estado Comunal pero este Estado Comunal no estaría bajo la dirección de la estructura tradicional que conocemos, tendría que producirse un proceso para legitimar una dirección colectiva del Poder Popular que sea expresión genuina del pueblo y no de corrientes bastardas que todo lo burocratizan y todo lo corrompen.

En esa dirección estamos trabajando sin prisa pero sin pausa acumulando fuerzas para la ofensiva y convocando a los verdaderos dolientes de nuestra memoria histórica y nuestra identidad.

¡Hasta la victoria siempre!

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