Del Tigre pa´lla queda Bolivar, un estado con un densidad territorial impresionante, aunque demográficamente, no representamos mucho, con una ubicación geoestratégica, histórica, productiva, empresarial, metalúrgica, aurífera, diamantera, Coltan, ahora con arenas raras, piedras preciosas y lo agroproducitivo, nos hace un estado privilegiado.
Saliendo al Sur, desde el peaje Angostura, llegamos a Upata, tranquila, agrícola, ganadera, de grandes extensiones en fincas, de gente trabajadora, de mucho escuchar radio y de mujeres hermosas. Con el plus, de que gobierna la revolución, por reelección. El psuv tiene una alcaldesa.
Seguimos al sur entrando al Palmar, la tierra fresca, la agroproducitiva, la del buen queso y las mejores cucas, también llamadas catalinas, de condición ganadera y maderera con la ubicación estrategia de la sierra Imataca. Es un municipio, políticamente chavista. Aquí hay mucho que mejorar en función de la tranquilidad de nuestro pueblo, estamos condenados a seguir dinamizando la gobernanza y la articulación permanente. Siempre triunfante.
Seguimos a Guasipati, la tierra del zorro Guache, la de misioneros y españoles, hoy minero por excelencia y chavista por compromiso. Empresas auríferas en crecimiento que generan empleo y desarrollo al país y al estado. Algunas cosas que modificar y reorientar, pero estamos renaciendo. Hasta Calderita agarro su tren al sur.
Callao; un pueblo afro, de cultura y calipso, de oro, domplines y yinyabié, hoy ocupada por empresas que trabajan lo aurífero y no dejan nada. Políticamente perdido. Ahí somos oposición. El egoísmo, la soberbia, la inmadurez política y no querer pasar la página, fueron los grandes ganadores en aquellas elecciones. Afortunadamente, los equipos ya se reorganizan y se reencuentran en las coincidencias para avanzar por el Callao.
Seguimos en el tren al sur y llegamos a Tumeremo, por cierto, la troncal quedo vuelta añicos y varios se hicieron los pendejos, así la recibió Ángel Marcano e igual estamos condenados a repararla. Paito la dejo pepito.
Lo cierto es que desde Tumeremo hasta el km 88, son extensiones de tierras productivas, desde maíz, mango, yuca, ganado, oro, oro, oro, un comercio activo y medio desarrollado, incluso, con interés organizativo. Un pueblo profundamente Chavista pese a las adversidades y a los guabinosos, noble y batallador a la vez. Le ha tocado resistir.
San Martin de turumbang, San José de Anacoco, el Dorado, Santa Teresita, San Miguel de Betania, las Claritas y el 88 están destinados al desarrollo sostenido. Falta planificar un pelo más. Que viva su Patrona Belén.
El tren se detuvo un rato en el danto, un buen baño y seguimos a Gran Sabana; organización comunal indígena en el territorio, abierta la frontera y una extraordinaria relación comercial con el norte de Brasil, un alcalde de la Revolución, con una visión de desarrollo diferente y muy política que estamos seguros, convertirá a Santa Elena en una Metrópolis fronteriza.
En definitiva, recorrer el sur de Venezuela es una experiencia religiosa que debemos experimentar porque el sol de Venezuela, nace en el esequibo.
A LO INTERNO: No pierdan los kilómetros