"Cuando el tiempo sólo sea rapidez, instantaneidad, y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos, entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?. Fin de la cita. Martin Heidegger.
El sector comercial en el casco central de las ciudades de Barcelona, Puerto La Cruz, El Tigre, Y San José de Guanipa, a partir de las 5pm, para solo nombrar cuatro, porque los demás municipios, presentan desde hace varias años un deterioro económico debido a la caída del poder adquisitivo de la población, y de la inseguridad, donde el salir a esas horas es exponerse. Representantes de los sectores comercio, y usuarios consultados en horas de la mañana en horario normal, a principios de septiembre 2022, me señalaron que la situación económica empeora ante, la ausencia de compradores, y la desaparición de las guardias nocturnas en las empresas petroleras, que movilizaban a cientos de trabajadores, y otra que se le suma, son los problemas de la distribución de las mercancías en las carreteras del país, debido a los PAC, que no son mas que puntos de atraco militar, y policial, a ciudadanos, y transportistas, en las carreteras del país.
La situación económica de los comercios ubicados en el centro de las ciudades de Anzoátegui, se ha deteriorado en las últimas semanas debido a la especulación con los precios por el alza del dólar que superó la barrera de los 8 bolívares, por parte mayoritariamente de los campesinos comerciantes invasores árabes, y chinos, junto al alza del dólar, el re marcaje de mercancías viejas, y los precios especulativos que ya llevan, mas de mes y medio en todo el país en este ultimo semestre del año 2022.
Años atrás antes de la debacle de pdvsa, los locales de venta de comida, farmacias, tienda de ropa, y repuestos para automóviles en esos cascos centrales de las ciudades anzoatiguenses, y en los centros comerciales permanecían abiertos, hasta el amanecer, muchos de ellos.
Los pequeños comercios hoy, no duran más de dos meses que no cierren, ante la ausencia de compradores. Los están llevando prácticamente a la quiebra, los comercios de comida, farmacias, y panaderías markets, están afectados en un 100%. Factores como la inseguridad, los comercios de ventas menores, debido a la caída del poder adquisitivo, y la alta inflación han mermado la actividad comercial de esos municipios, me indicó *D.S*, encargado de una venta de hamburguesas, perros calientes, y parrillas en uno de esos municipios.
Me señala que aunque en esas ciudades no se han registrado ataques ni saqueos en contra de los locales, debido a la hambruna, las ventas han bajado así como el traslado de hortalizas desde los Andes venezolanos por vía terrestre.
Los locales están vendiendo pocas cosas, solo muestran en las vidrieras productos que no son indispensables. Los comercios además han sido afectados por los altos impuestos tributarios, y del servicio de Aseo Urbano como el caso de Fospuca, y las multas en dólares, que imponen alcaldes de ciertos municipios, y el organismo tributario nacional-Seniat.
Además que ante la caída en las ventas, y la inseguridad, los dueños de esos comercios han decidido cerrar las puertas de los negocios más temprano. Los comercios en un acto de autodefensa han tenido que bajar las Santa Marías a partir de las 4:00 o 5:00 de la tarde, cuando anteriormente cerraban a las 9 y 10 de la noche. Después de las 8:00 pm las ciudades, y pueblos de Anzoátegui parecen pueblos fantasmas, la única media excepción es Lechería, pero después de las 10 pm, se convierte en un turístico pueblo fantasma también, los comercios pequeños cierran a las 6.00 pm, y solo se mantienen abiertos los locales donde hacen rumbas con accesos restringidos, solo se observan indigentes durmiendo en aceras, y desplazando prácticamente el patrullaje de los pocos cuerpos de seguridad, que cuando salen es a matraquear.
Cuando se habla de ciudades fantasmas se hace referencia a aquellos municipios que han sido abandonadas por diferentes razones, mayormente por la paralización de la actividad petrolera, y la industria de la construcción, la que mas empleos genera, y es este sector el mas duramente golpeado por la inconstitucional ley del sunavi de índole político, que paralizó la inversión en ese sector, anulando de facto las garantías jurídicas hacia sector de la inversión.
Después de las 5.00 pm, en todos los municipios de Anzoátegui, las personas dejan de caminar por sus calles, la vialidad queda solitaria, y en silencio, y la pregunta de las mil lochas ¿Dónde quedaron los días de gloria? Esto sucede actualmente en la mayoría de los municipios de Anzoátegui, resulta inexplicable que, alrededor de las 5 p.m., se dejan de ver personas en las calles, haya escaso flujo vehicular, y al caer la noche a tempranas horas se convierten en ciudades fantasmas.
Hago este análisis, porque esta es la imagen de un país golpeado por un modelo económico como el ruso, y el cubano, que claramente han fracasado, la inseguridad acabo con la calidad de vida de los venezolanos, además agobiados por la crisis económica que los afecta, por el alto costo de alimentos, y medicinas, una inflación que es considerada la más alta del mundo, son pocas las personas que se atreven a salir de noche, y la economía nocturna es casi inexistente en la actualidad anzoatiguense.
Es urgente recuperar el estado de derecho, una dura tarea para el poeta fiscal Tarek William Saab, ya que era lo más preciado que teníamos, algo tan simple como el vivir bien, poder salir de nuestras casas, y disfrutar de nuestras ciudades. Es apremiante iniciar un cambio definitivo para la recuperación de un nivel digno de vida para los anzoatiguenses, dejar a un lado las individualidades, las vulgaridades, las arrogancias, los lenguajes soeces-escatológicos, y los abusos mediáticos de ciertos alcaldes, y convertir los esfuerzos en algo colectivo. Solo así saldremos adelante, en Anzoátegui, y Venezuela, así de simple lo veo yo, y muchos anzoatiguenses consultados.