Dos bolsas con empate técnico en Nueva Esparta, el pueblo perdiendo el juego y el síndrome electoral del mendigo

Viernes, 17/03/2023 11:08 AM

Ay mijita, pensar que mucha gente votó por Morel Rodríguez en Nueva Esparta, porque tenía la certeza, que el Morel gobernador "nuevo", sería exacta y milimétricamente igual a un Morel que repartió en una oportunidad bolsas a granel en una de sus tantas gestiones.

No aprendemos mija. Eso mismo sucedió con CAP II. Se creyeron, que la historia de CAP I se repetirá y el CAP II se nos vino con el primer viaje.

Comay Chela, por qué primer viraje, si hemos conocido sólo uno en la historia contemporánea de Venezuela?

Chucha, te he dado casi todos los artículos del maestro Luis Britto García para que te asegures, que estamos en pleno desarrollo del segundo viraje. Aparentemente comay, se dan más bonos compensatorios pero más neoliberalismo salvaje y "revolucionario", según los cálculos del maestro Luis Britto García. La revolución mija, copia lo que las transnacionales piden y la Asamblea Nacional que supuestamente recuperamos, pega en leyes de manera pepeaíta, los que ellos quieren.

Todo está indexado, menos los salarios y los impuestos que deben pagar los grandes caimanes.

Pero Chucha, no me saques de mi ruta de Morel que es la que hoy quiero caminar. Ya Morel debe haber alcanzado un año de gobierno y en en el curso de este tiempo, la bolsa que era su fortaleza en la política no se ve por aquí. Tú sabes mi cotorrita, que por aquí ha entregado una.

Una?

Una mi cotorrita. Una Morel y una el clap.En bolsa; Morel y el clap en Nueva Esparta están técnicamente empatados. La última del clap por aquí, llegó en junio de 2022 y estamos hoy en marzo 2023. Ellos empatados una a una en bolsa y el pueblo perdiendo.

Por supuesto mi cotorrita, esto no habla mal de Morel ni del Clap. Más bien, este caso habla mal de nosotros que "pensamos", que un gobierno es bueno porque nos "regala" o promete darnos una bolsa. Ellos no tienen la culpa. Simplemente mi cotorrita, aplican su inteligencia y nosotros pagamos los platos rotos. Ellos saben, que como electores, somos casi que mendigos.

Ya lo hemos acostumbrados. Merecemos lo que ellos deciden y no las políticas, obras y proyectos que necesitamos.

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