Matria tovareña (41)

Moncho Altuve: tovareño raigal y líder comunitario

Martes, 14/11/2023 02:24 PM

Dedicado al Dr. Vladimir Altuve, de quien se despidió estoicamente "Hijo me muero"

"Hombre de innegable arrojo personal tuvo corajuda actuación en las luchas de la resistencia contra la dictadura y cuando retornamos a la democracia, en más de una oportunidad se jugó la vida en defensa de los principios ideológicos que sustentaba"

Rigoberto Henríquez Vera(1)

Quizás la frase que sirve de epígrafe, sea suficiente para entender el legado y trayectoria de José Ramón "Moncho" Altuve Salas (1923 - 1978), quien se destacó por sus virtudes ciudadanas y acendrada tovareñidad. Moncho Altuve como popularmente se le conoció fue un caballero a carta cabal; intrépido aficionado practico y taurino de solera; un ciudadano de intachable conducta como servidor público y político sin par; adeco de armas tomar, fiel a los principios y doctrina del partido; hombre incorruptible, por cuyo credo murió; músico por vocación y sancochero sempiterno; con un corazón lleno de bondad para ayudar a sus semejantes y luchador incansable por un Tovar que debía pasar de pueblo pujante a ciudad señera con los mejores servicios.

José Ramón Altuve Salas nació el 30 de octubre de 1923 y fue bautizado el 8 de septiembre de 1924(2) de manos del Pbro. Eliseo A. Moreno, fueron los padrinos sus abuelos paternos(3): Manuel de Jesús Altuve (H.L. de: Manuel Salvador Altuve y Fabiana Zepeda) y Eloísa Flores de Altuve (H.L. de: Juan de Mata Flores y Braulia Molina) Sus padres, se casaron el 17 de junio de 1918 en Tovar: Manuel Altuve Flores (n. 12 de junio de 1889 - m. 18 de junio de 1962) y Aurelia Salas "Medina"(4) (n. en Bailadores el 16 de junio 1895 - m. 10 de enero de 1972, H.n. de Petra Salas) Fue el séptimo de doce hermanos: Berta (1912), Adolfo (1913), Manuel, María Hilda (1916), Edicta (1920), Orangel (1921), Enedina "Nina", Orlando, Mauro Enrique (1929), Mario Augusto (1934), Rita (1935) y Luis. Se casó con Ana Maura Trejo (n. 25 de julio de 1930 - m. 14 de diciembre del 2018) de cuya unión nacieron: Vladimir, Jorge Luis, Mariela, Alexis, Irma, José Ramón, Mauro y Edgar Angulo, hijo natural nacido en Mérida antes del matrimonio.

Estudió la primaria en el Instituto Miranda regentado por el Br. Claudio Vivas, que reabrió sus puertas el 5 de abril de 1921, dando continuidad a la trayectoria del antiguo Colegio Miranda fundado el 21 de abril de 1898 por un grupo de ilustres tovareños, los ciudadanos: doctores Belisario Gallegos, Gerónimo Maldonado,h., Napoleón Febres Cordero; los bachilleres Adonay Suárez, Paulo Emilio Codina, Antonio Ignacio Avendaño y Miguel Antonio Pico; el Farmaceuta Federico Muracciole y Don Pedro María Orsolani, quienes fueron convocados por el Dr. Andrés Quintero Méndez con la finalidad que Tovar tuviese un Colegio de segunda categoría que oficializó su inicio de clases el 15 de septiembre de 1898. El Instituto Miranda brindaba clases de primero a sexto grado, preparando a los estudiantes en ciencias filosóficas, pero para graduarse debían presentar exámenes en el Liceo anexo a la Universidad de Los Andes, según lo estipulado en la Ley de Instrucción Pública de 1905.

Moncho Altuve no pudo continuar los estudios de bachillerato. Estudio radiotécnica. Recién cumplidos los quince años estuvo presente entre la muchachada que recibió al presidente general Eleazar López Contreras durante su visita a Tovar en 1938, era el primer presidente que visitaba la ciudad. Imberbe aún se incorporó a las filas del partido Acción Democrática en Tovar fundado el 21 de febrero de 1943 donde militó durante toda su vida, formando parte activa de la resistencia contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, lo que le valió que fuera confinado primero en Mérida y después por tres años en Margarita. Estando en la isla, aprovechaba que un tovareño -hermano de la Dra. Milena y Carlos Sardi- era piloto de un avión de carga de Aeropostal para venirse clandestinamente de polizón hasta Caracas a reuniones y recibir órdenes del partido, al día siguiente o a los dos días regresaba de nuevo a Margarita para no causar sospechas. En Margarita ni le daban permiso, ni lo dejaban trabajar, sobrevivió ayudando a los pescadores a recolectar sus productos de pesca.

Ante los rumores de la inminente caída del gobierno, días antes se enconchó en Caracas y el 22 de enero se vino a Tovar por tierra con un taxista y gran amigo El Negro Antonio. Llegó pasado el mediodía del 23 de enero de 1958 directamente a la escuela Coronel Antonio Rangel y al verlo aparecer su esposa Ana Maura Trejo salió corriendo a su encuentro gritando "cayó Pérez Jiménez, cayó la dictadura", las demás maestras no entendían lo que pasaba, intervino el director Macedonio Pérez afecto al gobierno y Moncho Altuve tocó el timbre, hizo suspender las clases mandando los niños a sus casas y después de una sentida arenga a los presentes se fue con su esposa donde sus abuelos. Todo esto le valió para labrarse un nombre como demócrata cabal y adeco de los arrechos.

A mediados del 58 se trasladó a Caracas donde laboró en Tránsito como encargado de realizar los exámenes de manejar y en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) por unos meses hasta que logró enganchar en la jefatura de transporte del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) y después de Administrador del Acueducto de Los Teches, estado Miranda hasta finales del gobierno del Dr. Raúl Leoni, cuando quedó desempleado y le tocó regresar de nuevo a Tovar. Durante su estadía en Caracas fue de gran ayuda para los tovareños que llegaban a la capital buscando trabajo. Después del Carupanazo la guerrilla urbana asalto su casa en busca de armas, aprovechando que él estaba en Tovar. En La capital supo codearse con los grandes dirigentes del partido y entablar una consecuente amistad con Carlos Andrés Pérez.

En 1969 regresó a Tovar y asumió la secretaría general de organización distrital de Acción Democrática, se vino con el objetivo de poner orden y disciplina en el partido, que estaba en desbandada. Al respecto señala el Dr. Rigoberto Henríquez Vera que: "…gozaba de grandes simpatías populares por su carácter afable, emprendedor y servicial. Era entonces un auténtico líder de la colectividad…"(5)

Su incansable actividad política - partidista dio frutos y le abrió mejores oportunidades para trabajar en pro de Tovar. Acción Democrática arrasó en las elecciones de diciembre de 1973. Carlos Andrés Pérez resulto electo presidente con el 48.77% de los votos, nombrando a su entrañable amigo el Dr. Rigoberto Henríquez Vera gobernador del Estado. Por su parte, Moncho Altuve resultó electo diputado a la Asamblea ocupando la primera vicepresidencia del ente legislativo. A finales de 1977 asumió como Contralor General del Estado, al partido no le quedó de otra -antes que provocara un cisma en sus filas- que confiarle esa alta responsabilidad administrativa como garante del recto proceder de algunos de sus funcionarios metidos en negocios turbios. Por cierto, el principal de los señalados por Moncho Altuve es actualmente una de las principales voces en nuestro Estado del AD bastardo, allí sigue morando bajo la sombra. Fueron seis meses de lucha sin tregua, de posiciones encontradas que debilitaron la salud de Moncho Altuve, quien igualmente ejerció con apego a la Ly sus funciones hasta el último momento de su inesperada y prematura muerte a los 55 años, acaecida en Caracas el 16 de junio de 1978, cuando preparaba con el apoyo de su amigo y presidente Carlos Andrés Pérez viajar a los EEUU a realizarse una delicada operación de corazón. Sus restos mortales fueron traídos a Mérida y señala el Dr. Henríquez Vera que después de rendirle los honores correspondientes "…en dolida peregrinación acompañamos su cadáver hasta Tovar, donde su pueblo le dio conmovida y postrera despedida"(6) Era la despedida de su pueblo natal al amigo, al hermano, al líder comunitario, al músico parrandero, al torero de ocasión, al político intachable, pero sobre todo a ese ser humano dotado de condiciones excepcionales llamado Moncho Altuve, que cada vez que venía de Caracas no lo hacía con las manos vacías, sino que traía ropa para la gente humilde de la Loma de La Virgen, Santa Bárbara y las aldeas del Municipio. Camisas para sus amigos y lo mejor de su música con un buen licor para compartir por doquier en sus parrandas interminables.

Fueron tantos los logros durante el quinquenio 1974 - 1978, que el Dr. Rafael Ángel Gallegos Ortiz escribió "Tovar una ciudad que renace" o se gradúa de ciudad universitaria y progresista, atrás quedó el pueblo de pantalones cortos y se impone la urbe con pantalones largos que puede exhibir grandes y transcendentes obras, que bien valen la pena resaltar: un moderno Mercado (1978) que viene a sustituir el antiguo convertido en la Extensión Cultural Universitaria (1976), el nuevo terminal de pasajeros que deja las calles y esquinas solitarias para ocupar un espacio a la altura de las mejores ciudades, la avenida Dr. Cristóbal Mendoza que interconectaba a todas estas obras construidas en su mayoría en terrenos de El Arado propiedad de los Burguera. También en estos años se construyó la sede del Liceo Br. Félix Román Duque, de las escuelas en Las Colinas y Monseñor Moreno. Poco antes, entre 1972-73 el gimnasio Mons. Pulido Méndez y el parque Carabobo (antigua Plazuela) lo que convierte los años 70 en la década dorada del progreso y bienestar tovareño. Sólo comparables con los años 90, durante los dos periodos de gobierno del Dr. Jesús Rondón Nucete.

Pocas veces se alinean tantas circunstancias juntas para el progreso y desarrollo de un pueblo. Tal como ocurrió en Tovar durante el lustro 1973 a 1978: gobernador, el Dr. Rigoberto Henríquez Vera; presidente del Concejo, el Dr. Gerardo Febres Nucete; rector de la Universidad, el Dr. Ramón Vicente Casanova; director de Cultura de la ULA, el Dr. Rafael Ángel Gallegos Ortiz; vicario de Tovar, el Pbro. Juan Eduardo Ramírez Roa; unidos a diputados y legisladores tovareños -entre ellos- Moncho Altuve que no escatimaron esfuerzos en conseguir y aprobar recursos para el logro de todas estas obras, siendo la presencia de Moncho Altuve fundamental como líder comunitario en la consecución de todos estos logros tal como el mismo Dr. Rigoberto Henríquez Vera, lo reconoce y testifica: "Muchas de las iniciativas que se llevaron a feliz realización en Tovar durante mi primer gobierno, fueron el fruto de su preocupación y de su existencia"(7) Cualquier otro comentario está de más.

Moncho Altuve fue un insuperable aficionado taurino que probó suerte en el Hato El Piñal en Caracas y en Tovar junto a entrañable amigo y compañero de lucha Rigoberto. Muchos tovareños recuerdan aun el Festival taurino organizado por Moncho Altuve como presidente de la Peña Tovar Taurino (fundada en 1964) para la adquisición de las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de Regla realizado el domingo 3 de mayo de 1970, cuando a las 4 p.m., sonaron clarines y timbales para abrir la puerta de toriles al primer ejemplar dispuesto a ser lidiado por los aficionados prácticos: El lucero de la tarde, Dr. Rigoberto Henríquez Vera; El duque de Santa Bárbara, José Ramón Altuve Salas; El zorro de las patillas, José Rodrigo Viloria; El niño del liceo, José Ramírez (Cheo); El faraón de Sabanetas, José Juan Uzcátegui Rangel y El ventarrón del Llano, Napoleón Mesa Febres. El Capellán y Pregonero de la plaza (El mudo de Cordero), el Pbro. Juan Eduardo Ramírez; con la Nena Maurielo (Conchita Cintrón), de alguacilillo de Plaza; Eugenio Salas Villarreal de médico veterinario; Francisco José Quiñonez y José Luis Cortéz de médicos de plaza; Chucho Rosales, hijo de animador y Oswaldo Henríquez Vera (El caballero de los Pinos Blancos de Ganadero y Mayoral. La novillada no podía estar en mejores manos con José de Jesús Rosales (El califa de San Pedro) como director técnico; Felipe Marquina (El niño de la Plazuela), César Burguera (El cantor de La Gruta), José Antonio Montilla (El León de La Jabonera) y Adonay Belandria (El chato) de asesores. Las entradas a sol y sombra costaban Bs. 3, los chicos y grandes pagaban igual. Lo único era que "Los curdos y o amanecidos pagaban doble por tener doble visual" y el diestro José Amador Morales (Traba buches) "por tener que actuar esta misma fecha en otra ciudad" no pudo participar en el Festival. Eso era y debe volver a ser el Tovar festivo y jocoso, un pueblo noble siempre dispuesto a las mejores causas.

Dejemos que sea don José Eduardo Gil Maldonado quien nos hable de la afición de: "José Ramón Altuve (Moncho) Otro hacedor de pasiones por lo taurino. Como tovareño, latía en su corazón por ese afán de querer con ese impulso de la afición ir hasta lo más profundo de lo que se quiere, sin saber por qué nos arrebata un arte venido de España. Se nos arraiga y lo vamos dando todo. La Peña "Tovar Taurino" fue su obra y en ella volcó toda esa ansiedad de querer hacer por un pueblo, lo que en verdad se quiere, ser el más taurino de Venezuela. Creemos que Moncho lo logró y también su sangre de aficionado hoy corre por las venas de los Altuve Trejo, donde el olé del recuerdo se eleva en plegaria hasta el azul del firmamento"

Moncho Altuve fue además empresario taurino y en 1965, al año siguiente de inaugurada la Plaza de Toros de Vista Alegre el 6/9/1964, organizó en sociedad con Gregorio Quijada y la empresa Altuve - Quijada los festejos con seis novilladas del 8 al 13 de septiembre.

En 1970, con motivo del estreno del primer reglamento taurino con que contó Tovar, formó parte de la comisión asesora designada por el Concejo junto al Dr. José Rafael Pulido, el Dr. Héctor Rodríguez y Don José Juan Uzcátegui.

En 1973, fue uno de los promotores del homenaje en Lagunillas al Cóndor de Los Andes, César Faraco, dónde la municipalidad tovareña lo declaró hijo ilustre. Moncho Altuve guardaba una especial admiración por Faraco a quien recibía en Caracas cada vez que iba a torear en el Nuevo Circo, convirtiéndose en asiduo visitante de la Peña Tovar Taurino y de las encerronas que hacían en el rancho Tacarica para compartir una amena tertulia y saborear un suculento sancocho de pica tierra.

En 1975, nuevamente en sociedad con Gregorio Quijada se hacen cargo de los festejos contratando una plaza portátil que funcionó en el estadio viejo de Sabaneta. Las novilladas a pesar de la lluvia se realizaron tal y como estaban programadas, pero los toros colombianos de la corrida de casta no llegaron y la empresa fue multada. Hasta allí llegaron los ánimos de Moncho Altuve de ser empresario.

Moncho Altuve incursionó en el periodismo, escribiendo en El Anhelo (1961 - 1962), recién venido a Tovar colaboró con Don Heriberto Márquez Molina en el Pueblo (1971, se publicaron 13 números) y Con el Pueblo (1984, circularon 3 números impresos a multígrafo en la sede de AD). También moderó el programa ADelante en Radio Occidente que fue clausurado por el padre Anzer Ancias.

Además, fue un experto cocinero en la preparación de la sopa de arvejas, pescado de diferentes maneras, mermados, sancochos de gallina y costilla tapada.

Ese fue Moncho Altuve un enamorado de Tovar, un hombre de una gran simpatía y arraigo popular, emprendedor y servicial, que son méritos más que suficientes para que hoy lo recordemos con cariño y admiración.

Con motivo de su centenario su partido AD debería estar de fiesta recordándolo como uno de sus líderes, título que a muy pocos adecos le podemos dar en Tovar y la municipalidad sin sectarismos debió haber realizado un acto en su honor. Honrar honra y más cuando se trata de un constructor de ciudadanía y un bienhechor de la tovareñidad.

Los pueblos se engrandecen cuando reconocemos los méritos de quienes nos han antecedido y marcaron huella en el tiempo y en el espacio.

Que su centenario sirva de reflexión, no podemos seguir viviendo de la desmemoria y del olvido a quienes merecen todo nuestro mayor respeto. Honra y prez a José Ramón "Moncho" Altuve Salas. Y olé.

 

Notas:

  1. Rigoberto, Henríquez V.: De la tiranía a la democracia. Memorias 1958 - 1983. Vol. II. Ediciones Centauro, Caracas, 1989. p. 305.

  2. https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:VNPD-2TZ

  3. Los abuelos paternos se casaron el 6 de octubre de 1884. Por cierto, no aparece en el acta de matrimonio el nombre de los padres de la contrayente.

  4. Por tradición familiar se conoce que era hija de Andrés Medina.

  5. Ídem. p. 304

  6. Ibídem. p. 305

  7. Ibídem. p. 304

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