Estamos obligados a dirigirnos a Nicolás Maduro Moros, a Ernesto Villegas Poljak, a Dinorah Cruz, a Gilberto Pinto Blanco y a Luis Javier Sifontes

Sábado, 09/12/2023 06:05 AM

ASUNTO:

A continuación, una carta abierta de la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero -adscrita a la oficina del Cronista de Cumaná-, por las tres (3) solicitudes realizadas ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), sobre aspectos técnicos e históricos de signo semejante que se han hecho presentes en la opinión pública local y ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC):

  1. La primera, la solicitud de Declaratoria como Bien de Interés Cultural de la Ciudad de Cumaná en la Categoría de Patrimonio Histórico de la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804). www.aporrea.org/regionales/a326051.html.

  2. La segunda, la petición de nombramiento como Bien de Interés Cultural de la Ciudad de Cumaná en la Categoría de Patrimonio Artístico al Mural Escultórico en Relieve del Edificio Sucre (1955). https://www.aporrea.org/regionales/a325775.html.

  3. Petición de nombramiento como Bien de Interés Cultural y Artístico a la Obra Musical "Mi Cumaná Querida" del Dr. Ramón Villafaña Rondón (1972). www.aporrea.org/regionales/a326164.html.

En el entendido que esta iniciativa lleva implícita la idea de abrir un debate, el cual consideramos de notable interés para todo el país, por tratarse de la particular relevancia la defensa de nuestros valores culturales, patrimoniales e históricos, nos sentimos obligados a dirigirnos al Presidente Nicolás Maduro Moros, al Ministro de la Cultura Ernesto Villegas Poljak, a la Presidenta del IPC Dinorah Cruz, al Gobernador del Estado Sucre Gilberto Pinto Blanco y el Alcalde del Municipio Sucre del Estado Sucre Luis Javier Sifontes.

CARTA ABIERTA:

En esta tarea no hemos escatimado esfuerzos para llamar la atención de la opinión pública ante la indiferencia y destrucción de nuestros valores culturales, patrimoniales e históricos. El atraso y el drama en que nos encontramos en la materia justifican que desarrollemos esta temática ante la comunidad nacional. Desde que asumimos nuestra responsabilidad hemos retomado esta lucha convirtiéndonos en voceros del Cronista Oficial de Cumaná, en su clamor por reivindicar el valor cultural, patrimonial e histórico y, su derecho irrenunciable a defender "los derechos culturales como derechos humanos".

En estas tres solicitudes subyace una premisa fundamental: la lucha que, en la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero -adscrita a la oficina del Cronista de Cumaná-, hemos emprendido con el objeto de que la valoración y salvaguarda del patrimonio material e inmaterial como Bien de Interés Cultural ocupe un lugar privilegiado en las acciones de restauración y mantenimiento de las edificaciones existentes, las cuales reúnen una serie de cualidades formales, funcionales, espaciales y de implantación que merecen ser salvaguardadas para que puedan ser disfrutadas por las generaciones futuras. La polémica se ha generado a partir de un conjunto de circunstancias que han incidido de manera negativa en la posibilidad real de su salvaguardia.

La legislación existente es muy ambigua en cuanto a la probabilidad efectiva de protección de una obra arquitectónica al designarse como patrimonio histórico, específicamente, el cuerpo jurídico existente beneficia de sobremanera los derechos de los propietarios por encima de los derechos colectivos, que tienen los ciudadanos de preservar la memoria histórica y de garantizarse una mejor calidad de vida urbana al disfrutar de un imaginario urbano que forme parte de la cultural. La protección del patrimonio inmueble, no protegido completamente, queda en la buena voluntad del propietario, quien tiene la decisión de destruir o conservar, sin siquiera dejar un espacio para la negociación con el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC).

Si bien reconocemos que existen derechos de la propiedad individual, también abogamos porque se obligue a los propietarios y promotores a discutir con el estado o el municipio el destino de los bienes inmuebles de valor patrimonial y cultural, para lo cual debería ser necesario:

  • Que se demuestre la imposibilidad de conservar la obra desde un punto de vista técnico. De ser imposible la conservación, se deberá garantizar al menos que lo nuevo que se desee construir contenga los valores ambientales y urbanos que tiene lo que se desea destruir.

  • Otra circunstancia adversa, es la carencia de un inventario oficial de obras de la arquitectura patrimonial, que deberían ser conservadas por sus cualidades arquitectónicas, urbanísticas y culturales, lo cual permitiría que tales edificaciones puedan recibir una consideración especial en el momento en que se aprueben las ordenanzas de zonificación, o cuando se elaboren los planes de desarrollo inmobiliario por parte del sector privado.

Consideramos que se podrían aprobar nuevos mecanismos y ordenanzas que garantizasen los derechos de construcción vinculados a una parcela y las condiciones existentes construidas. Para lo cual se podría establecer que cualquier afectación urbanística que modifique las condiciones de una edificación histórica se acompañe de una compensación de los derechos de construcción, con mecanismos de transferencia de los "derechos de aire" a otras parcelas de igual valor comercial o con mecanismos de exoneración de impuestos para premiar al promotor que rescate por su cuenta y riesgo los edificios con valor patrimonial.

Pero la circunstancia más lamentable en toda esta polémica es la ignorancia acerca del tema, no sólo por parte del público en general, sino por las propias autoridades municipales y regionales. No olvidemos que la mayoría de los proyectos que se han diseñado a partir de la premisa de la desaparición de obras de arquitectura de gran calidad han sido elaborados por arquitectos que desconocen la condición histórica de la arquitectura y son insensibles a los valores existentes en las edificaciones que ocupan las parcelas a ser desarrolladas. En esta materia, la Gobernación del Estado Sucre, la Alcaldía y la Cámara Municipal del Municipio Sucre del Estado Sucre, tienen una cuota de responsabilidad innegable que debemos abordar urgentemente.

Lamentablemente, la discusión pública de las tres solicitudes ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), ha recibido un duro golpe por la insólita declaración de algunos pájaros de mal agüero de que "la casa fuerte es insalvable", lo que aunado a algunas opiniones de destacadas políticos, empresarios, personalidades y profesionales se han resignado a ver "secuestrada" la Casa Fuerte justificándose en argumentos jurídicos, han contribuido a debilitar la lucha. Incluso la propia empresa AVECAISA alientan la "demolición" de la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804) y deja el camino libre a su iniciativa privada.

Los que todavía insistimos en salvar la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804), creemos que al perder esta lucha se le dará un duro golpe al movimiento de salvaguardia del patrimonio arquitectónico local, regional y nacional. Será otra pérdida más, que se unirá a la cadena de demoliciones que está barriendo con las obras patrimoniales del país. Los que queremos salvarlo no nos damos por vencidos y queremos insistir en buscar salidas que beneficien tanto a los propietarios como a la ciudad.

Curiosamente, un buen número de personeros del gobierno, han dado luz verde a la "demolición" de la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804): "cosas veredes Sancho ... ", y ahora los propietarios y promotores se sientes aliviados y sin "cargo de conciencia" para demoler, gracias a la bendición recibida por tan importantes representantes. Estaremos pendientes de lo que ocurra con la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804) y, no nos resignaremos a verlo caer porque deseamos que las generaciones futuras conozcan cómo era la arquitectura hispánica y seguiremos insistiendo en nuestro planteamiento: hay que salvar la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804).

En cuanto a la otra polémica, la situación es un poco más alentadora, nos referimos al rescate y conservación del Mural Escultórico en Relieve del Edificio Sucre (1955) y Obra Musical "Mi Cumaná Querida" (1972). Debemos señalar que la actuación de la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero -adscrita a la oficina del Cronista de Cumaná-, ha sido fundamental para cambiar de manera notable la actitud de las autoridades y de la comunicad cumanesa en el asunto. Esto se debe al desarrollo de nuestra propuesta programática clave en la tarea que nos hemos propuesto como meta colectiva:

  • Creación de la Comisión de Conservación y Rescate como mecanismo ad hoc en la pretensión de proteger aquellos bienes que, considerados como poseedores de valores culturales significativos, se encuentren amenazados por diversas circunstancias.

  • Redacción un proyecto de ordenanzas que garantice nuevos mecanismos y los derechos de construcción vinculados a una parcela y las condiciones existentes construidas.

  • Realizar un inventario oficial de obras, que deberían ser conservadas por sus cualidades arquitectónicas, urbanísticas y culturales.

  • Elaborar un informe acerca de la situación de deterioro y la necesidad de salvaguardar el Área de interés histórico de la ciudad de Cumaná.

  • La postulación de la Casa-Fuerte de la boca del río o Casa para Alojamiento de la Guardia de Cumaná (1804), el Mural Escultórico en Relieve del Edificio Sucre (1955) y Obra Musical "Mi Cumaná Querida" (1972), como Bienes de Interés Cultural de la Ciudad de Cumaná en la Categoría de Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico, respectivamente, ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC).

Con estas iniciativas, la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero -adscrita a la oficina del Cronista de Cumaná-, pretende sentar las bases doctrinarias y operativas para contribuir con los fines de salvaguardar y conservar las obras cumbres mencionadas. Todas estas acciones promovidas de una manera u otra se han visto afectadas notablemente por la falta de verdadero respaldo por parte de la Gobernación del Estado Sucre, la Alcaldía y la Cámara Municipal del Municipio Sucre del Estado Sucre, debido principalmente a que se ha desconocido el valor patrimonial del conjunto y de las partes que constituyen nuestro acervo cultural y patrimonial y, como consecuencia, no existe una política coherente de conservación en materia de mantenimiento, de ampliaciones y de remodelaciones, así como en materia de nuevas construcciones.

Con el fin de revertir esta grave amenaza de destrucción del patrimonio, desde la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero -adscrita a la oficina del Cronista de Cumaná-, iniciaremos una campaña intensiva ante la opinión pública nacional que logrará el respaldo y la atención para generar una presión pública sin precedentes que ocasione un cambio de actitud en las autoridades regionales y locales. Esperando el respaldo inmediato a una serie de medidas que proponemos y que tienen como meta fundamental la creación de una autoridad única en materia de conservación y desarrollo "en defensa de nuestros valores culturales, patrimoniales e históricos".

Cuando profundizamos en el estudio de las causas que han generado esta dramática situación, la única respuesta que encontramos es el profundo desconocimiento que se tiene de los extraordinarios valores artísticos y arquitectónicos que les otorgan a estas tres primeras solicitudes la condición de tener un valor universal y excepcional que le permite calificar como Patrimonio Cultural de la ciudad de Cumaná.

Ese desconocimiento consciente o involuntario de los valores ocurre para sorpresa de muchos en nuestros propios ciudadanos y se ha originado, principalmente, por falta de una discusión profunda y serena de los temas vinculados a la conservación de nuestro patrimonio cultural. En ese sentido, no aspiramos a una opinión única, por supuesto, pero deseamos una mayor solidaridad ante un asunto que no admite medías tintas.

El futuro de la preservación de la Ciudad de Cumaná es tremendamente incierto, no se vislumbran cambios inmediatos en las políticas de la actual gestión gubernamental. Por el momento sólo nos queda esperar a que las actuales autoridades, asuman desde ese momento una política clara y contundente en materia de conservación de nuestro patrimonio cultural. No como un problema más de planificación y mantenimiento de la planta física cualquiera, sino que sea parte de una audaz estrategia de salvaguardia, tutelaje y desarrollo de una obra que tiene valores excepcionales en lo arquitectónico y lo artístico. No puede haber medias tintas: o se conserva plenamente o se deja al deterioro y destrucción.

EXHORTO Y SOLICITUD

La escasez de recursos económicos, humanos, la ignorancia de la dirigencia política y las comunidades, así como la inexistencia de instrumentos legales y gerenciales en el ámbito municipal y estadal han impedido que el patrimonio cultural sea adecuadamente estudiado y protegido para preservarlo de su destrucción.

Así, en Cumaná la conservación del patrimonio edificado, al igual que en otras ciudades del Estado Sucre y de Venezuela, es un planteamiento relativamente moderno. A pesar de la existencia de una normativa para la protección del patrimonio en el ámbito internacional (Convenciones y Recomendaciones de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural (1983), a nivel nacional (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV-1999).

La Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (2006) y la Ordenanza de Zonificación del Casco Central de Cumaná, que declara "Zona Histórica de la Ciudad de Cumaná" (1988), es insuficiente, resulta un marco jurídico muy débil por la falta de instrumentos legales en alcaldías y gobernaciones que permitan defender su subsistencia, aquellas edificaciones sin ser declaradas patrimonio, no tienen ninguna defensa y corren el riesgo de desaparecer, al ser demolidas o transformadas, además de la poca voluntad política capacidad de las autoridades para adquirirlos en caso de ser declarados patrimonio.

Por esto, el estado, los gobiernos regionales y locales deben reforzar el marco jurídico para posteriormente generar toda una campaña de promoción, encaminada al mantenimiento y conservación de los inmuebles, como valorar el patrimonio cultural y natural.

Por una Madre Tierra, sana, segura y habitable para todas y para siempre, a los ocho (8) días del mes de diciembre de dos mil veintitrés (2023).

LOS DERECHOS CULTURALES TAMBIÉN SON DERECHOS HUMANOS

Casa Fuerte en Cumaná. Autor: Grau, W. (1996). La Casa Fuerte de la boca del río de Cumaná

Es auténtico:

Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero

514.083

Cronista Oficial de Cumaná

Cronista40@hotmail.com

academia.sucre@gmail.com

Arq. Servando Marín Lista

4 687 165

Presidente de la Fundación Dr. Tulio Ramón Badaracco Rivero

Nota leída aproximadamente 13467 veces.

Las noticias más leídas: