La expropiación de las grandes empresas nacionales tostadoras del café durante año 2010 y la posterior quiebra en el año 2015, fecha para la cual dejan de ser subsidiadas por el Estado venezolano, originó uno de los mayores déficit de café molido en las estanterías y anaqueles de los comercios en Venezuela que en Sanare, rápidamente, fue captado como una posibilidad de generar un nuevo medio de producción.
Sanare reúne cerca de 14.000 hectáreas de café, ofrece condiciones climáticas para la producción biológica de un café de calidad, reúne una tradición de cuidar la calidad de café que desde las fincas se produce dado el esfuerzo de capacitación que desde los años setenta dedicó el Fondo Nacional de Café y que por más de veinte años mantuvo una emblemática empresa como PACCA Sanare, que recibiendo un producto de calidad por parte de los productores y mejorándolo dio a conocer en puertos de EEUU la excelente calidad del café sanareño, pero no solo eso, Sanare también reúne una excelente industria metal mecánica que ha sabido desarrollar equipos de continuados procesos mejoradores de la innovación que facilitan el accionar productivo, de servicios y de transformación.
Esto permite aseverar, al decir de los "gringos" que gran parte del "know how" está aquí y constituye un valor de trascendental importancia para el apalancamiento de esta amplia industria que pareciera afrontar zancadillas y obstáculos desde instituciones que perteneciendo al Estado venezolano son las llamadas a apuntalar a este sector que puede llegar a ser un valioso desencadenante de una democratizada industria en poder de muchos innovadores.
Venezuela posee más de doscientos años de producción de materia verde en lo que respecta al café y que en ninguna manera se ha preocupado en darle valor agregado a este producto de la tierra, por ello no deja de sorprender que siendo Sanare un pueblo de caficultores se haya contado con esta coincidencia de factores, condiciones y elementos sobre los cuales irrumpe la industria artesanal del café que, en solitario, busca hacerse de mercados nacionales que parecieran ser territorio exclusivo para los nuevos oligopolios del café que tiene sus defensores dentro del propio Estado venezolano.
No obstante, corresponde a la municipalidad apalancar este esfuerzo colectivo privado, mediante el necesario acompañamiento para su fortalecimiento y la búsqueda de conocimientos necesarios o herramientas que permitan su inserción en el anhelado comercio internacional del café, ofreciendo un producto de calidad y las herramientas necesarias para que en cada uno de ellos se desenvuelva la creatividad propia y la capacidad innovadora que sean el sello garante para la captación de nichos de mercado que desde fronteras afuera diferencien la calidad agroproductiva de nuestros cafetales, derivadas de los microclimas particulares en donde se cultivan estos, así como los varietales, además de otros procesos propios de los cafés de especialidad.
Es un mundo de posibilidades amplias las que se pudieran derivar de un proyecto colectivo que auspiciado desde la Alcaldía permitan la vinculación de las personas más capacitadas, así como la participación de las Academias indispensables para llevar a buen término un proyecto que sin duda puede posicionar el nombre de Sanare en otros países y regiones del mundo.
Que se abra el debate, mientras se aguarda la debida respuesta de nuestra mayor entidad política local (Alcaldía), de seguro que nuestro ampliado número de pequeños tostadores sanareños estarán dispuestos a participar.
Ing. MSc.
fantonicbc@gmail.com
Ex Investigador del INIA para el cultivo del café