La Casa Natal de Antonio José de Sucre: la esotérica "acta final" de la Comisión de Sustentación Histórica

Miércoles, 13/03/2024 03:11 PM

  • Volví a la realidad: en el Museo Antonio José de Sucre, aún continúa el sordo rumor de la galvanizada "Academia de la GeoHistoria".

IMAGINACIÓN O VISIÓN

Hace algunos días -en el museo que tiene por misión la promoción y difusión de Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, conocido también como el Gran Mariscal de Ayacucho-, en una asamblea tan desocupada de comunidad como escasa de ciudadanos, oía y veía a quién se auto proclama como "la hija del general", mostrando los propósitos y alcances de la esotérica "Acta Final" de la Comisión de Sustentación Histórica de la Casa Natal del Gran Mariscal, recién concluida –decía-[www.aporrea.org 03/03/24- www.aporrea.org/regionales/a328991.html].

La descripción era demasiada galvanizada como para despertar interés más allá de cinco minutos. Seguramente por eso la gente comenzó a distraerse pensando que, para recrear el futuro, la palabra "Imaginación" en la construcción de la Casa Natal de Sucre parecía tener más aliento que la "Visión". Y que era, además, seguro que, puesto a escoger, preferiría la connotación ética de la palabra "Compromiso" al sesgo militarista implícito en "Misión".

Así es el esquema de esas "Actas Finales de Comisión", que por algún prejuicio antimetodológico, nos remitió a movimientos de blindados y a operaciones aerotransportadas. De Fort Bragg –es una base militar del Ejército de los Estados Unidos- al Museo de Cumaná ¿o al revés?

Pero, esa convocatoria, de igual modo, recordaba anteriores saludos a la bandera, que también es un ejercicio castrense, y estando en eso, la "toque" se fue abstrayendo de ese tan serio "cenáculo" para imaginar un ejemplo diferente donde la sustentación de la investigación histórica se dio más por el lado de las convicciones que de las teorías, que fue lo que le sobró en esa esotérica "Acta Final" sobre la Casa Natal de del Gran Mariscal Antonio José de Sucre que se escuchó ¿o vimos?

EL OBJETO-PROPÓSITO ES SOLO EL NEGOCIO

En esa asamblea convocada en el museo aún continuaba el sordo rumor de la galvanizada "Academia de la GeoHistoria", convertida así, gracias a ese sortilegio, en un hecho fundamental del "canon estético", donde la arquitectura –con minúscula-, cuyo único propósito fue liberarse de compromisos diferentes a los que emana de su propia presencia-. Y como, en esa "arquitectural"–le aclaman perteneciente o relativo a la pintura de Felipe Meneses-, la forma de la Casa Natal de Sucre no dependió en absoluto de las razones de ella, a pesar de estos nuevos preceptos de los seguidores de la arquitectura con valor en sí misma, asumieron que ella no tiene que dar otra respuesta que no sea la propia imagen de la proyección geométrica ortogonal de la pintura de Felipe Meneses, con lo cual, más allá del uso que se le quiere dar, su valor estuvo en la imagen, en las sensaciones que esa pintura transmite, en el hecho emocional -en el "canon estético" como lo llaman ellos-.

  • ¿A quién se le puede ocurrir ir al Museo AJS a escuchar ¿o ver? (…)?

Las asambleas son ellos mismos, los de la galvanizada "Academia de la GeoHistoria". Ellos representan, en esta atmosfera apasionada, la suma de lo que tiene que dar la "arquitectura sacerdotal" y todos tendremos ocasión de disfrutarla, inclusive de palparla, claro está, si algunos de los lectores logran trasladarse a donde ella se encuentra, porque, además, como toda obra de arte su belleza, es distante y arisca. De lo que se habló poco fue de lo que sucedió cuando el objeto de este esfuerzo ha sido solo el negocio. Tal vez pierda su categoría de arte e inclusive de arquitectura, y como tal vez será dejada de lado.

  • ¿Cómo se salvan los ciudadanos cumaneses de su presencia?

Esta postura sobre la acción profesional que es en definitiva de lo que estamos discutiendo, la necesidad de un trasfondo ético y disciplinar que permitiera asumir con mucha claridad que la Casa Natal de Antonio José de Sucre es el escenario donde la ciudad se encuentra a sí misma y donde sus individuos se hacen ciudadanos. Que la ciudad se va haciendo con Arquitectura -con mayúscula-, muchas veces negada y al margen de la planificación urbana.

VISIÓN EQUIVOCADA PARA HACER ARQUITECTURA

Lo que tratamos de señalar en la plataforma de los "Cronistas e Historiadores de Cumaná (CeHdC), es que, de cara a esta situación y dadas las carencias acumuladas, se debió hacer necesario abrir diversos frentes de ensayos y experimentación que trajeran esperanzas de elaboraciones arquitectónicas para nuestra ciudad de Cumaná y sus ciudadanos. Se hizo necesario meterse en una amplia búsqueda de medios expresivos que permitiera, desde nuestra pobreza, reivindicar el derecho de las comunidades a la arquitectura y a la ciudad.

Se hizo necesario desarrollar una práctica profesional de resistencia ante las limitaciones ya mencionadas. Enfrentar esa ideología de copiar la proyección geométrica ortogonal de la pintura de Felipe Meneses, de repetir el lenguaje y la expresión como metodología para hacer arquitectura, abriéndose a los conceptos, a la contextualización y a la pertinencia – es lo que llamamos los "contenidos"-,

La Casa Natal de Antonio José de Sucre debió servir a un solo propósito. La obra pictórica de Meneses no tuvo que dar respuestas a nada, es conservadora, no tiene por qué apartar a los cumaneses de la complacencia y la comodidad de una visión equivocada de un cronista oficial de la época. La arquitectura como obra de arte es revolucionaria. La pura verdad es que esa Casa Natal del Gran Mariscal de Ayacucho -así planteada-, no tiene que ver con el arte, porque -según Alfred Loos-, "la arquitectura no es ningún arte".

Así se resolvió el problema del "proyecto de arquitectura" -a través de una incorrecta apreciación historiográfica-, constituyéndose no solo en un daño irreversible a la memoria del lugar, un desprecio por la historia local y una flagrante violación al ejercicio de la profesión de arquitectura e ingeniería, sino también un daño patrimonial al entorno urbano-arquitectónico y a la poligonal histórica, ambiental, cultural y patrimonial.

¡Qué fácil resultó reducir la razón de la arquitectura a un simple dato utilitario!

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