Un familiar de la difunta señora María Altagracia Prado, de nombre Ada Borges Prado, en una conversación que sostuve con ella; me contó que uno de sus antecesores peleó en la batalla de Urica, en realidad no tengo manera de confirmar esta información; pero el asunto me pareció interesante y se los narro a continuación:
"Señora Ada, hábleme de su madre y de lo que le contó en relación a la muerte de Boves, El Urogallo". "Muñoz, mi difunta madre María Altagracia Prado nació en Bergantín, población del estado Anzoátegui, el 20-01-1920 y murió el 14-01- 1985. Sus antecesores se dedicaban al cultivo del café en haciendas de la comarca, en un caserío de nombre El Cielo, desde la salida del sol hasta su ocaso, y cuando se descuidaban los trabajadores recibían latigazos del mayoral, quien casi siempre era un zambo manumiso que estaba a favor de los españoles".
"Muñoz Freites, mi mamá contaba que su tatarabuelo estuvo presente en la batalla de Urica como soldado de infantería de las tropas realistas y que los patriotas le hicieron prisionero, le perdonaron la vida, y se incorporó a las tropas del Centauro del Llano General José Antonio Páez Herrera. Urica es la capital de la parroquia del mismo nombre ubicada a 45 km al sureste del poblado de Santa Inés, en el estado Anzoátegui, en Venezuela, donde a pesar de ganar el combate los godos, el Asturiano de Oviedo, José Tomas Boves Rodríguez fue atravesado en el pecho por la lanza del patriota General Pedro Zaraza Manrique".
"Se decía que ‘el Taita’ tenía pacto con el diablo y presumía de saber dónde y cómo sería el momento de su muerte. Así que marchó hacia esa población lleno de presentimientos y preocupaciones. No sólo no se conformaba con asesinar a los patriotas; sino que violaba sus mujeres, hijas, hermanas, tías y les sometía a terribles torturas".
Cito a continuación las destacadas opiniones de algunos historiadores sobre el matarife Boves, "El Urogallo": "La pérdida de la Segunda República fue quizá el acontecimiento que más enseñanzas dejara en el Libertador Simón Bolívar. En 1814 ocurre en Venezuela una verdadera rebelión, no de blancos criollos contra españoles colonos; sino de afrovenezolanos esclavos y cimarrones, pardos, zambos e indios; los nadie, los hasta entonces olvidados por todo precepto independentista y realista. José Tomás Boves lidera la rebelión, congrega un ejército popular que se sostiene en la rabia contra el dominador esclavista y en la necesidad de igualdad social de las mayorías pobres, segregadas principalmente por el color de su piel".
"Boves, tan cruel, asesino y astuto como carismático y valiente, tuvo una breve carrera militar como destacado realista, pero nunca fue Jefe de Estado desde su reclutamiento el 20 de mayo de 1812 hasta su muerte el 5 de diciembre de 1814. En su momento de mayor poder era el amo absoluto de los Llanos, capaz de movilizar una hueste que empequeñecía a las unidades de patriotas, 6.000 a 7.000 jinetes y de 2.500 a 3.000 infantes, su refugio en los Llanos era un poblado llamado Guayabal, cercano a Calabozo. A nombre del rey de España le prometía libertad a los afrovenezolanos y repartir la tierra de los blancos criollos entre los llaneros.
Menos de 160 europeos eran los integrantes de su ejército, todos los demás eran venezolanos, gracias a que supo ganar para su causa el resentimiento social de la masa de negros, indios y pardos identificando a los republicanos con los blancos propietarios, dándoles una justificación para sus matanzas. Esto último no era del todo demagogia, habían sido los blancos ricos e imbuidos por las ideas de la Ilustración los que habían iniciado la Guerra de Independencia".
"Este discurso de promesas concretas resultaba atractivo para poblaciones coloniales, que tenían nociones muy simples de lo que era la Monarquía. Desde su punto de vista, el poder real era visto por buena parte de la población como un control lejano del poder de las élites locales en defensa de los jornaleros y gente de color. En el caso específico de los llaneros, el poder real era un freno para las ambiciones de los comerciantes y terratenientes caraqueños, deseosos de usurparles sus tierras, acabando así con su modo de vida tradicional".
Ahora bien, retornando a la crónica de la señora María Altagracia, su hija Ada me continuó contando: "Mamá parió catorce hijos e hijas: José Celestino Prado (difunto), Ligia, Antonio, Lourdes, Carmen (difunta), Gladys, Alida, Flor, Rosa, Ángel y Carlos Eduardo (difunto) y 2 morochos sietemesinos, quienes no sobrevivieron, de apellidos todos Borges Prado. El trabajo en estos campos era durísimo, mi madre heredó un terreno de sus padres donde sembraba café y caña de azúcar; pero un señor hacendado se lo quitó. Ella quedó huérfana a los 11 años y la despojaron de esas tierras. Vivió toda su vida con Rafael Borges y le ayudaba a sostener el hogar lavando y planchando".
"Mi padre consiguió empleo como chofer en el Ministerio de Agricultura y Cría, en el Gobierno de Rómulo Betancourt; los sueldos eran miserables, se les disminuyó el 10% a los empleados públicos y a los obreros, y el dinero no alcanzaba para nada. El mantenía su familia porque su primo hermano tenía una finquita y sembraba de todo: pimentón, tomate, ají, repollo, yuca, ocumo, piña, berenjena, caña. La buseta o el Volkswagen que manejaba lo traía cargado de carne, verduras y legumbres; que traía del campo y repartía entre sus familiares y amigos; cuando falleció más de 600 personas asistieron a su funeral y entierro. Sus amigos eran gente de izquierda, comunistas, como también de derecha y hasta perezjimenistas".
Continúa narrando la hija de Doña María: "Mi padre Rafael fue copeyano; pero estuvo influido por ideas de la Izquierda Cristiana. Mi papá fue un hombre honesto, siempre pagó sus deudas. Un año después de morir él, mi mamá falleció de tristeza y pesar, no quería comer suficiente. Mis padres están enterrados en el cementerio municipal de Barcelona. Cuando mi madre enfermó, le hizo jurar a mi hermana Rosa (quien parió 5 hijos), que no abandonaría a sus hermanos y hermanas. Ella nos ayudó durante años, trabajó como secretaria de la Asamblea Legislativa del estado Anzoátegui, luego, como secretaria de la contratista GLAMA. Y apareció Chávez, y se hizo chavista. Perdió su jubilación porque emigró al municipio Los Taques, estado Falcón, y pronto cumplirá 61 años".
"¿Señora Ada, que opina usted de la situación actual?" "Muñoz, aquí en algunos barrios de Barcelona los precios están carísimos, los comerciantes y los bachaqueros hacen lo que les da la gana; el sábado 18-05-2019 el Presidente Maduro mandó a vender pollos a 5495 el Kg, cosa que nos alegró sobremanera; ya que por acá, se vende a 12, 14, 18 y 20 mil Bs y hasta aceptan dólares, -yo nunca he visto ese billete-, se burlan de los precios regulados".
"Hay pollo, pero yo soy una mujer pobre que me sostengo de la pensión de Amor Mayor, de los Bonos y de la ayuda que me dan mi sobrina Yule, de una hija que ocasionalmente trabaja en casas de familia y un hijo que actualmente está desempleado. Las cajas no se ven desde febrero, no comprendo por qué aquí en Camino Nuevo no llegan las bolsas, si la mayoría somos muy pobres. Pero a pesar de todo, yo soy chavista. Voté en todas elecciones y volveré a hacer para la Asamblea Legislativa arriba a la izquierda, pulsaré con mi dedo de nuevo en los ojitos de Chávez. Mi Presidente Maduro está haciendo un gran esfuerzo a pesar del feroz bloqueo económico y no nos deja pasar necesidades; pero la gente quiere y necesita que las ventas de carne, pollo y huevos baratos se hagan cada 15 días; conozco familias que están comiendo cable porque los encargados no hacen su trabajo como debería ser y no tengo miedo de decirlo; yo hablo mucho, pero siempre digo la verdad".