El cultivo del café y la dinámica económica en los pueblos de montaña en Venezuela

Miércoles, 21/08/2024 04:11 AM

"El cultivo del café es la sangre de la economía de los pueblos de montaña en Venezuela".
 
En el año 1997, cuando aún no había culminado mi carrera universitaria y cursaba el VII Semestre de Ingeniería Agronomica tuve la oportunidad de conocer y asistir a una pasantia en "Villanueva de Guarico" con el admirable Juan Sabala, un "Práctico cafetero" de Oriente egresado de la "Escuela de Prácticos Cafeteros" en Bramon a principios de los años sesenta.
 
Juan Sabala, como caficultor y técnico, era una "Biblia del café". No en vano sus mentores y mejores amigos eran los insignes profesores e investigadores del café:
Erasmo Perez Nieto, Marcos Sayago, Miguel Arizaleta Parra (mi profesor del pregrado), Numa Garcia Andrade entre otros, egresados de la UCV en los años cincuenta.
 
A Juan Sabala y en su finca fue la primera persona a quien le escuché la frase del primer párrafo con el que comienzo este artículo y hoy, luego de más de 25 años como caficultor larense lo entiendo perfectamente. 
 
Si hay buenos precios para un quintal de café la economía en los pueblos cafeteros se dinamiza: Se aumentan las ventas en los comercios, los servicios metalúrgicos, de mecánica, mejora la construcción, etc.
 
En otras palabras "con buenos precios para un saco de cafe come el cauchero, el albañil, el caletero, el herrero, el mecánico, el tornero, el latonero, el bodeguero, además de otras personas dedicadas a otros oficios, artes o profesiones".
 
Hay expertos que estiman que por cada caficultor produciendo se generan en promedio tres empleos indirectos; solo si los precios de un saco de café son buenos o logran superar los costos de producción, que actualmente oscilan en 180 dólares. 
 
Decía Juan Sabala que en Venezuela eran muchos los pueblos que vivían del café y nombraba: Tovar, Zea, Pampan, Flor de Patria, Boconó, Campo Elias, Calderas, Altamira, Biscucuy, Córdoba, Chabasquen, Ospino, Araure, Río Claro, Guarico, Villanueva, Los Humocaros, Tocuyo, Sanare y muchos otros más.
 
Es tan importante y significativa la contribución del valor que genera el cultivo del café que, en términos de cifras y cantidades, el cultivo del café supera a lo que económicamente generan cultivos mecanizados y de mayores superficies como el maíz, el arroz y la caña de azúcar en los llanos venezolanos, de manera que demostrada esta la importancia del café en la economía venezolana a lo interior de los pueblos cafeteros.
 
El año pasado hubo dos "golpes" fuertes y muy sentidos para el caficultor; uno: un descenso de producción atribuido a factores climáticos que incidieron en la reducción de las cosechas en casi un cincuenta por ciento para las variedades de la especie de café arábigo, y dos: los bajos precios internos de un saco de café en valor de 90-110 dólares, frente a precios internacionales de 190 dólares. 
 
Para la fecha actual (agosto) los precios de "mercados de futuros de cafe" marcan en la "Bolsa de Nueva York" un valor de 245 dólares para un quintal de café en las entregas de Dic 2024; esperemos pues que las autoridades del Estado venezolano hagan cumplir éstos precios si llegaran a mantenerse en el mercado internacional.
 
Mucho se pregona en Venezuela sobre la necesidad de una economía mixta y en reducir la dependencia de la renta petrolera, pero ello no sucederá mientras se desatiendan las cuestiones importantes que golpean a los agricultores y al campo venezolano.
 
Los caficultores seguimos anhelantes de acciones no politiqueras y si reivindicativas del esfuerzo que a diario hacemos para contribuir en una mejor Venezuela. 

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