"Gobernar se trata de resolver problemas concretos, no de hablar pistoladas" dijo Héctor Rodríguez Castro en una especie de despedida publica de la Gobernación del Estado Miranda en un reciente Encuentro con el liderazgo social y político de Miranda.
Héctor deja la Gobernación de Miranda, después de haber cumplido 7 años en dicha Gobernación, habiendo sido reelecto en el cargo, y pasa a cumplir funciones en el Gabinete Ministerial donde desempeñara el cargo de Ministro de Educación. Función que en el pasado ya desempeño este joven mirandino.
Le corresponde a Héctor ahora el desafío de "resolver problemas concretos" en un ámbito tan complejo como lo es el educativo. Resolver problemas que son infinitos con presupuestos y partidas que mas que finitas son escasas y limitadas.
Le corresponde a Héctor, y al equipo que lo acompañara, en una carrera contra el tiempo, asumir la educación publica como valor fundamental de nuestra República que no puede ni debe ser negociada bajo ninguna circunstancia.
Es verdad que la Republica no cuenta, por ahora, ni contara en el mediano plazo, ni con la mitad de los recursos económicos y financieros con los que conto la educación en tiempos de Chávez. Sin embargo, el reto es volver a lo mejor de la educación publica de nuestros últimos tiempos, la Educación Bolivariana.
Si bien, buena parte de los conceptos y alcances que tuvo la Educación Bolivariana desde 1999 hasta 2012, estuvo soportada en descomunales inversiones del Estado que permitieron sacar a flote la educación publica que en las décadas de los 80 y 90 fue literalmente abandonada por parte de los gobiernos de entonces. Entregadas a políticas neoliberales reinantes que apostaban a modelos de privatización de lo publico y que jugaron a la desinversión educativa, porque no era "rentable" financiar una educación para todos.
Le corresponde a Héctor, asumir desde Salas, una defensa a muerte de la educación pública como opción para las mayorías para enfrentar los retos del futuro. Como el mismo lo ha señalado es una tarea que no podrá librar solo, requiere del apoyo de millones de hombres y mujeres.
El reto es interesante, el liderazgo que Héctor ha ejercido y el éxito demostrado en diversas tareas desempeñadas indican que hay esperanzas y sin pretender que será fácil, es prometedor.
Hacemos votos por el éxito de Héctor Rodríguez, por el éxito educativo de la República Bolivariana de Venezuela y por la defensa de la educación publica como bandera de la Patria de Bolívar y Chávez.