Sería interesante saber cómo marcha la agricultura urbana en Venezuela, luego de transcurridos algunos años desde que formalmente se lanzara esta actividad en nuestro país, con la creación del Ministerio de Agricultura Urbana, al frente del cual ya han estado varias personas en calidad de ministros.
Por lo que se puede observar en algunas ciudades de Venezuela, la actividad de producción de alimentos de origen vegetal y animal, a pequeña escala, en espacios intraurbanos y periurbanos, tiene algunas manifestaciones de interés, bien por iniciativa propia de los habitantes de esos pequeños espacios, o como resultado de la promoción realizada por el Ministerio de Agricultura Urbana. Es decir, en la actualidad, más que en años anteriores, se puede apreciar, a simple vista, la utilización de pequeños espacios para producir alimentos.
Sin embargo, de manera general, se puede observar también, que la actividad de agricultura urbana, desde las diferentes instancias de gobierno, no está siendo abordada desde la perspectiva de la multidimensionalidad que este fenómeno tiene. Porque no se trata simplemente de desarrollar esporádicos programas de huertos escolares, o de producir los ingredientes para las hallacas de diciembre, para luego mostrarlo a través de los medios de comunicación tradicionales y redes sociales, sino que se tiene que ir más allá, pensando en una estrategia que visualice objetivos específicos en el corto, mediano y largo plazo, para que, de verdad, la agricultura urbana sea una actividad sólida y sostenible en el tiempo.
Por eso, es bueno recordar que la agricultura urbana es un fenómeno multidimensional, en tanto que: 1. Es una práctica agronómica; 2. Tiene que ver con la seguridad alimentaria; 3. Es una política pública y está asociada al emprendimiento; 4. Requiere de la intervención de la planificación urbana y del diseño de los espacios verdes en las ciudades; 5. Está estrechamente vinculada a la cultura del reciclaje; 6. Se presta para que la creatividad y el diseño se manifiesten plenamente; 7. Tiene una dimensión educativa, recreativa y terapéutica. O sea, la agricultura urbana es un asunto muy serio que requiere ser concebida con mucha sapiencia y dedicación.