El plástico y las bacterias, antesala de los virus para minar nuestras células y ocasionar muertes

Jueves, 19/03/2020 02:10 PM

Hay una persecución en el mundo globalizado contra los países que fomenten proyectos sobre criptomonedas, y no cumplan con los más altos estándares para combatir el blanqueo de capitales y evitar la financiación del terrorismo. Así se expreso la subsecretaria del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera de Estados Unidos, Sigal Mandelker, A su vez manifestó que "Suiza, al igual que otros países, se ha promocionado como un lugar de encuentro para la tecnología y la innovación, por lo que, por supuesto, cualquier país que se presente de esa manera, en mi opinión, debe considerar al más alto nivel estos particulares y con la mayor atención".

Lo cierto que los países del eje progresista están luchando ferozmente contra un enemigo invisible, además de económico que viene dejando en el camino, un saldo de miles de muertos porque la criminalidad es patente, porque hoy, es bacteriológica.

Es un verdadero desafío, porque todo un género transita por nuestras calles, cargando altos niveles de mercurio, arsénico y otros químicos tóxicos para nuestro cuerpo y ya esta llegando a nuestros niños.

Muchos de estos químicos son vaciados en el campo agrícola, dañando la esencia nutricional de los alimentos y, el sector industrial guarda silencio y deja un vacío regulatorio en la implementación de programas para el consumo humano.

Ahora, la presión es para la Unión Europea.

En 1999 la Unión Europea prohibió los ftalatos -los químicos usados para hacer que el plástico sea más flexible- y el año pasado implementó una ley conocida como REACH (Registro, Evaluación y Autorización de Químicos) que exige a las empresas demostrar que las sustancias en sus productos de uso diario son seguras y presentar datos sobre ellas.

La ley de Maine refleja la actitud adoptada por la UE. Esta requiere que los fabricantes de químicos tóxicos notifiquen a las autoridades del estado sobre la cantidad y el propósito de las sustancias, y que trabajen para desarrollar alternativas menos nocivas.

Los expertos están atentos para ver si la legislación de Maine dará lugar a medidas más estrictas a nivel nacional, mientras que una organización que representa a los productores de químicos manifestó preocupación porque las exigencias de las nuevas regulaciones estado-por-estado puedan afectar a la industria. Bajo el texto legal, Maine evaluará los químicos y emitirá un "certificado de conformidad" para los productores. El estado puede notificar a los minoristas que el producto contiene químicos tóxicos y sería posible aprobar una ley que vede su comercialización.

Aunque no queda claro cómo entraron los químicos en los cuerpos de las personas evaluadas, el mercurio, el arsénico y los ftalatos son comunes en muchos productos de consumo.

Los ambientalistas del mundo globalizado, tienen cada día más evidencia de que los químicos tóxicos, se encuentran abriéndose paso hacia el ecosistema del Estado, más la proliferación de basura que vienen dejando los vecinos en las rutas.


Un estudio llevado a cabo por el biólogo Wing Goodale del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad en Gorham, Maine, reveló la presencia de más de 100 químicos artificiales en 23 especies de huevos de aves en todo el estado.

El estudio de Goodale proporcionó más municiones a los partidarios de la legislación de Maine, revelando que las aves estaban ingiriendo químicos tóxicos a través de su cadena alimenticia y éstos quedaban impregnados en sus huevos.

Aunque se demostró que algunos químicos prohibidos en la década de 1960 y 19870 han disminuido en los organismos de las aves, existen nuevas sustancias que están ocupando su lugar, desde productos resistentes al fuego o repelentes de agua, pesticidas y mercurio, según decía el estudio.

Goodale dijo que los químicos podrían perjudicar los sistemas neurológicos, reproductivos e inmunológicos de las aves, dañar sus hígados y afectar sus funciones hormonales.

Tanto el estudio realizado en humanos como aves mostraron elevados niveles de químicos tóxicos, como el ftalatos para ablandar plásticos, es usado en cosméticos, lubricantes y terminaciones para madera, y el bisfenol A, hallado en algunos envases de plástico,

Los productos resistentes al fuego conocidos como polibromodifenil éteres (o PBDE, por su sigla en inglés), aparecieron en humanos al igual que en las aves, según mostraron los estudios de Maine. El PBDE es usado para fabricar televisores, alfombras, muebles y colchones.

Los estudios también mostraron la existencia de una familia de los perfluoroquímicos, conocidos como PFC, usados para hacer que la tapicería sea resistente a las manchas.

Un estudio del Gobierno de Estados Unidos publicado en abril mostró que el bisfenol A podría estar ligado al cáncer en la pubertad temprana, al igual que al de próstata y mama.

En base a hallazgos preliminares del Programa Nacional de Toxicología, importantes demócratas del Congreso solicitaron a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) que reconsiderara su posición sobre que el bisfenol A es seguro para su uso en productos para bebés y niños. incluyendo los biberones.

El estado de Washington aprobó recientemente una ley que fue reformulada, que coloca restricciones sobre la producción de productos para niños que contengan plomo, cadmio y ftalatos. En febrero, el senado de Massachusetts aprobó un proyecto de ley para identificar químicos peligrosos en productos para el hogar, pero la regulación aún debe ser promulgada como legislación.

En el 2007, Washington se convirtió en el primer estado en prohibir las sustancias tóxicas resistentes al fuego, y California prohibió los juguetes que contuvieran ftalatos. Los legisladores de Maryland, Nebraska y Hawaii han estado considerando proyectos de ley similares al de Maine.

Antes de fallecer, el presidente Hugo Chávez Frías en un programa televisivo señalo que se estudia la manera de regresar al vidrio y el plástico solo para lo básico y, al escucharlo, he venido sustituyendo el plástico por botellas de dos litros de vidrio para el agua, de un litro para vaciar allí el aceite y el azúcar en botellas de mayonesa pequeñas y de cinco kilos, sí he de envasar. Es por nuestra salud. Asimismo, jamás me han gustado las mascotas en apartamentos o conjuntos cerrados, toda la población residente resulta afectada, porque las mascotas exigen veterinario y vitaminas y buena comida, según su pedrigui y raza.

Antes, Sanidad eliminaba los perros con enfermedades severas mediante una pastilla y los callejeros envenenados. Aunque resulta difícil, muchas veces es lo indicado ante una realidad evidente.

Hay un problema eminente, los océanos permiten el transporte de la mayor parte del comercio del mundo, son una fuente importante de alimentos y empleo, pero están amenazados por la contaminación, la sobrepesca y el calentamiento global. Los gobiernos y empresas, están más conscientes del valor de los océanos, pero, hay amenazas y, el Banco Mundial esta dirigiendo una nueva alianza global sobre este asunto.

Los gobiernos y las empresas están cada vez más conscientes del valor de los océanos, pero están luchando para hacer frente a las muchas amenazas que ponen en peligro a los mares de todo el mundo. El Banco Mundial está dirigiendo una nueva alianza global sobre el problema. Necesitamos soluciones emergentes.

Los tres países más contaminados del mundo de plástico y bacterias que provocan los virus son China, India y los Estados Unidos de Norteamérica por sus labores, lo que implica que toda la población mundial esta asfixiada y contaminada en un 85%, donde la mayoría no tiene conciencia de estar en el problema más vital de todos, el de despertar a un nuevo discurso político y ecológico

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