¿El Coronavirus tiene un cápside clasista o la humanidad está enferma?

Sábado, 11/04/2020 03:49 PM

"Somos una familia millonaria. Pero mi papá murió solo y sofocado, buscando algo tan simple como el aire. El dinero se quedó en casa "

Palabras de la hija del hombre más rico de Portugal

(https://www.jornada.com.mx/2020/04/08/opinion/023a1pol )

Así planteado, el problema del coronavirus no parece tener ningún interés porque ya se ha escrito bastante, intentando explicar el tumbaó político e ideológico que puede tener el coronavirus. Se ha hablado (y mucho) de una guerra bacteriológica, que a decir verdad, no es una novedad porque se ha practicado y avanzado mucho en esto. Desde Vietnam que ya se olvidó, el país más democrático y humano del mundo aplicó esta tipo de guerra

Recientemente, Noam Chomsky en un entrevista que concedió y que puede leerse en el portal de rebelión (www.rebelion.org) trató el asunto del coronavirus. En esta entrevista, Chomsky plasmó una idea, que de alguna manera describe como el capital valora las inversiones dirigidas a salud pública que son vitales para afrontar un problema como este. Una decisión como esta que denunció Chomsky, asoma una posición no del virus, sino la manera, cómo un sistema valora y afronta los problemas de salud pública.

Chomsky comentaba el tratamiento que el sistema EEUU dio a un proyecto para producir respiraderos económicos, que son vitales para atender esta pandemia. La administración Trump decidió paralizarlo por falta de justificación. Dijo Chomsky en la entrevista:

"Para rematar este impresionante récord, el 10 de febrero, con el virus recorriendo el país de punta a punta, la Casa Blanca publicó su propuesta de presupuesto anual, que amplia aún más los fuertes recortes en todas las principales partidas sanitarias responsabilidad del gobierno (de hecho, en prácticamente cualquier cosa que pueda ayudar a la gente) al tiempo que incrementa la financiación de lo que realmente importa: el ejército y el muro [con México]. " (Las negritas son mía) https://rebelion.org/la-escasez-de-ventiladores-revela-la-crueldad-del-capitalismo-neoliberal/

Si de algo ha servido por ahora el coronavirus, es para verle el corazón a esta humanidad y a esta civilización, si es que se puede usar este término. El epígrafe colocado inicialmente puede confundir porque deja la idea, que el coronavirus no tiene efectivamente en su cápside su tumbao político e ideológico. El rico más rico de Portugal murió por coronavirus y con tanto dinero no pudo comprar el aire que le hizo falta. Tanto dinero y no pudo tener un respiradero para salvarse. El Coronavirus, si se usa mal en este caso, aparentemente no ve clases y efectivamente no la ve.

Esto condición de ser un virus "ciego" y de saber que un millonario murió, no lleva concluir, que el coronavirus mata a ricos y pobres por igual. Definitivamente no. La desigualdad que existe, es un factor que nos hace vulnerables ante el coronavirus.

Veamos como las condiciones que si son creadas, le colocan el corazón al coronavirus. ¿Cuál es la recomendación mas sencilla y "simple" de ejecutar para prevenir esta pandemia? Hay que lavarse las manos. Sabemos que el agua, como servicio público no está al alcance de todos. Presenciamos (aquí y en el mundo) una sostenida tendencia a la privatización de este servicio, que se presta en forma muy deficiente y esa deficiencia ha permitido que la venta de agua se esté generalizando como un asunto normal. Vender y comprar agua ya es rutina. La última vez que supe del precio de un camión de agua me hablaban de 40 dólares. Esa cantidad no la tienen precisamente (los pobres) donde el servicio es mucho más deficiente.

Esta recomendación que parece ser la mas fácil de aplicar, reclama lavarse con agua (que no llega y es costosa) y pide que además de agua se use jabón durante unos 20 segundo. Un jabón le quita a un hogar pobre, una tajada importante de su ingreso. Así que frente a esta primera recomendación fácil; el rostro de la desigualdad coloca a unos (que son muchos) en situación muy vulnerable.

La otra recomendación: "Quedarse en casa". Es también relativamente fácil de hacerlo. Resulta que la gran mayoría (por lo menos en Venezuela) no tiene capacidad para tener almacenados dos días de comidas. La mayoría no tiene ni para un día y debe salir a trabajar para tener que comer y otro miembro de la familia, está obligado a recorrer largas distancia para ver que puede comprar. En esta otra recomendación, la desigualdad muestra su rostro tétrico.

Leí en estos días un artículo de Mario Patrón, cuyo núcleo temático se enfocaba en la realidad de México pero que aplica o cabe perfectamente para Venezuela y otro país por más civilizado que se presente. Sabemos ya, que el coronavirus tiene a la humanidad angustiada y toda asustada. Sin lugar a dudas, se está frene a una gran amenaza, que puede ser igual a otras que la humanidad observa y conoce con pasmosa tranquilidad.

Analizaba Mario Patrón en este artículo, que la violencia en toda sus manifestaciones, la violencia intrafamiliar en particular y la pobreza general, cada año se llevan al otro plano a muchas personas. Para Marzo de este año, la violencia en México había sacado de circulación a 2.585 seres. " Esta cifra -dice Patrón- supone un incremento de la violencia por segundo mes consecutivo: en enero el promedio diario de homicidios fue de 76.6 casos, en febrero ascendió a 81.1, y en marzo escaló a 83.4 casos diarios, lo que representa un alza de 9 por ciento en el nivel de violencia homicida en dos meses" https://www.jornada.com.mx/2020/04/09/opinion/021a2pol

No es México o Venezuela nada más. Hemos visto y leído que en el país más humanitario de este mundo, jóvenes con armas largas y muy modernas se han metido a los colegios y de una sola vez, se han llevado a más de cuatro al otro plano.

La violencia intrafamiliar tan común hoy en el mundo viene creciendo en México y no toma el nivel de pandemia. Dice Patrón:

"En la actual coyuntura, la violencia intrafamiliar ha registrado un alza más pronunciada que en los meses previos; las solicitudes en refugios por violencia intrafamiliar aumentaron 60 por ciento y las llamadas al 911 por el mismo rubro crecieron 25 por ciento desde el inicio de la cuarentena". La cuarenta puede ser un remedio peor que la enfermedad. La pobreza es una pandemia, que ha cobrado muchas muertes y la vacuna no hay ningún interés en producirla.

Uno no sabe, si esta cosa que suele denominarse como "gasto público" es una manera de mantener vivo a Darwin y hacer una limpieza para no distraer recursos en estas inversiones sin justificación tal y como la denuncio Noam Chomsky.

Esta pendiente una vacuna que le permita a la humanidad (como dijo el panita Ali) ser más humana.

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