La industria 4.0 o la cuarta revolución industrial ya es una realidad anunciada a partir del año 2011 en la feria tecnológica de Hannover (Alemania), y consiste fundamentalmente en un máximo nivel de automatización inteligente (Robotización), de todos los procesos industriales desde las variables reales en campo hasta la dirección de los procesos productivos, logísticos, administrativos y de gestión con un nivel de digitalización de muy alto nivel.
Estamos hablando de una fase en la cual entra la industria moderna, dispuesta a automatizar todos los procesos cotidianos y rutinarios de la vida actual, e incluso a partir de ahora todo lo que se invente pasará por una estrategia de construir procedimientos y procesos automatizables donde los seres humanos no tendrán que repetir las acciones ya conocidas. Esto implica que el trabajo manual pasa a una fase de ser automatizado totalmente. Solo la creatividad y la inteligencia humana podrá competir con los grandes sistemas inteligentes a ser instalados en las próximas décadas. Esto requiere de la formación de seres humanos con un alto nivel de pensamiento donde se evidencie una inventiva continua y permanente que pueda salirse de la cotidianidad y que solucionen los problemas humanos y sociales que los sistemas inteligentes industriales no lo puedan alcanzar.
Los altos niveles de inteligencias alcanzadas por los sistemas basados en inteligencia artificial se pondrán a la par de la inteligencia real de los seres humanos. Para que esto ocurra será necesario transformar radicalmente el sistema educativo actual y en lugar de enseñar lo que se sabe tendremos que enfocarnos en enseñar lo que no se sabe y en lugar de enseñar lo que hemos visto, tendremos que enseñar lo que nunca se ha visto para que alguna vez sea realidad. Antes de la circunstancias señaladas los seres humanos debemos ponernos a un nivel superior de inteligencia que la de los sistemas de la industria 4.0.
Ante la situación planteada, nos vemos en la necesidad de revisar la situación de nuestro país y confrontarla con los requerimientos de la industria 4.0. En primer lugar debemos revisar la situación en la que se encuentra nuestro sistema educativo y se hace imperante una revisión profunda allí para colocarnos a los retos que nos plantea un devenir de innovaciones tecnológicas que pudiéramos entrar en grandes conflictos a corto plazo entre una educación que obedece a tiempos distintos a las nuevas exigencias del futuro. En segundo lugar se hace urgente establecer un plan para todo nuestro sistema productivo en función de alcanzar los niveles de automatización planteados para los nuevos tiempos en función de poder competir con los mercados internacionales en los niveles de calidad, precios y tiempos de respuestas que serán impuestos por los sistemas inteligentes de la industria 4.0, en tercer lugar se hace urgente formar una generación de lideres de alto nivel tecnológico, con gran sensibilidad humana y alta responsabilidad social, para que puedan conducir la implantación de los procesos de la industria 4.0 en donde la relación no es solo con seres humanos sino que los robots serán parte del colectivo de trabajadores que tomarán decisiones determinantes en los procesos y en cuarto lugar se debe elaborar un plan de formación a la población general para que esta pueda asumir de manera progresiva y no traumática la convivencia con nuevos procesos que determinarán nuevas relaciones sociales en nuestra vida cotidiana.
En síntesis, la industria 4.0 es una realidad en este mundo globalizado y nuestro país debe incorporarse sin perder su soberanía, la independencia y la libertad; pero en medio de estas circunstancias no podemos quedarnos aislados porque eso llevará a la población a vivir fuera de época y en condiciones inadecuadas dentro del proceso evolutivo de la humanidad. Nos toca hacer las transformaciones que sean necesarias sin perder nuestra identidad pero sin quedarnos en el atraso.