Y la gente se quedó en casa
Y leyó libros y escuchó
Y descansó y se ejercitó
Y aprendió nuevas formas de ser y se detuvo
Y escuchó más profundamente, alguno meditaba
Alguno rezaba, alguno bailaba
Alguno se encontró con su propia sombra
Y la gente empezó a pensar de forma diferente
Y la gente se curó
Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante
Peligrosos, sin sentido y sin corazón
Incluso la tierra comenzó a sanar
Y cuando el peligro terminó
Y la gente se encontró de nuevo, lloraron por los muertos
Y tomaron nuevas decisiones
Y soñaron nuevas visiones
Y crearon nuevas formas de vida
Y sanaron la tierra completamente
Tal y como ellos fueron curados
K.O Meara "Poema escrito durante la epidemia de Peste en 1800"
La irrupción del coronavirus ha dado y continua dando de qué hablar. No voy a encasillarme en una discusión banal minada de especulaciones y carente de todo fundamento sobre: ¿quién produjo y/o propagó el Virus Corona? ¿Fueron los chinos? o ¿Fueron los gringos? Los viscerales pro-yanquis y fundamentalistas defensores del Dios mercado acusan a los chinos de crear toda esta crisis - pese a que la pandemia surgió en la provincia China de Wuhan – para perjudicar directamente la economía estadounidense y, los radicales anti-norteamericanos, ortodoxos del izquierdismo infantil señalan a los anglosajones de provocar esta catástrofe mundial, a través de la manipulación bacteriológica con el fin de afectar la pujante economía del gigante asiático.
Este tiroteo verbal de dimes y diretes se circunscribe en las yá trilladas "teorías del Complot" o en esta nueva versión de guerra fría. Ambas potencias han desatado una "Guerra" absurda con varios frentes: desde la diplomacia de micrófonos, pasando por el levantamiento de barreras arancelarias, hasta la amenaza recíproca con el cierre y bloqueo a las inversiones de sus principales empresas establecidas en sus respectivos países. Toda una puja en el terreno estrictamente comercial – financiero, lo que ha originado una completa debacle internacional de consecuencias impredecibles.
Es muy conocido el dicho popular que cuando la economía norteamericana y China estornudan o padecen resfriado, a las restantes les da Neumonía. Y es que se ha generado un efecto dominó en los países del orbe causando verdaderos estragos en todos los órdenes de la vida humana.
El Caos Sanitario y Epidemiológico
No es mi intensión acá ahondar en explicaciones científico – técnica relacionadas con la enfermedad viral, esa materia se las dejo a los sanitaristas, infectólogos, epidemiólogos, bioquímicos, biólogos moleculares etc. Lo que comenzó con una neumonía de etiología desconocida, tomó un rumbo inesperado convirtiéndose en una terrible pandemia que ha subyugado al planeta entero. El SARS COV- 2, Virus Corona, Covid -19 o sencillamente Coronavirus, procede del mundo animal y se ha visto ampliamente favorecido por la actividad humana. El 60% de las enfermedades infecto-contagiosas (enfermedades de la pobreza) tienen su origen animal y pueden alcanzar hasta un 75% en las enfermedades llamadas emergentes como: el Ébola, las gripes Aviarias, el SRAS o el Zika.
La aparición de enfermedades zoonóticas no son recientes; han estado asociadas con mucha frecuencia a los continuos y bruscos cambios medio-ambientales, a la modificación del suelo, a la destrucción del ecosistema y a la incesante actividad humana que multiplica las relaciones entre especies. Los principales huéspedes de la mayoría de los virus (hasta 80%) que se transmiten al hombre provienen de roedores, primates, aves y murciélagos, un porcentaje menor de animales domésticos que son portadores de zoonosis fácilmente identificables, cuyo resultado conocemos por la continua pérdida del habitad y la intervención indiscriminada del hombre en extensos territorios, para lo cual necesitamos URGENTEMENTE una respuesta sistémica y reflexiva, sobre ¿cómo debería ser? nuestra relación con la naturaleza de ahora en adelante…
La pandemia del Covid-19 ha puesto al desnudo lo endeble y precario de los sistemas de salud mundial. En los países donde la lógica del mercado reina a sus anchas y tiene como blanco de ataque a este importante sector, disminuyendo progresivamente los presupuestos en el PIB y acarician la posibilidad de eliminar por completo este derecho humano elemental y dejarlo sólo como "oportunidades de negocio". La explotación capitalista es una realidad que se manifiesta en forma objetiva en las condiciones de vida y de trabajo de las clases altamente vulnerables y cada vez más deterioradas.
Mirando en retrospectiva, pudiéramos cabalgar sobre la historia y citar verbigracia, la criminal fundación Rockefeller que contaba con una oficina internacional de salud; que a principios del siglo XX organizó, financió y dirigió toda una campaña contra la anquilostomiasis en China, varios países del Asia Oriental y Latinoamérica, dónde sus transnacionales buscaban beneficios económicos, con la instrumentación de medidas sanitarias en aquellas zonas de países económicamente atrasados, en las que poseían inversiones. Las campañas para erradicar enfermedades endémicas y controlar las epidemias, tenían como fin primordial elevar las ganancias de dichas empresas; asociaban la salud con la capacidad de trabajo y medían los avances CUALITATIVOS en el campo de la asistencia social, de acuerdo con los incrementos CUANTITATIVOS logrados en el terreno de la productividad.
Formas NEOCOLONIALES para mantener las relaciones de dominación y explotación en que se sustenta el capitalismo.
La irresponsable actitud de gobernantes y la omisión de "autoridades sanitarias" de algunos países (principalmente del mundo desarrollado) para la adopción oportuna de medidas pertinentes y estrictas en los focos mundiales de transmisión, produjo sus consiguientes efectos colaterales en la economía mundial y hoy, dolorosamente estamos viendo el resultado de esa colosal insensatez. Para el momento en que escribo estas líneas, en el mundo, la cifra de fallecidos supera las 400 mil víctimas, ya sobrepasa los 7 millones de contagiados y con más de 4 mil millones de seres humanos confinados en sus hogares, con el agravante de seguir aumentando exponencialmente. Hemos visto con asombro y terrible crudeza las innumerables imágenes, videos y noticias que nos llegan por los distintos medios de comunicación y redes sociales, episodios realmente dantescos.
Aun nos aturden los agónicos gritos de los enfermos que no disponen de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y salas de aislamientos; centros asistenciales totalmente desbordados y colapsados, caótica y desastrosa red hospitalaria, entes sanitarios totalmente fragmentados y desarticulados, sobre el total de contagiados, el personal de salud (verdaderos HÉROES anónimos) en un porcentaje considerable - el 10% - está infectado, de los cuales el 40% son médicos, que se mantienen completamente imposibilitados de poder ofrecer una atención optima, encontrándose impotentes y exhaustos. Esta plaga global ha dejado al descubierto la poca robustez de los sistemas de salud en la mayoría de países, donde la pandemia ha hecho estragos con enorme letalidad, cuya tasa (operación aritmética que se obtiene dividiendo el Nro. Total de fallecidos entre el Nro. Total de contagios certificados) mantiene un crecimiento sostenido y preocupante.
No sabemos a ciencia cierta si esta peste planetaria ha mutado a virosis de comportamiento atípico o sencillamente se encuentra en fase de mutación desproporcionada. A la fecha de hoy no se ha podido identificar plenamente el paciente cero (0) – el primer infectado – extrañamente este virus infecta más a hombres que a mujeres, desconocemos por qué es más letal en adultos mayores y ancianos y afecta en menor grado a niños y, si los pacientes ya recuperados pueden transmitir el virus y/o quedan absolutamente inmunes. La OMS ha declarado que el Covid-19 constituye una EMERGENCIA en Salud Publica a escala mundial, a lo que muchos han hecho caso omiso a esta alerta. Apoyar las medidas sanitarias es esencial para la recuperación social y económica a mediano y largo plazo, un posible rebrote en algunas zonas pudiera resultar aterradoramente abrumador. ¡Señores del Mundo..! : La SALUD requiere verdadera AYUDA HUMANITARIA con carácter de URGENCIA.
Una Pandemia Económica se cierne sobre la Humanidad
Como afirmó en su momento el notable economista canadiense-estadounidense John Kenneth Galbraiht "Hay dos clase de economistas: los que NO tienen idea y los que NO saben ni eso" Ni el más erudito, ni el más sesudo, ni el más connotado de los economistas puede determinar con meridiana exactitud sobre la hecatombe que está por venir. En el horizonte se nos presenta un panorama potencialmente desolador, el impacto económico que ha generado el Coronavirus continua dejando una huella significativa de perturbación en los mercados financieros. La pandemia amenaza con provocar una Gran Depresión (que resulte fuera de control) y que superará con creces la crisis financiera – inmobiliaria de 2008, así como también la depresión del año 29 del siglo pasado, dónde se registró una caída brutal en el PIB de más del 10% y un desempleo que superó el 25% pasando factura al mercado laboral estadounidense.
La desaceleración de la actividad económica en el planeta ha dejado una acentuada merma en la rentabilidad de un sinfín de empresas de bienes y servicios: turismo, hotelería, aerolíneas, transporte, restaurantes, centros comerciales etc. A excepción de las empresas de telecomunicaciones y farmacéuticas que si han obtenido jugosas ganancias a costa de la pandemia. La mayoría de los indicadores económicos tendrán seguramente un comportamiento supremamente negativo en el 2020 y 2021, con un desempleo que ya supera los 200 millones de parados en todo el mundo, mas de 160 millones que han pasado a engrosar la lista de pobreza, una caída en el PIB mundial del 6% y una contracción entre el 3% y 5% según estimaciones del FMI y BM.
Los adictos a las políticas neoliberales y teorías económicas de libre mercado asumen una falsa creencia, visualizan en el corto plazo un horizonte económico prometedor, el criminal poder centralizador y monopolista de la reserva federal (USA) y el banco central europeo se empeñan en defender la tesis, que mientras más se interviene en la respuesta sanitaria, más se pone en riesgo las economías (TRUMPilandia en crudo). La Elite económico – financiera (Grandes Corporaciones y Transnacionales) o sea: la Plutocracia global que representa el 1% posee o controla casi el 80% de la Riqueza del planeta, la concentración y acumulación de dichas riquezas es brutalmente obscena, Aquí entra en juego la polémica actual, según las distintas perspectivas, divergentes y contradictorias, entre si la lógica del Mercado NO debería "dominar" tantas esferas de la existencia humana, dejando en evidencia la concepción mercantilista de la salud, si entendemos la economía como un conjunto de sectores productivos y de consumo que interaccionan entre sí.
Estimados lectores lo que si nos queda claro, es ver cómo se desploma paulatinamente la "credibilidad" del sistema capitalista, que muchísimas empresas se verán obligadas a repensar su relación con la masa obrera y de trabajadores y principalmente con el medio ambiente. Para los más optimistas la completa reactivación post-virus tomará de 12 a 18 meses, a todas luces, ha llegado la hora en que los Médicos entreguen el testigo a los economistas, porque una Recesión Mundial es inminente.
El Cambio Climático y su estrecha relación con el Covid-19
Desde el inicio de la Revolución Industrial, las emisiones de dióxido de carbono –originadas básicamente por la descomposición y procesamiento de combustibles de origen fósil – han causado un aumento importante de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera; este fenómeno provoca un incremento de la temperatura ambiental, ya que las moléculas de CO2 retienen una parte de las radiaciones infrarrojas y, al crecer la concentración de este, la temperatura aumenta inexorablemente. Existe un creciente acuerdo científico en el sentido de que el aumento de las concentraciones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, están calentando gradualmente el clima de la Tierra. La totalidad de daños asociados con este calentamiento es aún incierta, pero hay algún riesgo de que pueda ser considerable y quizá, incluso, catastrófica. Reducir este riesgo requeriría disminuir el crecimiento de las emisiones de CO2, lo que implicaría costes que también son inciertos pero que podrían ser sustanciales.
El desafío más crítico al que se enfrenta actualmente la sociedad es posiblemente el del cambio climático inducido. A pesar de algunas dudas producto de las dificultades intrínsecas de medir las características del fenómeno, el consenso científico es innegable sobre el hecho de que las ACTIVIDADES HUMANAS están afectando al clima de forma global. La incertidumbre existente sobre el grado concreto en que las temperaturas han aumentado no puede ocultar que la tendencia ha sido a la alza y, lo que es más relevante, a una tasa creciente. Las circunstancias que afectan al cambio climático son mundiales, pero las responsabilidades son locales, en la medida en que los países puedan definir y ejecutar sus propias políticas de mitigación dentro del marco que los acuerdos internacionales, como el protocolo de Kioto señala.
Algunos ejemplos de las consecuencias directas, o efectos de No-Mercado, a gran escala, del cambio de las temperaturas medias son: los procesos de desertificación, la consiguiente alteración de los ecosistemas y los efectos negativos que inciden sobre la biodiversidad; el aumento del nivel del mar debido a los deshielos polares; los cambios en los niveles pluviométricos y las alteraciones de los cultivos; el aumento de la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales con efectos devastadores (como los ocurrido en Vargas 1999 y en la Zona del Mocotíes - Andes Merideños 2005) y los efectos adversos sobre las condiciones de la Salud Mundial incrementando la probabilidad de aparición de enfermedades (Covid-19) endémicas. Los efectos directos también tienen una traslación a los mercados, afectando de forma global a la economía.
Finalmente, conviene destacar que la problemática del cambio climático está estrechamente vinculada con lo correspondiente a la sostenibilidad y el desarrollo sostenible, inicialmente conectada con el agotamiento de los recursos no renovables y los daños en los ecosistemas. La integridad y el equilibrio con nuestro medio ambiente son la base de la salud y el desarrollo humano. Está en manos de la humanidad que el desarrollo sea sostenible, es decir, que garantice la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras, como diría el Gigante Fidel: "Páguese la Deuda Ecológica y NO la Deuda Externa. Desaparezca el hambre y NO el HOMBRE.
¿Y sobre la Pandemia Emocional Qué?
Sin ánimos de FARANDULIZAR la pandemia con la llamativa denominación con la que he titulado este artículo, la aparición del Covid-19 ha develado la notable fragilidad que envuelve a la humanidad entera. Esta sensación de irrealidad se debe al hecho de que por vez primera nos está aconteciendo algo REAL, es decir, nos está ocurriendo algo a TODOS juntos y al mismo tiempo. En la medida en que ésta enfermedad viral continúe haciéndose presente en nuestras vidas, muchos expertos ponen énfasis en que se producirá inevitablemente una pandemia de trastornos mentales; con sus posibles efectos psicológicos, sociales, económicos y neurocientíficos. La pandemia se ha generado en un contexto con alta prevalencia de innumerables problemas fundamentalmente en el campo de la salud mental, qué sus repercusiones sobre el bienestar, estado de ánimo, aumento de la ansiedad, el estrés, depresión, suicidio y duelo ya son objeto de estudio por especialistas en el área.
Las condiciones extraordinarias en que se ha desarrollado ésta crisis planetaria, ha transformado considerablemente la manera en que vivimos. El confinamiento, el distanciamiento social y físico, las medidas de salubridad inusuales, son factores de riesgos que han impactado directamente, en las formas en que nos hemos relacionado hasta ahora y que en lo sucesivo cambiara drásticamente.
Muchos se han sentido agobiados, extenuados y atribulados por esta situación anormal en que el mundo se ha visto convulsionado, el estrés post-traumático tendrá secuelas imponderables, la capacidad de resiliencia ha emergido con gran auge, ni los teléfonos inteligentes, ni los TV de alta definición, ni el internet estrecharan la mano a nuestro semejante, sólo la SOLIDARIDAD nos hará comprender que existimos para el otro y que ellos existen para nosotros, como leí en algún lugar que no preciso en este momento: ojala que el AMOR sea la próxima pandemia, porque la próxima NO sabremos cuándo ocurrirá, lo que sí es cierto es que no pasará mucho tiempo. Ante la tragedia y el sufrimiento de la humanidad, avalamos la posición Deísta de Einstein cuando afirmó que "Dios NO juega a los Dados con el Universo".