La pregunta que nadie se hace oficialmente:
¿quién o quiénes son los culpables de la peste bíblica de este virus prefabricado!
Los contagios no paran. A diferencia de otros virus a los que la temperatura y humedad ambiente afectan lo suficiente como para no enfermar al organismo, a éste, de las 150 clases de ellos que, se dice, existen, no le influye para nada y sigue haciendo de las suyas.
Se acentúa cada vez más la alarma y en realidad los epidemiólogos no saben ahora de este virus mucho más que al principio... Bien. Aceptemos que la prevención vaya por los conductos que va: distancia cada vez mayor, mascarillas hasta para dormir, evitar cualquier contacto físico y se diría también síquico, por si acaso, etc, etc. Todo muy bien por lo que concierne a los poderes públicos en ese asoecto facilón de prohibir, de perseguir, de multar y si es preciso encarcelar...
Pero sabiendo, como sabe ya todo el mundo, que este virus concreto está fabricado, tallado y programado para causar los estragos sanitarios que está causando pero también los económicos, psicológicos y de toda las clases imaginables ¿a qué obedece que los medios y las instituciones callen, que nada digan de ello y nada hagan para abrir una investigación profunda a escala mundial, y a continuación detener y juzgar a esas mentes criminales situadas en lo más alto de las esferas de la investigación y de la técnica epidemiodológicas?
La responsabilidad de los gobiernos y el desprecio que nos causan, por si fueran pocos los motivos de desprecio que ya teníamos, es que hablan y se comportan como si este virus nos hubiera llegado del cielo, cuando los gobiernos del mundo saben muy bien que no es así? ¿A quienes protegen? El colmo de los colmos en la historia del presente ha llegado por este camino. Y yo personalmente, como imagino que muchísimos millones del personas en el mundo, les maldigo y les deseo lo peor para ellos y para todos los suyos...