La falta de disciplina comunicacional del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro a la hora de dar los partes de la Covid-19

Atendiendo algunas recomendaciones y sugerencias, el diario de cuarentena ha estado sufriendo algunos ajustes, con la intención de mejorarlo y no hacerlo tan repetitivo en algunos ítems. Esta entrega comienza a implementar los correctivos que algunos buenos amigos han formulado a quien esto escribe.

Pese a que en la entrega anterior me expresé desde mi humanidad por algunas personas cercanas que han resultado infectadas con Covid-19, quiero expresar a mis seguidores y seguidoras que afortunadamente me encuentro sano y muy sereno y tranquilo. Esto para despejar cualquier clase de rumores y conjeturas que se han tejido durante los últimos días. Simplemente estos días de tranquilidad y reflexión también fueron utilizados para los necesarios ajustes que tenía que sufrir esta columna para mejorarla.

Pero, retomando la dinámica que ha caracterizado esta columna, importante es recordar, que llevamos 155 días de cuarentena social y colectiva en Caracas, La Guaira, Táchira, Miranda, Cojedes, Zulia y Apure, y 154 en el resto del territorio nacional, para no perder la continuidad y dejando testimonio a la posteridad de cómo desde Venezuela sorteamos la pandemia del Covid-20, en un período histórico muy particular para la humanidad, y testimonio para las generaciones futuras. También nos encontramos culminando la semana 22 de esta contingencia desde el pasado 13 de marzo, cuando el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó el estado constitucional por alarma desde el inicio de la contingencia en Venezuela producto de la pandemia global de la Covid-19, con la llegada de los dos primeros casos al país y dos días después, se decreta la cuarentena como la he planteado en las anteriores entregas y en ésta.

Pero, procedo como lo he hecho en las entregas anteriores a la actualización del avance del Covid-19 a nivel mundial y en Venezuela, colocando primero a los diez países con más casos de esta pandemia, luego Venezuela y las consideraciones y reflexiones que formularemos al día de hoy.

Para el momento en que aparezca publicada esta entrega de esta columna van 21.853.478 registrados casos a nivel mundial, 2.777 casos por cada millón de habitantes, 14.576.694 personas curadas (66,70%) y 773.588 personas fallecidas (3,54%) y 6.503.196 casos activos a nivel mundial.

Este es el top ten de los países con mayor número de casos de Covid-19 en el mundo:

*Desde hace algún tiempo el Reino de España no reporta cifras de recuperados de la Covid-19.

En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, hasta el domingo 16 de agosto de 2020 tenemos 33.755 casos registrados, 1.048 casos por cada millón de habitantes, 22.700 personas recuperadas (66,69%) y 281 personas fallecidas (0,85%). Lo que hace que haya 10.774 casos activos y que vienen siendo tratadas por el Gobierno Bolivariano. Ocupando el puesto 60 de más países en el mundo con más casos de Covid-19 de los 193 que están inscritos en la ONU.

Como un nuevo aporte a esta columna, acá le agregamos la tabla de casos registrados de Covid 19 por estado, más sus correspondientes tasas y casos activos:

De los 10.774 casos activos en Venezuela, 5.132 vienen siendo tratados en hospitales centinela (47,63%), 5.399 en Centros Diagnósticos Integrales (CDI) con un 50,11% y 243 en clínicas privadas para un 2,26%.

De igual manera, de los 10.774 casos activos, 5.805 están sin síntomas (53,88%), 4.478 con insuficiencia respiratoria aguda leve (41,56%), 380 con insuficiencia respiratoria aguda moderada (3,53%) y 112 con insuficiencia respiratoria aguda grave (1,04%) ameritando su reclusión en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Por los PASI hasta la fecha han retornado 78.484 connacionales, de los cuales 5.855 (7,46%) han resultado positivos a las pruebas de Covid-19, y distribuidos de la siguiente manera:

1.- Por el PASI Zulia, 8.068 connacionales (10,28% de los ingresos), con 123 casos positivos (2,10% de los casos)

2.- Por el PASI Táchira, 46.740 connacionales (59,55% de los ingresos) con 2.697 casos positivos (46,06% de los casos).

3.- Por el PASI Apure, 19.122 connacionales (24,36% de los ingresos) con 2.365 casos positivos (40,39% de los casos).

4.- Por el PASI Amazonas, 173 connacionales (0,22% de los ingresos) con 10 casos positivos (0,17% de los casos).

5.- Por el PASI Bolívar, 3.909 connacionales (4,98% de los ingresos) con 518 casos positivos (8,85% de los casos).

6.- Por el PASI Lara, 90 connacionales (0,11% de los ingresos) con 19 casos positivos (0,32% de los casos).

7.- Por el PASI Nueva Esparta, 82 connacionales (0,10% de los ingresos) con 2 casos positivos (0,03% de los casos).

8.- Por el PASI La Guaira, 300 connacionales (0,38% de los ingresos) con 121 casos positivos (2,07% de los casos).

Sin embargo, no podemos desdeñar que un poco más de 50 mil connacionales ingresaron de manera ilegal al país, sin pasar por los controles epidemiológicos ni sanitarios y a través de "trocheros" (funcionarios militares, policiales y paramilitares colombianos con complicidad de algunos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana) y que son la vanguardia del repunte significativo de los casos en Venezuela desde la segunda quincena de mayo a la fecha. Este dato no podemos desdeñarlo de buenas a primeras.

También es importante destacar que Venezuela hasta la fecha ha realizado 1.640.528 test de detección para Covid-19, lo que equivale a 57.714 pruebas por millón de habitantes, ubicando al país entre los primeros lugares en este renglón a nivel mundial.

Ahora bien, sin más preámbulos, entremos en materia en lo concerniente a los temas fundamentales que quiero abordar en esta entrega del Diario de Cuarentena.

Una de las fallas más graves que ha tenido el Gobierno Bolivariano en cuanto a suministrar los partes de la Covid-19 en Venezuela tiene que ver con lo comunicacional. Hay que reconocer, sin duda alguna, que el que mejor lo venía haciendo en este sentido era el compañero Jorge Rodríguez Gómez, quien además de Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, es psiquiatra y, por ende, médico.

Aún cuando hay varios ítems que no aclara, y cabe recordar que en los detalles está la diferencia o en los detalles está el diablo como dijo en varias oportunidades el Comandante Chávez. Ciertas contradicciones de cifras que se han dado o de omisión en las mismas, le restan rigurosidad a las cifras que informa la Comisión Presidencial para el Seguimiento y Prevención de la Covid-19 en Venezuela. Facilitando el trabajo del fascismo para ponerlas en duda y desacreditar al Gobierno Bolivariano a nivel internacional.

De igual manera, la forma de presentar la información sin una estrategia comunicacional claramente definida, ya que a veces se presenta a través de comparecencias públicas, otra vía telefónica y otra a través del twitter, sin mayores explicaciones de las tablas y datos suministrados, lo que se traduce en la siembra de más confusión e incertidumbre a la población. No hay que escatimar esfuerzos como lo hacía el Comandante Chávez, de explicar las cifras de la pandemia, tanto las diarias como los acumulados hasta ahora, para que nuestro pueblo esté muy claro.

También los mensajes contradictorios que se envían no ayudan. Porque queremos que la gente se quede en casa, más no obstante reforzamos el mensaje de las cifras de recuperados, más que tenemos los medicamentos y los tests realizados. Entiendo la finalidad del presidente Maduro, de la compañera Delcy como Vicepresidenta Ejecutiva de la República al señalar esto, pero también deben tomar en cuenta que la comunicación es un proceso bidireccional, y una cosa es lo que ellos quieren decir y otra es la percepción de los destinatarios del mensaje, nuestro pueblo, que perfectamente puede entender otra cosa.

Entenderla en el sentido de que como hay los medicamentos para atender la Covid-19, la letalidad en Venezuela es baja, y esto es una "gripe", pues se piensa que no le pasará nada, y en dado caso que ocurra, pues tengo "garantizados" los medicamentos y ya. Y no piensan en la posibilidad de que el incremento de los casos por día podría traducirse en el colapso del sistema de salud venezolano, que de por sí presenta múltiples deficiencias, y azotado por una situación de bloqueo por parte de la administración Trump más algunos trabajadores y trabajadoras de la salud corruptos y corruptas que podrían estar desviando los medicamentos y tratamientos para atender la pandemia, como se ha hecho en el pasado y al parecer esta práctica está retornando, con medicamentos para atender otras patologías.

Es por ello, que se requiere de manera urgente y perentoria el relanzamiento de las "3R" del Comandante Chávez en materia comunicacional. Y las primeras acciones a implementar, en el marco de esta necesaria rectificación tendría que ver, a mi juicio, con la información del parte de la Covid-19 en Venezuela.

El corte de las cadenas de transmisión de este altamente contagioso aunque no por ello menos contagioso virus mientras esperamos que llegué la vacuna, se logrará en la medida en que podamos comunicar (comunicación entendida en que lo que queremos decirle a nuestro pueblo éste lo entienda perfectamente y de manera consciente acate las medidas de las autoridades y no lo vea como una imposición destemplada o caprichosa). Si no, seguirán registrándose una alta cifra de contagiados por día, y el proceso de poder retornar a una "normalidad" será mucho más largo y complejo.

Mientras escribía esta entrega, me enteré sobre la alerta formulada por nuestro representante en la ONU, embajador Samuel Moncada, quien a través de su cuenta twitter, alertó sobre los preparativos de una agresión militar de EEUU sobre Venezuela. Tal vez en la próxima entrega me refiera un poco sobre este tema, pero como abreboca debo señalar lo siguiente:

Pienso que los mensajes de Moncada, sin menospreciar la amenaza y las advertencias que un funcionario de su calidad formula, las hace con la finalidad de que nuestro pueblo reaccione. Si bien es cierto que la administración Trump se encuentra desesperada ante su cada vez mayor posibilidad de ser derrotada de manera apabullante en los comicios presidenciales del 3 de noviembre, necesita de una guerra o un golpe de mano para cambiar una tendencia que a todas luces pareciera irreversible. Es por ello que deben generar las condiciones más favorables para una agresión militar donde Venezuela no escapa de tal amenaza. Ahí tenemos, por ejemplo, como Jair Bolsonaro, actual Presidente de la República Federativa de Brasil, impulsó una medida en la que les permite a las Fuerzas Armadas de Brasil participar en conflictos bélicos internacionales.

Debemos estar claros que la amenaza de una intervención militar por parte de una coalición internacional liderada por EEUU a Venezuela siempre será latente y perenne. En ese sentido, estamos como la historia de la espada de Damocles, la cual invito a revisar.

Particularmente dificulto que una agresión militar sobre territorio venezolano no se daría de manera tradicional y con fuerzas regulares de ejércitos de países vecinos. Creo más en una acción tipo mercenario como las que se intentaron los días 3 y 4 de mayo en las localidades de Macuto y Chuao, de los estados La Guaira y Aragua, respectivamente. Y es por ello que hay que prepararse y tomar las medidas al respecto.

Pero, esto será tema de una próxima entrega de esta columna.