Las interacciones afectivas virtuales tienen la función de regular y favorecer la existencia de un clima afectivo positivo en el desarrollo de los intercambios comunicacionales, académicos y técnicos en ambientes virtuales de aprendizaje. Este tipo de interacciones repercuten en la motivación del aprendizaje y, a su vez, están integradas por las representaciones y aproximaciones personales, así como la gestión del ambiente emocional. Cuando el estudiante socializa en un ambiente virtual de aprendizaje adquiere ciertos códigos para suplir los gestos y las palabras que se dan en la relación cara a cara. El lenguaje gestual lo ayuda a expresar sus emociones y sentimientos mediante una serie de símbolos. Las emociones, "un indicador explícito de emocionalidad; son una suerte de sustitutos del lenguaje corporal y, de algún modo, van más allá de éste" (Gálvez1 p. 28).
Se trata, en cierto modo, de humanizar los ambientes virtuales de aprendizaje sin dejar a un lado, negar o deformar la afectividad humana. Esta concepción deja en evidencia la necesidad de aprovechar al máximo las potencialidades de las tecnologías a favor de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en aras de humanizar las relaciones que subyacen en los diferentes entornos virtuales. Se trata, según Rebollo y otros2 "…del escaso conocimiento del que disponemos aún sobre la ocurrencia, frecuencia y fenomenología de las emociones en diferentes entornos de aprendizaje y, muy especialmente, en el aprendizaje online (p.2). Esto provoca una carencia de atención en materia de emociones en la virtualidad, aun cuando la afectividad es parte fundamental de los seres humanos y significa un modo de desenvolverse en momentos determinados de la vida, presentando connotaciones importantes en todos los ámbitos del comportamiento social. Para el caso de la educación a distancia en ambientes resiliente es imprescindible, pues los educadores debemos ser capaces de hurgar y movilizar en el educando todas las emociones posibles para que éste construya de manera significativa su conocimiento.
Por todo lo anterior, resulta importante profundizar en el concepto de interacción en las comunidades virtuales de aprendizaje y su diferencia con el concepto de interactividad. La interacción, es un concepto estudiado en educación presencial, pero ahora se trata de verlo desde los procesos de aprendizaje virtual síncronos y asíncronos, donde se incorpora el concepto de mediación a través de la tecnología. Existen diversos tipos de interacciones con el uso de medios tecnológicos educativos como son (Anderson3): entre tutores virtuales y estudiantes, donde se propicia el diálogo como motivación para el aprendizaje; entre estudiantes, donde se fomenta el trabajo colaborativo entre iguales, con intercambio de ideas y contenidos; así como, estudiantes con los contenidos del aprendizaje, donde los estudiantes interaccionan con dichos contenidos para procesarlos y aplicarlos desde su experiencia y contexto, estableciendo un diálogo cognitivo entre sus experiencias y los nuevos aprendizajes. En tal sentido, los tres elementos claves en la interacción educativa mediada por la tecnología son: el tutor virtual, los estudiantes y los contenidos del aprendizaje. Además, en los aprendizajes en línea se generan otros tipos de interacciones entre tutor virtual-estudiantes y entre estudiantes, cuando se desarrollan foros de discusión, chat, intercambio y discusión de materiales multimedia u otro tipo de recursos, que estén a disposición del estudiante en el ambiente virtual de aprendizaje.
Las interacciones que se producen en los ambientes virtuales de aprendizaje deben verse desde el concepto de resiliencia, ya que apoyan las diferentes actuaciones que asumen tanto tutores virtuales como estudiantes cuando se enfrentan a circunstancias adversas, que le generan malestar, estrés, sentimientos encontrados, lo cual provoca que mientras algunos perecen ante tales circunstancias generando desequilibrio y trastornos, otros se enfrentan actuando emocional y socialmente, con inteligencia, creatividad y espiritualidad, para vencer la adversidad. En este contexto, es preciso analizar las interacciones que se producen entre el tutor virtual y los elementos internos y externos que componen el aula virtual. Aquí se pone a prueba la capacidad de dicho tutor virtual resiliente para relacionarse con introspección e independencia, estableciendo vínculos afectivos con el estudiante, los padres, la familia y la comunidad organizada, que le permitan oponerse a la adversidad y abordar la resolución de problemas. Esto deberá hacerlo considerando el ambiente intelectual, cultural y social que rodea al aula virtual, considerando que todas las personas son distintas y actúan de manera diferente, por lo que deben ser tratadas de manera personalizada.
Por otra parte, algunos autores señalan que el concepto de interactividad ha sido poco estudiado. Sin embargo, se considera que la interactividad es uno de los elementos centrales de los aprendizajes a distancia, siendo definida como la facultad de obrar conjuntamente para que la interacción se produzca, lo cual implica tener en cuenta aspectos sociales que posibilitan la construcción social del conocimiento, caracterizados por la utilización de materiales instruccionales que contienen informaciones desarrolladas en diversas direcciones, donde el estudiante tiene un papel activo e informaciones que se establecen con particulares ritmos de comunicación. (Estebanell4). Otro aspecto importante que vincula al concepto de interactividad, lo constituye el manejo de la tecnología. El mal manejo de la tecnología por parte del tutor virtual puede convertirse en un elemento clave de adversidad por parte de los estudiantes, lo cual puede llegar hasta la deserción. Por ello, el tutor virtual resiliente, además de desarrollar un dominio estratégico de los objetivos, contenidos y las pautas institucionales para el desarrollo de los cursos en línea, debe saber realizar una adecuada gestión de las plataformas de aprendizaje, desarrollando estrategias didácticas y pedagógicas, que estimulen en los participantes las dimensiones psicológicas del ser, hacer, conocer y convivir, desde un enfoque constructivista para fomentar el aprendizaje significativo, el control de las emociones, la diversidad y estilos de aprendizajes. Todo ello, para incentivar la comunicación y favorecer la cohesión del grupo, promoviendo las relaciones interpersonales y la autonomía de los participantes, a través de la comunicación, la interacción y realimentación a tiempo. Facilitar su participación, ayuda ajustada y personalizada cuando detecta fallas de los estudiantes con el uso de la tecnología, favoreciendo la convivencia con todos los integrantes del aula virtual.
Ahora bien, el constructo teórico que aportan las condiciones psicológicas, pedagógicas y tecnológicas, que generan la interacción colaborativa en el aprendizaje virtual de los estudiantes, constituye el marco conceptual para el diseño e interpretación de la parte empírica, visible desde tres núcleos que comprenden lo psicológico, lo pedagógico y lo tecnológico. Las condiciones psicológicas, desde la teoría sociocultural de Vigotsky, tienen como objetivo central elaborar una explicación de los procesos mentales humanos, que aparecen producto de la relación del individuo con escenarios culturales, históricos e institucionales, que perciben el papel de la interacción como explicación y condición social del aprendizaje. Desde el punto de vista pedagógico, se comparte el principio básico que los alumnos deben colaborar para aprender, siendo tan responsables de su aprendizaje como del de sus compañeros. Desde el punto de vista tecnológico, se reconoce la potencialidad que ofrecen las tecnologías para la interacción entre estudiantes y con el tutor virtual, así como con Internet, siendo posible explicar teóricamente un escenario donde se desarrolla la condición social de aprendizaje, concretado en la interacción entre alumnos, orientada por el tutor virtual bajo una estructura de acción pedagógica, que se refiere al aprendizaje colaborativo para aprender, así como comprendida por toda la comunidad de aprendizaje virtual dentro de los límites que proporciona la virtualidad a través lo síncrono y lo asíncronico.
Todo lo anterior, conduce a poder analizar cómo se manifiesta o establece la interacción colaborativa en los equipos de aprendizaje, cuando es mediada por la tecnología en ambientes resiliente, al desarrollar actividades tipo foros de discusión, videoconferencias, salas de chat, entre otras. Desde esta percepción, toda la comunidad de aprendizaje actúa de manera colaborativa como una unidad básica de intersubjetividad, desplegando actividades como (García del Dujo y Suárez Guerrero5): (1) interdependencia positiva, con el compromiso de todos sus miembros de alcanzar los aprendizajes significativos; (2) responsabilidad individual y de equipo, donde cada miembro cumple con su tarea y complementa al resto de los integrantes del equipo; (3) interacción estimuladora, para promover el éxito personal y el del resto del equipo, compartiendo los recursos existentes y motivándose mutuamente; (4) gestión interna del equipo, para el desarrollo de una estrategia eficaz de trabajo conjunto, que potencie la práctica de habilidades interpersonales para el aprendizaje en equipo; (5) así como, evaluación interna del equipo, que propicia tanto la reflexión cómo su desempeño conjunto y la participación personal, permitiendo alcanzar las metas del aprendizaje significativo bajo la dinámica colaborativa.
Finalmente, es preciso considerar que la percepción del aprendizaje como interacción social, la descripción de un modelo de acción pedagógico que privilegie la interacción colaborativa entre iguales, así como la estimación de la potencialidad tecnológica virtual en ambientes resiliente para canalizar una interacción provechosa en el aprendizaje, constituyen puntos de vista teóricos reflexivos que posibilitan el aprendizaje significativo en ambientes de aprendizaje colaborativos virtuales resiliente, por lo que deben ser atendidos con máxima prioridad por los tutores virtuales resiliente, cuando trabajan para establecer el vínculo necesario entre la interacción e interactividad, que permita desarrollar el constructo teórico que aportan las condiciones psicológicas, pedagógicas y tecnológicas, para humanizar los ambientes virtuales de aprendizaje resiliente en pandemia.
Bibliografía
1Gálvez, Ana, "La puesta en pantalla: rituales de presentación en un foro virtual universitario". En Revista Universidad y Sociedad del Conocimiento, Vol. 2, N° 1, 2005. Disponible en: http://www.ouc/rusc/dt/esp/galvez0405.pdf (consultado el 5 de febrero de 2021).
2Rebollo Catalán; Mª Angeles; García Pérez, Rafael; Barragán Sánchez, Raquell; Buzón García, Olga y Vega Caro, Luisa, "Las Emociones en el Aprendizaje Online". En Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa (RELIEVE), Vol. 14, N°. 1, p. 1-23, 2008.
3Anderson, Terry, Modes of Interactions in Distance Education: Recent Developments and Researches Questions, en Moore, M. y Anderson, W. (eds.), Handbook of Distance Education, Mahwah, NJ, Lawrence Erlbaum Associates, p. 129-144, 2003.
4Estebanell, Mingell, "Interactividad e interacción". En Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa, Vol. 1, N° 1, p. 23-32, 2002. Disponible en: http://www.unex.es/didactica/RELATEC/Relatec_1_1/estebanell_l_1_1.pdf (consultado el 4 de febrero de 2021).
5García del Dujo, Angel y Suárez Guerrero, Cristobal, Interacción virtual y aprendizaje cooperativo. Un estudio cualitativo, Universidad de Salamanca, Facultad de Educación, Departamento de Teoría e Historia de la Educación, Salamanca, 2009.
*Doctor en Educación. Post Doctor en Ciencias Sociales. Profesor e Investigador Titular UCV / UNEXCA. Director / Editor de la Revista Científico Comunitaria ARA MACAO. Teléfono móvil: +584166335561 (WhatsApp). E-mail: steijero@gmail.com / Twitter: @steijero. Facebook: https://www.facebook.com/sergio.teijeropaez/ Repositorio Institucional Saber UCV: http://saber.ucv.ve/simple-search?query=Sergio+teijero&submit=Ir+ Sitio Web: https//:sites.google.com/view/revista-ara-macao