A 989 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el inicio de la semana 142 de esta contingencia, y siendo el martes 29 de noviembre de 2022, el título resume una conferencia que tuve la oportunidad de dictar en Fuerte Tiuna, y que está a la orden de cualquier persona interesada. Sea del ámbito civil o del militar, porque la misma fue dictada a compañeros militares.
En dicha charla, me basé en la tesis postdoctoral del General en Jefe Vladimir Padrino López, quien en la actualidad funge como Ministro del Poder Popular para la Defensa y Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz. Esa tesis postdoctoral convertida en libro titulada "La Escalada de Tucídides" que he recomendado en anteriores ediciones de esta columna, fue el libro más vendido en la 16va edición de la Feria Internacional del Libro (FILVEN) de 2020, es decir, en plena pandemia.
Señaló el General Padrino López en el referido trabajo de que "la confrontación hegemónica entre Estados Unidos y China se desliza sin disimulo al escenario conocido como la trampa de Tucídides. Existe la decidida y manifiesta voluntad de ir hasta lo último, una vez haya amainado la crisis pandémica. El conflicto es bifronte por cuanto la escalada la lleva simultáneamente en dos planos de guerra. Una la no convencional o de quinta generación que denominan comercial, donde China tratará de imponer sus dos nuevas rutas de la seda (la Ártica y la Indo-Pacífico), sin descuidar el objetivo de la primigenia; al mismo tiempo, Estados Unidos pelea a toda costa para evitar que lo logre, a riesgo de ser desplazado como primera potencia mundial. Por otra parte, hemos prospectado en esta investigación que la lucha se escenificará con toda certeza a partir del año 2021, habida cuenta que los actores en pugna ya muestra la garra militar en el escenario que hemos dado por titular: LA ESCALADA DE TUCÍDIDES".
Padrino en su referido trabajo, señala la tesis del geógrafo inglés, Harfold Mackinder, quien señalaba hacia poco más de un siglo que los grandes conflictos bélicos de la humanidad se han producido por el crecimiento desigual de las naciones. De ahí la teoría del Heartland o de área pivote que corresponde a Asia Central y Europa Oriental, rodeada de una franja intermedia donde convergen los ámbitos terrestres y marítimos. La nación que domine esa región será una potencia mundial.
Es decir, que la pelea es por conquistar principalmente el supercontinente que conforma Euroasia, el Heartland y el Rimland como zona pivote para controlar el planeta. Pero esta vez no se trata de la gobernanza, sino de acaparar los mercados.
El Rimland, que fue una tesis de Spykman en contraposición a la de Mackinder, es la que basó la teoría de contención por parte de EEUU a la entonces Unión Soviética durante el período de la "Guerra Fría", eso sin tomar en cuenta la tesis de Mahan, acerca del poderío naval en esa zona del mundo de Euroasia, que en aquel entonces era de dominio británico.
Pero en este caso, y como ya lo señalaba Padrino López, ya el tema acá no es por la gobernanza, sino por el control, posicionamiento y dominio de los mercados tecnológicos.
Y sobre todo con la incipiente tecnología 5G que apuntan al control de la inteligencia artificial por medio de la robótica y las computadoras, navegando a velocidad en "tiempo real" por la plataforma de anchas y mejores autopistas de Internet.
De hecho, ya se ha podido ver como en China los taxis manejados por inteligencia artificial y a la velocidad que da la tecnología 5G van sin conductores, y uno a través de un Código QR le indica la ruta que debe seguir y el pago. Todo esto también como parte del modelo de ciudades inteligentes que se comienzan a ver desde ya. No es ciencia ficción sino realidad.
Evidentemente en estas consideraciones que espero realizar en varias entregas, debo hacerlas también dentro de lo que es el campo militar, ya que un poco más adelante espero tratar el tema de la ciberguerra, que se está manejando en la actualidad.
Pero, esta guerra tecnológica si así podemos denominarla, y como lo señala el General Padrino López en su trabajo antes mencionado, esta lucha por los mercados la están protagonizando, fundamentalmente dos empresas que se corresponden a los modelos políticos y económicos de ambas potencias enfrentadas: el Gafat (Google, Amazon, Facebook, Apple y Twitter) de Norteamérica (privada) y Huawei de China (estatal).
De hecho esas cinco empresas ubicadas en Silicon Valley (El valle del silicio) poseen ese mineral y coltán para la disputa geopolítica y tecnológica con China como lo indique en el párrafo anterior. Ya algo de esto observamos como parte de la disputa cuando la administración de Donald Trump.
China, para lograr dicha conquista, ha diseñado proyectos nuevos bajo la férula conceptual de la primigenia Ruta de la Seda destacando la que ha denominado Made in China 2025, fecha que impone, a su vez, como meta para obtener y lograr dicho propósito.
La ruta en sí es la más agresiva y costosa de ellas. Por su doble propósito de llevar mercancía y traer petróleo (One Belt, One Road) es la que va del océano Pacífico al Índico.
EE. UU., por su parte, pone todo su empeño en una contraofensiva de contención para impedir que el agigantado Dragón asiático lo logre, a riesgo de perder su larga hegemonía imperial en el mundo. Dicho enfrentamiento tendrá la mitad del planeta en ascuas tanto en la región septentrional como meridional y tendría inevitables impactos en los Derechos Humanos, al utilizarse armas no convencionales en esta contienda sin reparar en ningún principio.
De tal manera que la escalada de este conflicto es bifronte por cuanto se confronta en dos planos: uno multidimensional, no convencional de quinta generación, desarrollado principalmente en el espacio continental de Euroasia; y el otro, con preponderancia militar en la zona marítima conceptualizada como Índico-Pacífico.
Las piezas del ajedrez están prestas al juego. La India es el peón que solo puede moverse en vertical para lograr crecer, y cuando llegue su turno poder retar a China, que lo hace en horizontal. Rusia es el alfil que se mueve en diagonal y hacia ambos lados según sus intereses. Por eso es la pieza clave de esta partida.
La ecuación es muy sencilla y la podemos resolver coloquialmente. Ni China ni EE. UU. pueden avanzar completamente en sus planes sin contar con Rusia. De manera que cuando se sirva la mesa, obligatoriamente tendrá que haber tres platos y tres juegos de cubiertos.
Ante el escenario de una hecatombe, lo circunspecto privará en la salida negociada donde la resolución del conflicto vendrá dada por una repartición a tres. En tal sentido, el Nuevo Orden Mundial será tripolar: China, EE. UU., Rusia.
Por ahora dejaremos esta primera entrega hasta acá, pero pendientes porque esto se va a tornar bien interesante.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!