El objetivo de cualquier ciencia es la adquisición de conocimiento, por lo que la elección del método adecuado que nos permita conocer la realidad va a resultar fundamental. En este sentido, los métodos inductivos y deductivos tienen objetivos diferentes y podrían ser resumidos como desarrollo de la teoría y análisis de la teoría, respectivamente. Los métodos inductivos están generalmente asociados con la investigación cualitativa mientras que el método deductivo está asociado frecuentemente con la investigación cuantitativa. La diferencia fundamental entre ambos métodos científicos es que uno estudia la asociación o relación entre variables cuantificadas y el otro lo hace en contextos estructurales y situacionales.
Otros investigadores asocian la perspectiva cuantitativa con el positivismo, con lo medible y objetivo, con lo fiable, con los datos repetibles y generalizables, y la cualitativa con la fenomenología, con la observación y lo subjetivo, con los datos prolíficos y auténticos, aunque no generalizables.
Por otra parte, también sostienen que el planteamiento naturalista se propone desarrollar conocimiento ideográfico, centrándose en las diferencias entre los objetos, tan frecuentemente y con tanto interés como en las similitudes, por lo que mientras los racionalistas han preferido métodos cuantitativos, los naturalistas han preferido métodos cualitativos.
Según los racionalistas consideran que el criterio más importante para medir la calidad de una investigación es el "rigor" (validez interna: no importa lo que hagas, en tanto lo hagas bien), mientras que para los naturalistas es la "relevancia" (validez externa: algo que no valga la pena hacer en absoluto no vale la pena hacerlo bien, lo que a pesar de su halo romántico implica no poco practicismo). En lo que se refiere a la aplicabilidad de la investigación, el racionalista buscará su validez externa en términos de "generalizabilidad", en tanto el naturalista lo hará en términos de "transferibilidad".
No obstante, tras estas diferencias metodológicas, que podrían considerarse complementarias más que antagónicas, puede inferirse el abismo ideológico de los racionalistas/positivistas que admiten una realidad única y los naturalistas que mantienen multiplicidad de realidades.
Esta predisposición es tan intensa que el conflicto entre los dos paradigmas se ha confundido con frecuencia con el conflicto entre métodos cuantitativos y cualitativos, un error de lógica puesto que estas dos dimensiones son ortogonales; no hay razón intrínseca por la que ambos paradigmas no puedan acomodarse y ser desarrollados por ambas metodologías.
Y esto es así porque, más allá de la ortodoxia ideológica, ambos son métodos científicos y, como tales, presentan ventajas y limitaciones.
Los estudios sociales de la ciencia, desarrollados durante el siglo XX, han puesto de manifiesto la naturaleza social de la práctica científica y su consecuente comprometimiento con los valores, prioridades e intereses propios de la estructura y los agentes sociales.
Una de las principales tareas del científico social es lograr una precisión tal del método de proyecto, de forma que los hechos empíricos se conviertan adecuadamente en fuente de fundamentación epistémica del nuevo saber engendrado por la investigación en cuestión.
Así pues, las bondades y limitantes de los métodos cualitativos y cuantitativos no son privativos de una ciencia en particular. Se impone entonces un enfoque integral.
Conclusiones
Independientemente de la diversidad de criterios existentes sobre sus distintas modalidades, la mayoría de los investigadores coinciden en que sin método no hay posibilidad de desarrollo de la ciencia. Aún cuando las diferentes modalidades de métodos puedan evidenciar debilidades y limitaciones que demandan su constante perfeccionamiento, el valor epistémico de cada uno de ellos es condición básica para el surgimiento de métodos más eficientes.
La unilateralidad en el uso de cualquiera de los paradigmas cuantitativos y cualitativos limita la profundidad del análisis y consecuentemente del alcance de los resultados, por tanto la interacción de estos garantiza niveles cada vez mayores de objetividad y profundidad del saber humano.
El empleo de los paradigmas cuantitativos y cualitativos en las ciencias sociales contribuye a un mayor desarrollo y calidad de las investigaciones que en este campo se realizan. Aunque existan diversidad de criterios.
En ese sentido, afirmamos que asistimos en América Latina y el Caribe a una renovada polémica sobre los paradigmas cuantitativos y cualitativos. Esto es perfectamente comprensible en una época en que crece el interés hacia los problemas de la metodología y la lógica del conocimiento científico, como consecuencia de la conversión de la ciencia en una fuerza productiva directa. Sin embargo, en los debates que nos ocupan, muchas veces encuentro una percepción practicista e instrumentalista.
Hay por demás un desconocimiento de los aportes del marxismo y el leninismo, sin embargo acredito que una y otra vez, tanto en el debate teórico como en la propia praxis investigativa, se impone la suficiencia del enfoque que abrió el socialismo científico.