Dos mujeres obtienen el premio Nobel de Química, la genetista Emmanuelle Charpentier de Francia y su colega Jennifer A. Doudna de EEUU ganaron este miércoles el prestigiado galardón por sus investigaciones sobre las "tijeras moleculares", un descubrimiento "revolucionario" capaz de modificar los genes humanos, un método de edición del genoma que podría describirse como una especie de "tijeras moleculares", que promete la cura de enfermedades hereditarias que "contribuye a desarrollar nuevas terapias contra el cáncer", además de otras enfermedades de índole genético.
Las dos científicas junto a sus equipos detallaron en la revista Science una nueva herramienta con la que se podía simplificar el genoma. El mecanismo se llama Crispr/Cas9 y es conocido como tijeras moleculares, que puede utilizarse para cambiar el ADN de animales, platas y microorganismos con una precisión extremadamente alta.
Esta terapia genética consiste en introducir un gen normal dentro de las células que tienen un gen con problemas, como si fuera un caballo de Troya, para que haga el trabajo del gen que tiene fallas, Crispr va más allá: no sólo se incluye un nuevo gen, sino que este modifica el gen existente.
Una de las cosas mas importantes es que su uso es fácil, económico y permite a los científicos 'cortar' el ADN exactamente donde quieren, para por ejemplo corregir una mutación genética y curar una rara enfermedad.
El descubrimiento es reciente pero fue citado desde hace algunos años como candidato al Nobel.
"Hay un enorme poder en esta herramienta genética, que nos afecta a todos", señaló Claes Gustafsson, presidente del comité del Nobel de Química. "Esto no solo ha revolucionado la ciencia básica, sino que también ha dado lugar a cultivos innovadores y dará lugar a nuevos tratamientos médicos revolucionarios".
De acuerdo a Gustafsson, como resultado cualquier genoma puede editarse ahora "para reparar el daño genético". Esta herramienta "brindará grandes oportunidades a la humanidad", añadió advirtiendo que el "enorme poder de esta tecnología significa que tenemos que usarla con mucho cuidado".
Estos ensayos sobre modificaciones genéticas han planteado serias cuestiones éticas dentro la comunidad científica. Sobre tdo cuando el científico chino He Jiankui reveló que había ayudado a crear los primeros bebés editados genéticamente del mundo, para tratar de crear resistencia a un futuro contagio con el virus del sida. Este trabajo fue cuestionado en todo el mundo por ser una experimentación humana poco segura y por el riesgo de causar cambios no intencionados que pueden transmitirse a generaciones futuras. Por este caso He Jiankui se encuentra actualmente en prisión.
Un comité internacional de expertos emitió en septiembre un informe donde expresa que todavía es muy pronto para tratar de crear bebés modificados genéticamente porque la ciencia no ha avanzado lo suficiente para asegurar su seguridad, no obstante trazó una hoja de ruta para aquellos países que lo puedan considerar.
"Yo estaba muy emocionada, tengo que decirlo", manifestó Charpentier, de 51 años, a diferentes medios por teléfono desde Berlín tras enterarse del premio, que fue anunciado el miércoles por la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
A la pregunta sobre el hecho de que fuera la primera vez que dos mujeres ganan el Nobel de Química a la misma vez, Charpentier respondió que sobre todo ella se considera una científica y espera que esto anime a otras.
"Deseo que esto envíe un mensaje positivo a las jóvenes que quieren seguir el camino de la ciencia", señaló.
Por otro lado, Doudna dijo estar sorprendida, al recibir el llamado telefónico de madrugada, donde le informaron sobre el premio.
"Literalmente, me acabo de enterar, estoy en shock", dijo. "Estaba profundamente dormida".
"Mi mayor esperanza es que se utilice para el bien, para descubrir nuevos misterios en biología y para beneficiar a la humanidad", agregó.
Sin embargo, el Broad Institute de Harvard y el MIT han librado una larga batalla judicial por las patentes de la tecnología CRISPR, y muchos otros científicos realizaron importantes contribuciones, pero han sido Doudna y Charpentier las premiadas por convertir sus investigaciones en una herramienta de fácil uso.
Quienes ganan este galardón reciben una medalla de oro y un premio en efectivo de 10 millones de coronas suecas (más de 1,1 millón de dólares), que es el legado dejado hace 124 años por el creador de los premios, el inventor sueco Alfred Nobel. Este monto se aumentó recientemente para ajustarse a la tasa inflacionaria.
Este año, el comité del premio, concedió el Nobel de Medicina a los estadounidenses Harvey J. Alter y Charles M. Rice, y al británico Michael Houghton por descubrir el virus de la hepatitis C, que destroza el hígado. El de Física recayó en el británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y en la estadounidense Andrea Ghez por sus avances en la comprensión de los agujeros negros.
Los ganadores en las demás categorías — Literatura, Paz y Economía — se darán a conocer en los próximos días.
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Con información de la agencia AP.