El Pentágono tiene en la mira a Venezuela

Jueves, 02/05/2019 09:52 AM

En base al título en propuesta, la pregunta más lógica es ¿Por qué?

Realicemos un tour histórico para poder alcanzar algunas claridades conceptuales. Es de común hablar de imperialismo durante las realidades actuales en curso sobre las circunstancias sucedidas durante aquella mitad del siglo XIX, aquel siglo de confrontaciones ideológicas, aquel siglo de expansiones de los imperios europeos, aquel siglo en el cual el Imperio japonés aprendió y objetivó aquellas políticas expansionistas occidentales, aquel siglo cuando la naciente nación norteamericana era causa y consecuencia de las realidades conceptuales y estructurales del Imperio Británico, era, ha sido, el "siglo catalizador" del sistema capitalista mundial en su obligante expansión por necesaria y lógico-conceptual, expansión realizada de manera brutal en el marco de esa concepción sistémico post-manchesteriana.

Fue el siglo de la profundización de los estudios contenidos en diferentes y concienzudas obras cuales las podríamos titular como las "obras de izquierda" por y como sus respuestas a los desarrollos reales del sistema capitalista tanto en lo nacional-británico, en aquellas temporalidades, como en los sucesos en "el continente" europeo.

Todos conocemos a los socialistas, a los reformistas, las Internacionales, como también las respuestas muy críticas y confrontacionales como las propuestas salidas de los muy profundos pasillos de El Vaticano cuando con aquella Encíclica "Rerum Novarum" cual aún en vigencia actual rescatada por las vehementes derechas actuales en sus aspiraciones y en logros del poder real para poder traer de regreso al liberalismo del siglo XIX hacia las actualidades de nuestro siglo XXI con paradigmas ideológicos sustentados en su anti-socialismo, anti-comunismo, anti-todo que no sea el añorado "capitalismo puro y duro".

¿Cuándo apareció el concepto "imperialismo"?

En común, vox populis, se considera y se repite el vocablo "imperialismo", en referencia, sustentándose en el texto de Vladimir Ilich Ustianov, aka: Lenin, titulado, como todas y todos bien conocemos: "Imperialismo, fase superior del capitalismo". El sugestivo título, bien utilizado por "tirios y troyanos", ha servido de muletilla para justificar cualquier cosa en contrario al propuesto; curiosamente las ideologías de derechas han ido apoderándose de conceptos de izquierda para poder criticar sin base y políticamente incorrecto a todos los gobiernos y partidos de izquierda. Se ha etiquetado cualquier asunto en política como imperialismo. "Trump es imperialista", "Aznar es más imperialista que Zapatero", "Margareth Thatcher es la adalid del imperialismo muy por encima de Ronald Reagan" e, incluso, utilizando no-verdades se han señalado como países imperialistas a Cuba, Rusia, China e, incluso, Venezuela. Asombrado y asombroso.

Ello, esa utilización del concepto "imperialismo", mal utilizado, está sirviendo para justificar cualquier decisión imperial, repetimos, imperial, como, por ejemplo, invadir países, asesinar a líderes y personalidades políticas, sabotear economías nacionales, desarrollar guerras de 4ta., 5ta y 6ta generación según sean las realidades en curso, objetivas o difusas, de los escenarios geopolíticos internacionales según estrategias bien diseñadas con la finalidad de obtener los correspondientes beneficios consecuenciales de la praxis de esas políticas aviesas, mal intencionadas, que producen, como consecuencias, muertes, desolaciones, graves consecuencias sico-sociales, desplazados, destrucciones y, como último eslabón, violación brutal, sin moral ni ética, de los Derechos Humanos tanto bien "en el extranjero" como al tiempo "en propia casa".

Ustedes se preguntarán qué tiene que ver todo este berenjenal con el título propuesto. Pues bien, en un intercambio de libros promovido y realizado por la Biblioteca Nacional (Venezuela), sin costo alguno, por cierto, y gracias a la generosidad de la doctorante, Lic. Yajaira Hernández Rubio, una miembro de las y de los trabajadores de dicha institución venezolana, nos consiguió un atractivo título de Teoría Política escrito por don Juan Bosch: "El Pentagonismo, sustituto del Imperialismo" (Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Serie Bicentenaria. Editorial El perro y la rana, 2009, pp. 169). Evidente que el título nos impactó sobremanera no solo por la utilización del concepto "imperialismo" sino por la introducción de un nuevo concepto político-militar como es el "pentagonismo", algo nada fácil de digerir.

Claro que nos agradó la utilización del Pentágono como hacedor de un concepto político-militar como es el de "pentagonismo" pero tenía, obligatoriamente, que introducirme en sus páginas para tratar de conocer cómo el autor, Juan Bosch, nos iba a demostrar su muy interesante tesis. Antes de ello nos remitimos, en reflexión, a los avatares que fueran desarrollando los países inmersos en lo sistémico-capitalista en sus objetivos político-económicos, de sus justificaciones expansionistas, durante el siglo XIX.

En la referencia histórica hemos considerado que para el Imperio británico, como conductor obligante de aquella expansión post-manchesteriana, en el marco referente de su realidad histórica-nacional (Cromwell), era de necesidad justificar aquella expansión más producto en consecuencia del propio desarrollo interno de la Revolución Industrial, de los mercados interno-británicos y exportador-europeo-continental, de realidades en permanentes contradicciones inter-imperiales europeas, de la herencia de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales cuando aquella importante compañía se trasladara a Londres junto a los capitales de la familia Rothschild, de la importancia de las rutas de las especias, de las presencias de las coronas expansionistas de Francia y Holanda en el territorio costero de la India, en fin, "moverse" hacia el mercado asiático.

Como ya lo hemos expuesto en anteriores, la derrota de las tropas francesas y holandesas estacionadas en la India por tropas de la Compañía Británica de las Indias Orientales, la expansión de dicha compañía hacia territorio de la China meridional, la exportación obligada del "opio de la India", de las confrontaciones bélicas sino-británicas por la presencia de ese estupefaciente en los mercados de China, la derrota de las tropas chinas produjeron, en consecuencia, lo que nos consideramos como las bases del marco jurídico fundamental para la justificación imperial de la presencia política, militar y religiosa, impuesta por el imperio británico, en territorio chino, con las firmas de los Tratados de Nanking y Tianjin.

Aquellos tratados desiguales, en nuestros pareceres, fueron el comienzo, en justificación, de esa presencia jurídico-imperial al tiempo que fueron las primeras manifestaciones del concepto "imperialismo" como política consecuencial del sistema capitalista en su expansión mundial. Es decir, el "imperialismo" está íntimamente en perfecta comunión con "lo político", con "lo militar", y con "lo religioso" formando las bases fundamentales y fundacionales de las presencias imperial-imperialistas en las lógicas consecuencias de la perfectibilidad del sistema capitalista en sus presencias globales, incluso, en su proceso lógico hasta la presente fecha.

En ese orden de ideas, la variable que prevalezca en los momentos históricos le pondrá la definición al tipo de imperialismo sobre el cual estaremos conversando.

En algún momento se conversó y se discutió en las aulas de la "Dependencia", claro, en referencia hacia el "centro", es decir, a la dialéctica del imperio-imperialismo con los "países meridionales de la globalidad". Eran tiempos de John F. Kennedy y sus acólitos temporales, Rómulo Betancourt. En tiempos posteriores vinieron las realidades de las políticas de privatización de "todo lo que oliera a industrias socialistas", eran los tiempos de Reagan y Thatcher. Pero el sistema no dejaba de entrar en permanente crisis: "crisis del bath", "crisis de la economía japonesa", "crisis de Wall Street", "crisis del dólar", "crisis del imperio", "crisis del capitalismo".

Hemos expuesto y repetimos que el más grave error cometido por el imperio yanqui fue suscribir las políticas de Deng Xiaoping. No fue error de cálculo sino de exceso de soberbia imperial.

China para el año 1980 tenía una acumulación "debajo del colchón" que superaba los ahorros colocados en la banca nacional. Sus debilidades eran la no-existencia de tecnologías correspondientes a la segunda mitad del siglo XX mientras que sus fortalezas se expresaban en el muy bajo "costo de la mano de obra". La ambición innata del capitalismo norteamericano seguido por los acólitos europeos a similitud de aquellos escenarios históricos en mención sucedidos durante el siglo XIX bajo la conducción del Imperio británico, marcaron nuevos paradigmas sistémicos con la brutal bajada de los costos allende con la finalidad de desarrollar un mercado interno estadounidense post-Guerra-de-Vietnam entre la sociología de los afro-americanos y los latinos acompañados por el "tá-barato" latinoamericano.

Aquellas políticas irían debilitando, paulatinamente, las fortalezas del imperio norteamericano al tiempo que Rusia comenzaba un lento, doloroso, en constante progreso, hacia su recuperación post-URSS. Como ustedes conocen el resto, no es de necesidad mayores explicaciones. Entremos en tema.

Suponemos que el texto de Juan Bosch fuera escrito antes del año 1968 cuando su introducción señala que la redactó en Benidorm el 28 de enero del mencionado año en referencia. En el marco orientador, por ahora, nos vamos a referir a algunas perlas, como diría José Vicente Rangel Vale.

  1. "…la Convención de AFL-CIO (diciembre, 1967) reafirmó hoy, mayoritariamente, su apoyo a la política del presidente Johnson en Vietnam…" (pág. 7);

  2. "…el pentagonismo no está formado solo por militares. El pentagonismo es un núcleo de poder que tiene por espina dorsal la organización militar…[donde] figuran financieros, industriales, comerciantes, escritores, periodistas, agentes de propaganda, políticos, religiosos…generales, trabajadores, científicos, profesores, centros de estudio…" (pág.12); a decir del General don Alberto Müller Rojas: "El Poder" con "P" mayúscula;

  3. "…eso que el senador Fulbright llama "complejo militar-industrial" es el núcleo del pentagonismo; la exportación de armas y equipos militares…" (pág. 15);

  4. "…Vietnam y América Latina son los dos sitios del mundo donde se ejerce con mayor intensidad el poder pentagonista…" (pág. 103);

  5. "…la campaña pública de algunos de los más altos generales del país a favor de más bombardeos de Vietnam del Norte…ha levantado serios desacuerdos acerca de sí el control de la defensa y de la política exterior debe ser civil o militar…" (pp. 109-110 en Editorial. New York Times,1° septiembre, 1967);

  6. "…la República Dominicana fue sometida a los métodos que se habían practicado en Vietnam. El pequeño país antillano fue Vietnamizado. Pero a su vez Vietnam fue dominicanizado, porque en Vietnam se aplicaron experiencias obtenidas en Santo Domingo…" (pág. 113).

Como muestra, unos datos históricos.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

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