Violencia y moderación

Jueves, 02/05/2019 04:06 PM

Entre el río y la mar hay un lamento jubiloso obstinado necesario, cantáralo el camarada Pablo Neruda, en los 20 poemas de amor. Oportuna la poesía, ella es irresponsable, penetra en todas partes y no tiene que ver con demostraciones ni con argumentaciones ni con razonamientos, aún y aun, con raciocinio sensible lingüístico, el poeta fúgase, evádese, húyele, y refújiase en la palabra que canta twittea trinando, que no chillando: "El rincón de la palabra, mi salvación labra." En tanto que la ciencia demostrativa aristotélica, concepto primitivo aristotélico, ahora la nueva orientación, el mismo musiú con diferente cachimba, es conocimiento consistente, raciocinio humano, método científico, investigación científica, proceso deductivo lógico, esquema deductivo lógico, sinopsis deductiva lógica, teoría matemática deductiva, raciocinio sensible pragmático, conciencia creativa, ciencia del tiempo perdido proustiano, llevada, la ciencia demostrativa aristotélica, por la percepción experiencial resurgida del mayor número posible de hechos empírico y del menor número posible de hipótesis, tesis axiomáticas y antítesis axiomáticas, rémoras retentivas presenciales del infinito, desde el tercio incluso aristotélico profundo (1/2), centro universal unificado, teoría del campo unificado einsteiniano, de equilibrio dinámico dialéctico, cuartel convite cívico mílite del golpe cesarvallejoiano, de tendencia y trascendencia, hacia niveles superiores conceptuales revolucionarios para que la novísima conclusión y síntesis sea posible, impulsiva del cambio dialéctico diplomático dialógico diabético, pues más moscas se cazan con miel que con vinagre, que rompe con aquello de que, águila no caza moscas. Bueno, así es la borrosidad, eterna noria notoria, movimiento real de la historia espiralina sinusoidal, en pleno desarrollo waltermartineziano, difícil de apreciar y de aprehender por la mente humana ludovicosilvaiana.

Así es la borrosidad en Venezuela: como el río y la mar, lo jubiloso y lo obstinado, raciocinio sensible lingüístico y raciocinio sensible pragmático, el mayor número posible y el menor número posible, hipótesis y conclusión, tesis y antítesis, infinito y cero, miel y vinagre, águila y mosca, como la difusa lógica borrosa difuminada, que admite la incertidumbre entre lo verdadero y lo falso de los enunciados, de las proposiciones, de las frases y de las oraciones, en que necesariamente ha de estar presente como el pan nuestro de cada día, a según la oración cristiana, el verbo, hacia el que tienden y trascienden todos los hilos conductores, lo que no deja dudas del carácter borroso del vocablo.

Así es la borrosidad en Venezuela, así como el verbo, sinopsis del tercio incluso aristotélico profundo (1/2), entre los casos límite contradictorios, del sujeto y del predicado, de la forma exceso y defecto, del ser y noser, de lo verdadero y de lo falso, la guerra y la paz, golpe de estado y contra golpe de estado, el golpe y la fortuna, nervios de acero y nervios de punta, nervios de pura y nervios de puta, disensión e intriga, mejoría y mejodía, lo malo y lo bueno, asina como la violencia y la moderación.

Así es la borrosidad en Venezuela, como la violencia y la moderación. La violencia, así se hizo sentir el martes 30 de abril de 2019, abril flores mil, día de Santa Catalina, en La Carlota, en la Avenida Francisco Fajardo, aledaña el mirador de Altamira, La Plaza Francia, la evasiva y refugio de las guarimbas, los gringos go home, no han podido entender que bastante cojones y cucharones hay aquí, y que lo ocurrido ese día de las catalinas y de los escrotos, de golpe y de contra golpe, los venezolanos y las venezolanas han sabido entender el movimiento real de la historia, difícil de aprehender por la mente humana ludovicosilvaiana, a más, bien confirmado el espacio cubierto y el territorio señalado en el arte de la guerra suntzuiano, LA MOVILIZACIÓN, del primero de mayo, en que los trabajadores venezolanos y venezolanas se movilizaran consciente de ser un pueblo valiente optimista soberano, diciendo que aquí hay bastante cojones y cucharones, para defender este territorio, este Estado esta Nación, con un pueblo empoderado de sabiduría bolivariana y chavista, de cualquier intruso que pretenda hollar esta sagrada tierra de nuestros libertadores y de nuestros ancestros indígenas, pueblo y ejército unidos en la teoría y en la práctica, que han sabido responder con moderación ante la violencia de los EEUU contra nuestro pueblo victorioso, pueblo sabio, que ha sabido sortear con moderación las confusiones, engaños y desorientaciones suntzuianas ante el criminal genocida imperio go home, de golpear de nuevo al convite cívico mílite, sólido e irrompible que escribe con péndola pendular historia increíble.

Así es la borrosidad en Venezuela, como la violencia y la moderación. La nueva orientación ha de surgir del análisis de los conceptos primitivos, a la maniobra vamos siempre, que no a la manipulación, a esta van los engañadores de la comarca, verbigracia, lo ocurrido el día de Santa Catalina, cuando los traidores a la patria de Bolívar y Chávez, confundieron, engañaron y desorientaron a un puño de militares, pero éstos recobraron el magín en lo inmediato, y devolvieron las tanquetas al lugar de origen, quedando los falsificadores con la cola pal ‘monte y con culo pa’fuera, en que se vio la violencia y la moderación, en que la moderación impúsose trascendentalmente, y la sangre no llegó al río, la guerra civil venezolana está superada hasta ahora. Así es la borrosidad, y asín como, y con la violencia y la moderación se está haciendo una nueva historia patria.

Así es la borrosidad en Venezuela, como la violencia y la moderación. El análisis de los conceptos primitivos es la nueva orientación. ¡Al arte de la guerra voy! ¡A Sun Tzu voy! ¡Cuidao Alante! como se dice en los patios de bolas en Cojedes. Todo convite cívico mílite en el mero centro de los casos límite contradictorios, ha de estar con la maniobra épica suntzuiana, entre las percepciones teóricas y las percepciones prácticas. Entre los planos, la conducción, las disposiciones, las energías, las debilidades, las fortalezas y las variaciones, las marchas, los terrenos, los ataques, los agentes secretos. Todo convite cívico mílite, en el campo unificado einsteiniano, en el centro universal unificado, en el tercio incluso aristotélico (1/2), sabrá sortear la victoria en múltiples combates, sin echar un tiro y sin que haya un herido, así ha de ocurrir en una auténtica refriega militar, evitando sostenidamente una guerra civil entre venezolanas y venezolanos.

Si así es la borrosidad en Venezuela, como la violencia y la moderación, en que la moderación trasciende del centro universal unificado de equilibrio dinámico dialectico dialógico diabético justo pacífico, entonces sea dicho que Venezuela ha sabido admitir la nueva orientación metodológica de la ciencia del tiempo perdido proustiano, que no es otra cosa que la ciencia demostrativa aristotélica, entre la guerra y la paz.

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