Este 06 de mayo la Cámara Municipal de Gómez realizó sesión especial, por cumplirse 203 años de la declaración de la Tercera República de Venezuela, hecho histórico que ocurrió en 1816, en la Villa de Santa Ana del Norte, cuando además fue proclamado Simón Bolívar como Jefe Supremo de la República y sus Ejércitos; en cuya conmemoración fungió como Oradora de Orden nuestra querida amiga María Alejandra Díaz, presidenta de la comisión de derechos humanos de la ANC; escenario en el cual tuve el honor de realizar su presentación; estando inmersos en un panorama convulsionado para el país, donde nuestro pueblo ha sido víctima de otro intento fallido de golpe de Estado, y donde los hijos de Bolívar demostraron ser un pueblo bravío que no teme a terremotos, lluvia, ni tempestad y menos a unos sanguinarios fascistas que pretenden derrocar un gobierno legítimamente constituido.
En ese escenario repleto de pueblo, la oradora hizo énfasis en el proceso cíclico que mueve la historia; "Nuestra presente situación, está estrechamente vinculada con eventos acaecidos en Venezuela hace doscientos años. Cansados de las injusticias de la abominable opresión imperial de aquella época, en épico arrojo, sin armas, pertrechados apenas con lanzas, azadones, cuchillos y garrotes, Juan Bautista Arismendi y un puñado de valientes por él liderados se enfrentaron a las huestes españolas.
Tras liberar la isla, Arismendi ordena notificar al Libertador, de la toma de Juan Griego por los Patriotas, garantizando las condiciones para su regreso a Venezuela y desembarco en este puerto. Tal como ayer, la espiral de la historia nos coloca en una situación semejante; el momentum actual es el mismo de aquellos días: así como nuestros padres se levantaron y tomaron armas contra el imperio español, hoy nuestra patria, tras un incesante proceso de destrucción, es atacada por un enemigo más poderoso.
A los venezolanos actuales, igual ocurría a los de aquel momento, no nos queda otra opción sino luchar con las armas que tengamos y en el terreno que sea, por el derecho a tener una patria libre. Hoy la venezolanidad, la sangre Guaiquerí, sumadas a nuestra tradición luchadora nos llaman a formar filas en defensa de la patria; cada uno de nosotros, con sus potencialidades, habilidades, aptitudes y conocimientos, en el frente que le corresponda, está en la obligación de dar lo mejor de sí, incluso la vida, en esta lucha que actualmente sostenemos contra nuestros enemigos, externos e internos".