El cowboy Ronald Reagan, desnudó la figura y rol del presidente, de uno de los países más agraciados del mundo, EEUU. Manteniendo su encantadora y viejo compromiso en su antiguo trabajo, (Hollywood) la actuación, pero no era el papel de vaquero, sino el rol de, El emperador. Literalmente leía los manuscritos en memorable discursos y controvertibles dictámenes, imperando las ordenanzas del amo supremo, dejando el único y genuino rol que tuvieron en antes y tendrán los venideros inquilinos de la casa blanca. "La obediencia sin razonamiento."
Durante su gobierno en los ochenta el desquiciado cowboy, autorizó al navío de guerra USS, para derribar cobardemente un avión civil de pasajero iraní, peor aún, en su propio espacio aéreo persa, repercutiendo a 290 muertos, 66 eran niños. Los iraníes como nadie tienen la valerosa costumbre, de la inagotable paciencia. No fueron juzgados como terroristas y cobardes green-go, sino tuvo que bastar la actuación de drama con su mentirosa y vil disculpa, por su desliz.
Ahora la perversidad del narciso Trump, sigue sancionando a la sancionada república islámica de Irán, violentan ando las normas, leyes y acuerdos internacionales, imperando a sus ansias somete literalmente a todos quienes se oponga al nuevo orden mundial, mientras los viejos y antiguos colonizadores Francia, Inglaterra y Alemania, hasta ahora su actuación se encontraba de perfil bajo y sorprendentemente, aún mantienen la dignidad intacta, honrando el acuerdo firmado y convenido internacionalmente, con la república islámica de Irán, Rusia y China.
Tres años el incontrolable narciso, lleva violando el acuerdo firmado, e Irán como de costumbre paciente y siguió cumpliendo su compromiso, mientras los títeres galos, sajones y germanos, seguían interviniendo con falsas y patrañeras esperanzas, de equilibrar el acuerdo en contra las ilegales e injustificable sanciones económicas. La paciencia iraní es inmensa, pero no infinita.
Lo esperado se aconteció sin ninguna sorpresa, las redundadas traiciones del más sanguinario colonizador, la monarquía supuestamente inglesas, desnudo su pasado y origen Khazar, como sanguinarios terroristas e ilegales piratas. La marina inglesa caponamente secuestra a un indefenso pero gigante navío de carga, con petróleo iraní. Mientras el títere francés, reclama con sufrimientos chillidos para desligarse, en cambio los alemanes, igualmente como sus socios sajones y galos, acatan fielmente los dictámenes de Netanyahu, bailan felizmente de los petrodólares saudí, y se subordinan cobardemente al actor del momento, Trump.
Siempre sin descanso alguno el mal busca inyectar e infectar su dosis de fortunas y paladar a quien no logra resistirlo, en el transcurso de toda su nociva historia, el amo supremo del mal ha masacrado sin resistencia alguna, ya que cuidadosamente escoge a los indefensos, divididos y débiles países, sociedades, religiones e inclusive razas, para finalmente esclavizarlos y someterlos, más aún, se le prohíbe desarrollarse y mucho menos independizarse. En el insólito caso Iraní, durante mas de IV siglos de injusta, ilegal e inhumano embargo económico, no logró quebrantar la voluntad de los persas, aun así en la actualidad se instaló en la séptima potencia remitiendo cohetes al espacio, pódium en la tecnología de Drones y supuestamente a simple vista, obviando lo oculto, es catalogado XIV en poderío militar.
Después de tres años de burlas, promesas y engaños, a los iraníes se les concluyó la imperturbabilidad, ya que las promesas nunca llegaron de las 3 marionetas europeas, les propuso lo que anhelaban dar oídos, de incrementar los enriquecimientos de uranio, el acordado 3.67 hasta 5%, y no acabó allí, sino prosiguió tenemos la capacidad del 20% y más si así lo requiera la nación persa. Se acabó el engaño, el tiempo de la actuación y la paciencia persa.