Si Don Floro, como le estoy diciendo, Venezuela pasa por momentos difíciles y espeluznantes, que forman parte de las nuevas estrategias globales de dominación que se ha planteado el imperio estadounidense, para irse apropiando como los bucaneros, de toda la riqueza del planeta, en miras a un futuro y eminente enfrentamiento, (Mortal) con Rusia y China.
Don Floro se dirige a Margarito diciendo, -pues si señor como usted lo dice, ansina mismo es, -el imperio decadente está quemando sus últimos cartuchos y ahora quiere apoderarse de las riquezas de Venezuela man que sea a como sea, con bloqueos económicos e inflación forzada adelanta su guerra, ahora nos amenazan con una cuarentena marítima, aérea y terrestre, para que no pase ni comida, medicinas ni nada de nada.
Pues si Andelfo, eso mismo dice Don Floro que...
-Estamos como cucaracha en baile de gallina.
Pa eso tenemos los Sucoyes y los Eses 400 y con un montón de milicianos y con las Fuerzas Armadas Bolivarianas compae Ernulfo.
Ansina mesmo es y como dice el refrán,
A correr piojo que viene el peine.
Venezuela se crece y agiganta cuando la vaina se pone más y más difícil y peluda Don Erpinio,
Para refrescar la memoria del compae Pernalete, le cuento que
-Bolívar no desmaya ante la adversidad. Bolívar en tono imperativo apuntala con sus palabras la marcha.
Al llegar a la cumbre el sufrimiento y la muerte alcanzan su paroxismo.
Pero todos recuerdan. Ahora tan sólo queda vencer o morir.
Bolívar saca cuentas de los tres mil hombres con los que inició el ascenso, han muerto mil ochocientos.
Con los mil doscientos que quedan y los patriotas neogranadinos, que habrán de sumárseles tan pronto lleguen; tiene gente suficiente para echar de la Nueva Granada al Virrey Sámano y a todo el ejército español.
Hubo fuego y escaramuzas en el descenso al altiplano. En una de ellas pereció O'Rooque el simpático irlandés que dio su vida por Venezuela.
Barreiro, el jefe español, les presentó batalla en el puente de Boyacá, en las inmediaciones de Bogotá.
Luego de dos horas de intenso tiroteo y de una veintena de muertos se rindieron los españoles y el Virrey Sámano huyó de Bogotá disfrazado de indio.
Esta derrota significó la caída del yugo español en Venezuela, Colombia, Perú y Bolívia.
Así mismito es, Don Erpinio señala Rudecindo, tomando nuevamente con su mano zurda y callosa, el pocillo de peltre con café humeante y cerrero.
-Pa que digan luego aquellos que abandonan hoy la patria en dificultades, engañados o no por cuentos y cantos de sirenas, en un
¡sálvese el que pueda!
que en Venezuela nos quedamos los patriotas que quieren salvarla y defenderla con la vida, como otrora de España,
-hoy la defenderemos de las garras codiciosas del rufián imperio.
Las tropas cívico militares bolivarianas y las milicias populares.
-Manque sea, no estamos solos en solitario, clama Rubecindo, mascando un trozo de negro chimó, y lanzando una chuaz, así es como suena la escupida del chimó, que cae en un perol oxidado que está sobre el suelo de tosco cemento, -con nuestros panas rusos, chinos, iranies, cubanos, nicas, norcoreanos, bolivianos y otros más se sumaran a esta nueva justa lucha libertadora.
La libertad se conquista a filo de machete.
Es de notar, interviene Don Alcasorio, que estamos en víspera de la batalla de las batallas, la Batalla de Boyaca, es donde nuestro Libertador le quiebra el espinazo al imperio español.
"La Batalla de Boyacá fue posible por el triunfo de Pantano de Vargas, además termina siendo decisiva para la suerte de la emancipación de América. Con el triunfo del ejército patriota, en la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, el Libertador no solo colmó su objetivo de liberar la Nueva Granada, en una campaña relámpago de 75 días, señala emocionado alzando su voz ñor Rudecindo.
En Venezuela quedamos los buenos hijos de la patria pa defenderla de las amenazas de Trompeta y su imperio norteño, recalca ñor Fulgidio.
En la mesa de la antigua bodega del apartado pueblito de Los Angelinos, se arremolinan los campesinos a escuchar este coloquio, donde todos intervienen sin cortapisas ni intimidaciones.
Todos ellos quieren defender su patria, pa que les quede a sus hijos y nietos libre y libertada una vez más, como cuando Bolívar.
Cuatro cafés calientes con ron grita Ñor Melecio al bodeguero Melquiades, y este presuroso, se dirige al coladero echando en la manga la caliente y humeante agua y los polvos de café marrón y bien molido, prepara la caliente y olorosa bebida en cuatro pocillos de colores, Ñor Melecio saca un libro engurruñao por el uso y los años de sus alforjas, donde puede leerse Batalla de Bo...yaca, y levantando su voz de trueno y de mando dice, dirigiéndose al grupo reunido alrededor de la mesita vieja y manchada por el pasar de los años hecha de maderas de algarrobo, les quiero leer este párrafo sobre la batalla de Boyacá,
¡dele!
grita Don Melquiades a Melecio, este colocándose unos vetustos espejuelos redondos lee:
-"El general Carlos Soublette, jefe del estado mayor del ejercito Libertador, señala en el parte de la batalla: "Todo el ejército enemigo quedó en nuestro poder; fue prisionero el general Barreiro, comandante general del ejército de Nueva Granada, a quien tomó en el campo de batalla el soldado del 1° de Rifles, Pedro Martínez; fue prisionero su segundo, el coronel Jiménez, casi todos los comandantes y mayores de los cuerpos, multitud de subalternos y más de 1.600 soldados. Todo su armamento, municiones, artillería, caballería, etc. Apenas se han salvado 50 hombres, entre ellos algunos jefes y oficiales de caballería que huyeron antes de iniciarse la acción".
Se asoma a la puerta de la bodega Firulino diciéndoles casi a gritos, se enteraron,
¿de qué Firulino?
lo que dice la radio
"estamos bloqueados por el imperio"
- Responde entonces Argimiro sacando con una mano su sombrero pelo e guama
"Nada de lo que hagan podrá doblegar la férrea voluntad del pueblo venezolano, formado y decidido a luchar y batallar por el triunfo de la revolución y de sus recursos naturales y activos de Venezuela y tratando de doblegar la voluntad del pueblo venezolano.
Don Floro se levanta enérgico y gritando con su voz de trueno del Catatumbo dice:
-Es momento de actuar, hay que aplicar la ley contra Guaidó y su combo que son ladrones y traidores a la patria y deben de estar presos.
Donald Trump y su imperio amenaza con aplicar una cuarentena a Venezuela, la derecha internacional está contra el pueblo de Venezuela, no alimentos no medicinas, no derecho a la vida.
Le preguntamos a Misia Bachelt ¿Dónde quedan aquí los derechos humanos de todo un pueblo?
La intención es doblegar la dignidad de un pueblo que no se a sometido a sus designios.
¿Será este un paso final antes de una invasión?
Los que se prestan para atentar contra su propia patria y pueblo son traidores, mercenarios, y contra ellos el pueblo aplicará a su debido momento como hiciera Bolívar su decreto de guerra a muerte.